Vargas: “No se debe esperar a reunir más periodistas muertos para reaccionar”
La Paz, Radio Fides
Este 3 de mayo se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Libertad de Prensa, y si bien Bolivia aún no ha llegado a los niveles de países como Siria, México o Corea del Norte la situación no fue de las mejores para los periodistas en los últimos años y así lo recuerda Antonio Vargas, que es presidente de la Asociación que acoge al gremio en La Paz.
El dirigente reconoce que no se puede comparar lo que sucede en Bolivia con aquellos países donde la extrema violencia ha llevado al periodismo a convertirse en una profesión de riesgo, pero eso no quiere decir que se espere a llegar a tal extremo para frenar la violencia contra los profesionales de la comunicación.
“La pregunta que tenemos que hacernos es: ¿tenemos que esperar a tener entierros colectivos de periodistas para dar una voz de alarma? Acaso no es grande la tragedia que ha sucedido con Analy Huaycho, acaso no es grave lo que ha sucedido con los hermanos Peñasco Laime, acaso lo que ha sucedido con el compañero Fernando Vidal en Yacuiba no es grave, no tiene que ser necesario enmascarar la desgracia individual en una cifra estadística”, afirmó.
Vargas en conversación con Radio Fides aseveró que más allá de los números se debe ver con mucho cuidado el delicado momento que está pasando la libertad de prensa en Bolivia donde considera que el trabajo de los periodistas es cada vez más complicado.
“En Bolivia vivimos una libertad de prensa cercada y amedrentada además, no olvidemos lo que le pasó al Padre Gramunt cuando estaba al frente de ANF, lo que le ocurrió al periódico El Diario y Página Siete cuando fueron llevados frente a la justicia penal, eso no ha sucedido siquiera en dictaduras”, afirmó Vargas.
Según los últimos datos de Reporteros Sin Fronteras durante el 2012 un total de 90 periodistas y 48 blogueros fueron asesinados en todo el mundo mientras realizaban su labor, mientras que otros 300 fueron encarcelados.
Este 3 de mayo se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Libertad de Prensa, y si bien Bolivia aún no ha llegado a los niveles de países como Siria, México o Corea del Norte la situación no fue de las mejores para los periodistas en los últimos años y así lo recuerda Antonio Vargas, que es presidente de la Asociación que acoge al gremio en La Paz.
El dirigente reconoce que no se puede comparar lo que sucede en Bolivia con aquellos países donde la extrema violencia ha llevado al periodismo a convertirse en una profesión de riesgo, pero eso no quiere decir que se espere a llegar a tal extremo para frenar la violencia contra los profesionales de la comunicación.
“La pregunta que tenemos que hacernos es: ¿tenemos que esperar a tener entierros colectivos de periodistas para dar una voz de alarma? Acaso no es grande la tragedia que ha sucedido con Analy Huaycho, acaso no es grave lo que ha sucedido con los hermanos Peñasco Laime, acaso lo que ha sucedido con el compañero Fernando Vidal en Yacuiba no es grave, no tiene que ser necesario enmascarar la desgracia individual en una cifra estadística”, afirmó.
Vargas en conversación con Radio Fides aseveró que más allá de los números se debe ver con mucho cuidado el delicado momento que está pasando la libertad de prensa en Bolivia donde considera que el trabajo de los periodistas es cada vez más complicado.
“En Bolivia vivimos una libertad de prensa cercada y amedrentada además, no olvidemos lo que le pasó al Padre Gramunt cuando estaba al frente de ANF, lo que le ocurrió al periódico El Diario y Página Siete cuando fueron llevados frente a la justicia penal, eso no ha sucedido siquiera en dictaduras”, afirmó Vargas.
Según los últimos datos de Reporteros Sin Fronteras durante el 2012 un total de 90 periodistas y 48 blogueros fueron asesinados en todo el mundo mientras realizaban su labor, mientras que otros 300 fueron encarcelados.