San Lorenzo cortó su mala racha en el Bajo Flores y estiró la de Boca
San Lorenzo logró en su cancha un contundente 3 a 0 sobre Boca Juniors en un partido que dominó a voluntad, y en el que pudo haber marcado una diferencia mayor si se lo hubiera propuesto.
Apoyado en un medio campo que le dio una base sólida, con muy buenos trabajos de Julio Buffarini y de Enzo Kalinski, a San Lorenzo le tomó poco más de diez minutos pasar a controlar el juego, lo dejó prácticamente definido en el primer tiempo, y en la segunda parte bajó definitivamente las revoluciones, y nunca se vio comprometido hasta el final.
Boca, que estiró a doce partidos su oscura racha histórica sin ganar por torneos locales, volvió a ser una sombra, pareció sentirse derrotado a partir del primer gol, no tuvo respuestas ni anímicas ni futbolísticas, tampoco mostró individualidades que puedan rescatarse, y estuvo expuesto a una derrota que pudo haber sido peor.
En el comienzo el juego se hizo muy trabado, y se jugó en no más de 30 metros y sin llegar a las áreas. Pero poco a poco San Lorenzo fue afirmándose mejor en la zona de volante, con los buenos trabajos de Enzo Kalinski e Ignacio Piatti, y las corridas por los dos costados de la cancha, especialmente por la izquierda de su ataque.
A los 9, Piatti llegó hasta el fondo por izquierda y su envío pasó por delante del arco sin que nadie lo tocara, y a los 14 Sebastián D'Angelo salvó lo que pudo ser el primer gol del local, arrojándose a los pies de Angel Correa.
La apertura del marcador llegó a los 18 minutos, en una jugada que armaron Kannemann y Piatti sobre la izquierda. El volante cruzó el balón hacia la derecha, por donde apareció Buffarini. Su remate se iba desviado, pero Verón apareció por el segundo palo para enviar la pelota al fondo de la red.
San Lorenzo siguió siendo superior hasta la media hora, momento en que bajó el ritmo y permitió que Boca pasara a compartir la posesión del balón.
Pero, en ese lapso, Boca dispuso de una única llegada, a los 27 minutos. Claudio Pérez recibió un rechazo, abrió hacia la derecha para el ingreso de Guillermo Fernández, éste tiró el centro y Santiago Silva, a la carrera, remató desviado.
A los 38 minutos llegó el segundo de San Lorenzo. Verón se le escapó a Lisandro Magallán por izquierda y envió el centro hacia atrás, por donde apareció Buffarini apareado con Colazo. El volante cayó al piso, Sergio Pezzotta dejó seguir y la pelota fue a parar a los pies de Correa, quien inexplicablemente se tiró. Pezzotta cobró infracción, pero no la hubo ni en el caso de Buffarini ni en el de Correa. Buffarini se paró frente a la pelota y con un remate bajo, a la derecha, estableció el 2-0.
Habían transcurridos 8 minutos del complemento cuando Navarro jugó la pelota hacia la derecha para la entrada de Buffarini. El incansable volante tocó hacia la cercanía del punto del penal, por donde llegaba Correa para fusilar a D'Angelo y colocar el 3 a 0. El clásico quedó definido allí. Los cambios no le aportaron soluciones a Boca, y San Lorenzo contó con otras dos oportunidades para ampliar el marcador.
Por si algo faltaba para hacer paupérrima la imagen de Boca, la última prueba se dio en el tiempo agregado. Kannemann le cometió penal a Lautaro Acosta en el costado derecho del área, y el remate de Silva resultó groseramente alto y desviado.