Régimen sirio reconoce haber recibido misiles rusos, reacciona EEUU

Damasco, AFP
El presidente sirio Bashar al Asad reconoció implícitamente el jueves que recibió el sofisticado sistema de misiles de defensa antiaérea S-300 rusos, lo cual dificultaría cualquier posible intervención armada extranjera en Siria, país devastado por la guerra civil.


La Casa Blanca advirtió en respuesta este mismo jueves que entregar armas al gobierno de Bashar al-Asad no hará más que prolongar la violencia en Siria.

"Entregar más armas a Asad, entre ellas sistemas de defensa aérea, sólo prolongará la violencia en Siria y provocará una desestabilización de la región", dijo la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC), Caitlin Hayden.

Hayden se negó a comentar específicamente sobre la entrega de armas antiaéreas por parte de Moscú, y destacó que no podía "comentar envíos específicos de armas".

Bashar al Asad afirmó por otra parte que en Siria hay una "presión popular" para abrir el frente del Golán contra Israel, país que ocupa esta región desde 1967.

"Hay una clara presión popular para abrir el frente de resistencia (contra Israel) en el Golán (...) Hay varios factores, (entre ellos) las repetidas agresiones israelíes", indicó el presidente en una entrevista con Al Manar, el canal del Hezbolá chiíta libanés.

Asad reafirmó también su confianza en la victoria de sus tropas y dijo que será candidato a la presidencia del 2014 si el pueblo lo quiere.

"Hay una guerra mundial llevada adelante contra Siria y la política de resistencia (Siria-Irán-Hezbolá) pero tenemos confianza en la victoria", agregó.

Por otro lado, una reunión para preparar la Conferencia sobre Siria tendrá lugar el próximo 5 de junio en Ginebra, anunció el jueves un comunicado de la ONU.

"Podemos confirmar que el 5 de junio representantes de Estados Unidos, Rusia y la ONU tendrán una reunión tripartita en Ginebra para preparar la Conferencia Internacional sobre Siria" propuesta por rusos y estadounidenses, indicó el comunicado.

La oposición siria anunció este jueves que no participará en la conferencia internacional de paz impulsada por Estados Unidos y Rusia, mientras los aliados externos del régimen de Asad sigan participando en la guerra.

Estados Unidos y Rusia buscan organizar una conferencia de paz internacional bautizada "Ginebra 2", que reuniría en junio a representantes del régimen sirio y de la oposición, con el fin de buscar una salida al conflicto. Ahora esa conferencia parece mas empantanada que nunca, según los observadores.

Moscú, un aliado de Asad, había justificado el martes su decisión de suministrar el sistema de defensa antiaérea a Damasco, cumpliendo así con un contrato firmado años atrás. Según el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov, este suministro impedirá "internacionalizar el conflicto".

En declaraciones a la televisión Al Manar, perteneciente al movimiento chiita libanés Hezbolá, Asad fue interrogado sobre la entrega de los misiles de defensa antiaérea rusos. "Todos los acuerdos con Rusia se cumplirán y una parte ya se ha cumplido recientemente", contestó.

Israel no quiere provocar una "escalada" militar con Siria, pero no permitirá la entrega de armas "estratégicas", especialmente al movimiento chiita libanés Hezbolá, afirmó por su parte el ministro de Agua y Energía israelí, Sylvan Shalom.

Interrogado sobre el suministro de sistemas de defensa antiaérea del tipo S-300 a Siria, Shalom declaró: "Desde hace años Siria dispone de armas estratégicas, el problema se plantearía si estas armas pueden caer en otras manos y ser utilizadas contra nosotros. En este caso, tendríamos que actuar", añadió.

Por su parte, la Coalición Nacional opositora "no participará en ninguna conferencia o esfuerzo mientras las milicias de Irán y el Hezbolá continúen con su invasión de Siria".

El jefe en funciones de la oposición George Sabra hizo sus declaraciones en momentos en que el ejército sirio, apoyado por el movimiento libanés Hezbolá, anunció que había ganado terreno a los rebeldes.

"A la luz de esta masacre, toda discusión sobre una conferencia internacional o una solución política en Siria no es más que habladuría insignificante", recalcó Sabra.

Al término de una reunión de ocho días en Estambul, marcada por duras discusiones, la Coalición hizo oficial la noche del jueves la ampliación a unos 40 nuevos miembros y pospuso hasta mediados de junio la elección de su nuevo presidente.

Los dos principales padrinos financieros de la Coalición, Catar y Arabia Saudí, libraron una guerra de influencia a lo largo de la reunión para hacerse con el control del movimiento hasta el punto de paralizar las discusiones.

El Ejército sirio mató a tres occidentales, entre ellos una estadounidense y un británico musulmanes, en el noroeste de Siria, indicó este jueves el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), y precisó que probablemente ayudaban a la rebelión.

"Murieron por bala en una emboscada en la región de Idleb y el Ejército les encontró encima planos de posiciones militares", indicó Rami Abdel Rahmane, director del OSDH, que trabaja con una amplia red de militantes y fuentes militares y médicas.

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