Arranca el juicio contra Franck Ribery y Karim Benzema en París por prostitución de menores
París AFP
Dos de las principales estrellas del fútbol francés, Franck Ribéry, del Bayern de Múnich, y Karim Benzema, del Real Madrid, son juzgados este martes por haber recurrido a los servicios de una prostituta menor de edad, Zahia, convertida luego en un personaje célebre.
Los dos jugadores y el cuñado de Ribéry, también acusado en la misma causa, se enfrentan a una pena de tres años de cárcel y a una multa de 45.000 euros.
El abogado de Ribéry va a pedir que la audiencia tenga lugar a puerta cerrada para evitar que se divulguen detalles “picantes” o “escabrosos” del caso, que salió a la luz poco antes del Mundial de 2010.
Franck Ribéry está acusado de haber mantenido relaciones sexuales pagadas en 2009 con Zahia en un hotel Múnich en presencia de su cuñado, también procesado.
Sin embargo Zahia afirmó haber mentido a los dos jugadores, diciéndoles que era mayor de edad cuando en realidad era menor, una afirmación que reiteró en un programa televisivo. “No. No sabían nada”, aseguró.
La fiscalía había pedido el sobreseimiento de Ribéry, de su cuñado y de Benzema, pero el juez de instrucción decidió que fueran juzgados por un tribunal.
La fiscalía sostuvo que los acusados no estaban al corriente, en cambio el juez dijo que no podía ser que no lo supieran. Ribéry sostuvo incluso que no sabía que Zahia se prostituía y negó haberle pagado 700 euros.
El juez André Dando afirmó en cambio que Ribéry no podía ignorar la condición de prostituta de Zahia, que en Múnich participo en una orgía con otra muchacha.
Ribéry no asistirá al juicio, dijo su abogado porque “no hay víctima” -Zahia renunció a ser parte civil- y “no hay acusación”. Tampoco estará presente Zahia, salvo que el tribunal lo solicite expresamente, dijo su abogado Daniel Vaconsin.
Zahia, que se hizo célebre gracias al escándalo y desde entonces dirige una empresa de lencería, se constituyó en un primer momento en parte civil, pero luego se desistió.
En la misma causa figuran otros cinco acusados que son pasibles de 10 años de cárcel por “proxenetismo agravado”. El juicio debe durar hasta el 26 de junio.
Dos de las principales estrellas del fútbol francés, Franck Ribéry, del Bayern de Múnich, y Karim Benzema, del Real Madrid, son juzgados este martes por haber recurrido a los servicios de una prostituta menor de edad, Zahia, convertida luego en un personaje célebre.
Los dos jugadores y el cuñado de Ribéry, también acusado en la misma causa, se enfrentan a una pena de tres años de cárcel y a una multa de 45.000 euros.
El abogado de Ribéry va a pedir que la audiencia tenga lugar a puerta cerrada para evitar que se divulguen detalles “picantes” o “escabrosos” del caso, que salió a la luz poco antes del Mundial de 2010.
Franck Ribéry está acusado de haber mantenido relaciones sexuales pagadas en 2009 con Zahia en un hotel Múnich en presencia de su cuñado, también procesado.
Sin embargo Zahia afirmó haber mentido a los dos jugadores, diciéndoles que era mayor de edad cuando en realidad era menor, una afirmación que reiteró en un programa televisivo. “No. No sabían nada”, aseguró.
La fiscalía había pedido el sobreseimiento de Ribéry, de su cuñado y de Benzema, pero el juez de instrucción decidió que fueran juzgados por un tribunal.
La fiscalía sostuvo que los acusados no estaban al corriente, en cambio el juez dijo que no podía ser que no lo supieran. Ribéry sostuvo incluso que no sabía que Zahia se prostituía y negó haberle pagado 700 euros.
El juez André Dando afirmó en cambio que Ribéry no podía ignorar la condición de prostituta de Zahia, que en Múnich participo en una orgía con otra muchacha.
Ribéry no asistirá al juicio, dijo su abogado porque “no hay víctima” -Zahia renunció a ser parte civil- y “no hay acusación”. Tampoco estará presente Zahia, salvo que el tribunal lo solicite expresamente, dijo su abogado Daniel Vaconsin.
Zahia, que se hizo célebre gracias al escándalo y desde entonces dirige una empresa de lencería, se constituyó en un primer momento en parte civil, pero luego se desistió.
En la misma causa figuran otros cinco acusados que son pasibles de 10 años de cárcel por “proxenetismo agravado”. El juicio debe durar hasta el 26 de junio.