Brasil se prepara para protestas contra la corrupción y a favor de las minorías

Las manifestaciones se han vuelto más fragmentadas y minoritarias, pero continúan gestándose en las redes sociales

Francisco Peregil
São Paulo, El País
Hace sólo una semana era impensable que decenas de miles de brasileños salieran a manifestarse en Brasil contra la PEC 37. Una cosa es protestar contra la subida en el billete del transporte público y otra es hacerlo contra algo como la Propuesta de Enmienda Constitucional 37. O sea, contra el proyecto de ley que pretende limitar los poderes de investigación de la fiscalía general. Sin embargo, a pesar de la supuesta complejidad de los vericuetos legales, unas 30.000 personas marcharon el sábado en São Paulo contra la PEC 37, cuyo proyecto será sometido a votación en la Cámara de Diputados en los próximos días. Detrás de esa norma, los convocantes ven un terreno abierto a la impunidad y también a la corrupción.


Después de las rebajas en las tarifas del transporte y del discurso pronunciado por la presidenta Dilma Rousseff el pasado viernes, las protestas se han vuelto más minoritarias y fragmentadas. Pero no han cesado. El mismo sábado por la noche, un día después del discurso de Rousseff, 60.000 personas se manifestaron en Belo Horizonte contra el despilfarro en la organización del Mundial de 2014. También se preparan protestas esta semana contra un proyecto que pretende “curar” a los homosexuales y contra otro que concederá subsidios a las mujeres violadas que declaren su intención de no abortar.

Las redes sociales siguen echando humo. Un usuario de Facebook ha convocado una huelga general para el próximo lunes 1 de julio que cuenta ya con más de 700.000 adhesiones. “Vamos a demostrar al Gobierno que quien hace un país es el pueblo, no los políticos. (…) Basta de impunidad, basta de dinero del pueblo siendo usado por los gobernantes de las formas más absurdas. ¡O el Gobierno nos escucha o todo para!”, señala su página.

Mientras tanto, el Movimiento por el Pase Libre, la organización que convocó las siete primeras manifestaciones, ha previsto participar esta semana en dos manifestaciones que se desarrollaran en la periferia de São Paulo. En esta ciudad, la más poblada de Brasil, con casi 11 millones de habitantes, dos de cada tres ciudadanos aprueban la continuidad de las protestas, según una encuesta publicada por Folha de S. Paulo.

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