Alemania bloquea las negociaciones en el proceso de adhesión de Turquía a la UE

Berlín bloquea la apertura de un nuevo capítulo en el proceso de adhesión tras la represión de la crisis política en Ankara

Lucía Abellán
Bruselas, El País
Las imágenes de antidisturbios lanzando gases lacrimógenos contra una multitud de indignados en Turquía está haciendo mella en el futuro europeo de este país. Alemania y Holanda pusieron ayer freno a la negociación entre la UE y Turquía para preparar su entrada al club comunitario. Los embajadores de estos dos Estados en Bruselas se opusieron a la idea defendida por el resto de los Veintisiete de abrir un nuevo capítulo de discusión. Europa envía así un fuerte aviso político al Gobierno de Recep Tayyip Erdogan y censura tácitamente su modo de afrontar las protestas.


Aunque oficialmente aún no ha sido desconvocada, la Unión Europea se dispone a anular la reunión bilateral que iba a mantener con las autoridades turcas el próximo miércoles para abrir ese nuevo capítulo en la negociación, según explican fuentes europeas. La importancia de ese retraso no radica tanto en el capítulo en sí —política regional—, sino en el hecho de que iba a ser el primer nuevo apartado en discusión en tres años. Los dos bloques negocian la adhesión turca desde 2005, pero periódicamente surgen nuevos obstáculos.

Los representantes de los Veintisiete en Bruselas volverán a analizar la situación el lunes, aunque esas fuentes consideran improbable que el proceso continúe según lo previsto, pues para ello debe haber consenso entre todos los Estados miembros y la oposición de Alemania y Holanda es firme. Otras fuentes diplomáticas niegan que Berlín quiera dinamitar el proceso y ponen como ejemplo que este país ha pedido adelantar la negociación sobre derechos humanos y justicia, dos asuntos mucho más conflictivos que la política regional.

Frente a la postura germano-holandesa, el grueso de los embajadores comunitarios argumentaba que resulta más eficaz reforzar la negociación con Turquía que obstaculizarla como castigo a sus políticas nacionales.

Al margen del proceso de adhesión, en el que previsiblemente no habrá avances, algunos ministros de Exteriores comunitarios han expresado su intención de abordar las turbulencias surgidas en Turquía por las protestas ciudadanas en la reunión que mantendrán el lunes en Luxemburgo, explican fuentes comunitarias. La reunión viene precedida por la preocupación que ha expresado la alta representante europea para Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, sobre la violencia en Turquía. Ashton ha hablado de excesos policiales y ha vinculado el proceso de adhesión turca al respecto a los derechos humanos.

El Gobierno de Erdogan lamenta este nuevo freno a un proceso al que aspira formalmente desde 1999 y lo liga a la coyuntura electoral de la canciller alemana, Angela Merkel. “Si la señora Merkel busca material político para las elecciones, ese material no debería ser Turquía”, criticó el ministro turco para Asuntos Europeos, Egemen Bagis, informa Reuters.

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