Ribéry: "No voy a volver a hablar a Boateng. Estoy cabreado"

Munich, EFE
Hace varias jornadas que el Bayern de Múnich se coronó campeón de la Bundesliga. Ayer tocó celebrar el título con el público en el estadio. Para algunos, el ambiente festivo se pasó de la raya. Es el caso de Franck Ribéry.


El jugador francés es musulmán, por lo que su religión le insta a "alejarse" del alcohol por considerarlo "un sucio trabajo de Satán", según algunas traducciones del Corán. Ribéry advirtió a sus compañeros antes de que comenzaran los festejos que mantuvieran el alcohol alejado de él, pero no le hicieron caso. Jérôme Boateng le persiguió por todo el terreno de juego con un vaso gigante de cerveza en la mano para echárselo por la cabeza. Lo consiguió. Después, varios jugadores más se sumaron a la "broma".

A Ribéry no le hizo ninguna gracia: "No voy a volver a hablar a Boateng, sabe que soy musulmán. Estoy cabreado".

El Bayern ha quedado primero en la Bundesliga con una renta de 22 puntos sobre el Borussia Dortmund. Los dos equipos alemanes se jugarán la final de la Champions el día 25 en Wembley.

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