El Real Madrid ata el traspaso de Isco
Madrid, Reuters
Franciso Román Alarcón Suárez, Isco (Benalmádena, 21-4-1992) es una de las sensaciones del Europeo sub 21. El golazo que marcó frente a Noruega en las semifinales del torneo solo ha sido el último exponente de un futbolista estelar, mágico, diferente. El Real Madrid no ha tenido que esperar a este campeonato para tomar una decisión. La temporada de Isco en el Málaga ha sido fantástica. Ha explotado todo su talento al más alto nivel, tanto en la Liga española como en la Liga de Campeones, y el cuadro técnico madridista apostó por su fichaje hace mucho tiempo.
El 22 de mayo hubo una reunión entre el padre del futbolista y representantes de ambos clubes y se alcanzó un preacuerdo que situará al jugador en el Bernabéu. La entidad blanquiazul pedía inicialmente 35 millones de euros. La casa blanca ofreció 20. Habrá un acuerdo cercano a los 25 millones, más la cesión de un futbolista blanco a la plantilla blanquiazul.
Han sido las altas fichas de Callejón (1,5 millones) y de Morata (un millón) las que han retrasado el pacto definitivo. Ambos jugadores interesan al conjunto malacitano. Pero el Real Madrid desea quedarse con Morata. Florentino Pérez quiere que Álvaro haga la pretemporada con Ancelotti y que continúe en el primer equipo. Se lo ha ganado. Se ha curtido con el denostado Mourinho, que le ha enseñado a ser un jugador táctico. El delantero madrileño brilla en el Europeo sub 21 tanto como el genio malagueño. Será otro futbolista del Real Madrid, o del Castilla, el que pueda entrar en la operación.
Morata, amigo y compañero
Los dos, Isco y Morata, son buenos amigos. El malacitano le ha dicho al madrileño que ojalá se quede en el primer equipo blanco. Junto a él. Comparten habitación en la concentración de la selección sub 21 en Israel. Ambos hablan de continuar como colegas en la primera plantilla madridista para triunfar y Álvaro le subraya el sueño de la Décima.
Es Isco quien ha elegido el Real Madrid como su futuro ideal. Ha rechazado la oferta del Manchester City, club que pretende su adquisición de la mano de Pellegrini, su entrenador en el Málaga, ahora nuevo responsable deportivo del club inglés.
Pellegrini ha sido «mentor» de Isco a todos los niveles. Le ha ensalzado por sus posibilidades de convertirse en un mediocampista de talla mundial. Para el malagueño ha sido duro decirle «no» al chileno. Pero Manuel fue técnico del Real Madrid y entiende que el interés de esa casa suscita una ilusión irrenunciable para cualquier profesional. La vivió él como entrenador.
El talento del futuro
Los informes técnicos del conjunto madrileño son claros. El andaluz es el talento del presente y del futuro del fútbol español. Un media punta que puede ejercer también de medio centro creativo. Sus pases medidos, geniales, y su regate le hacen un futbolista ideal para un equipo que necesita romper muchos cerrojos de los adversarios, especialmente en el Bernabéu. Francisco marca la diferencia en los momentos complicados. Es esa superioridad la que requiere un equipo de la exigencia del Madrid.
Zidane está de acuerdo con Florentino Pérez en la conveniencia de esta contratación. Ancelotti, que espera ser presentado la próxima semana como el sucesor de Mourinho, conoce el rendimiento del jugador, especialmente por sus actuaciones en la Liga de Campeones. El malacitano fue el líder del Málaga en los partidos frente al Borussia Dortmund. El mejor jugador del cuadro blanquiazul. Puso en jaque a los alemanes en el partido de La Rosaleda. Su talento les desbordó. El conjunto aurinegro estuvo al borde de la eliminación en esas semifinales hasta el último instante.
El error del Valencia
Isco tiene pactado un precontrato por cinco campañas, con una ficha de dos millones anuales. El City le ofrece mucho más, pero el centrocampista prefiere hacer historia en el Real Madrid que acumular dinero en Manchester. Si triunfa en el Bernabéu, el dinero refrendará su éxito.
El Valencia lamenta ahora que Isco se marchara al Málaga en 2011, bajo el pago de la cláusula de seis millones. «Emery no cuenta conmigo», dijo entonces el futbolista. Un error de los despachos de Mestalla.
Franciso Román Alarcón Suárez, Isco (Benalmádena, 21-4-1992) es una de las sensaciones del Europeo sub 21. El golazo que marcó frente a Noruega en las semifinales del torneo solo ha sido el último exponente de un futbolista estelar, mágico, diferente. El Real Madrid no ha tenido que esperar a este campeonato para tomar una decisión. La temporada de Isco en el Málaga ha sido fantástica. Ha explotado todo su talento al más alto nivel, tanto en la Liga española como en la Liga de Campeones, y el cuadro técnico madridista apostó por su fichaje hace mucho tiempo.
El 22 de mayo hubo una reunión entre el padre del futbolista y representantes de ambos clubes y se alcanzó un preacuerdo que situará al jugador en el Bernabéu. La entidad blanquiazul pedía inicialmente 35 millones de euros. La casa blanca ofreció 20. Habrá un acuerdo cercano a los 25 millones, más la cesión de un futbolista blanco a la plantilla blanquiazul.
Han sido las altas fichas de Callejón (1,5 millones) y de Morata (un millón) las que han retrasado el pacto definitivo. Ambos jugadores interesan al conjunto malacitano. Pero el Real Madrid desea quedarse con Morata. Florentino Pérez quiere que Álvaro haga la pretemporada con Ancelotti y que continúe en el primer equipo. Se lo ha ganado. Se ha curtido con el denostado Mourinho, que le ha enseñado a ser un jugador táctico. El delantero madrileño brilla en el Europeo sub 21 tanto como el genio malagueño. Será otro futbolista del Real Madrid, o del Castilla, el que pueda entrar en la operación.
Morata, amigo y compañero
Los dos, Isco y Morata, son buenos amigos. El malacitano le ha dicho al madrileño que ojalá se quede en el primer equipo blanco. Junto a él. Comparten habitación en la concentración de la selección sub 21 en Israel. Ambos hablan de continuar como colegas en la primera plantilla madridista para triunfar y Álvaro le subraya el sueño de la Décima.
Es Isco quien ha elegido el Real Madrid como su futuro ideal. Ha rechazado la oferta del Manchester City, club que pretende su adquisición de la mano de Pellegrini, su entrenador en el Málaga, ahora nuevo responsable deportivo del club inglés.
Pellegrini ha sido «mentor» de Isco a todos los niveles. Le ha ensalzado por sus posibilidades de convertirse en un mediocampista de talla mundial. Para el malagueño ha sido duro decirle «no» al chileno. Pero Manuel fue técnico del Real Madrid y entiende que el interés de esa casa suscita una ilusión irrenunciable para cualquier profesional. La vivió él como entrenador.
El talento del futuro
Los informes técnicos del conjunto madrileño son claros. El andaluz es el talento del presente y del futuro del fútbol español. Un media punta que puede ejercer también de medio centro creativo. Sus pases medidos, geniales, y su regate le hacen un futbolista ideal para un equipo que necesita romper muchos cerrojos de los adversarios, especialmente en el Bernabéu. Francisco marca la diferencia en los momentos complicados. Es esa superioridad la que requiere un equipo de la exigencia del Madrid.
Zidane está de acuerdo con Florentino Pérez en la conveniencia de esta contratación. Ancelotti, que espera ser presentado la próxima semana como el sucesor de Mourinho, conoce el rendimiento del jugador, especialmente por sus actuaciones en la Liga de Campeones. El malacitano fue el líder del Málaga en los partidos frente al Borussia Dortmund. El mejor jugador del cuadro blanquiazul. Puso en jaque a los alemanes en el partido de La Rosaleda. Su talento les desbordó. El conjunto aurinegro estuvo al borde de la eliminación en esas semifinales hasta el último instante.
El error del Valencia
Isco tiene pactado un precontrato por cinco campañas, con una ficha de dos millones anuales. El City le ofrece mucho más, pero el centrocampista prefiere hacer historia en el Real Madrid que acumular dinero en Manchester. Si triunfa en el Bernabéu, el dinero refrendará su éxito.
El Valencia lamenta ahora que Isco se marchara al Málaga en 2011, bajo el pago de la cláusula de seis millones. «Emery no cuenta conmigo», dijo entonces el futbolista. Un error de los despachos de Mestalla.