La muerte de una niña que esperaba un trasplante de corazón abre conciencia en Paraguay
Asunción, EFE
La muerte hace tres semanas de una niña de seis años en espera de un trasplante ha tocado el corazón de la sociedad paraguaya, que empieza a tomar conciencia de la importancia de la donación de órganos gracias al ejemplo de sus padres.
Los progenitores de Anita Almirón esperaron más de seis meses un corazón que no llegó para su pequeña, pese a la campaña de apoyo en medios de
comunicación y redes sociales, y decidieron donar sus córneas, con las que recuperó la vista un niño de 13 años.
La fotografía de Anita cubrió al día siguiente de su muerte el 10 de abril las portadas de los diarios más importantes del país, que siguen cotidianamente la evolución de otros pacientes trasplantados, y abrió un debate sin precedentes en Paraguay.
“Ella no tenía que haber muerto”, dijo Pedro Darío Benítez, de 23 años, dos semanas antes de morir en la noche del Primero de Mayo por las heridas sufridas en accidente de tráfico. Sus hermanos decidieron donar el corazón de Pedro “en memoria de Anita”.
Parecidos comentarios y ejemplos se han multiplicado en la prensa y en las redes sociales.
“Que una niñita muy hermosa de ojos azules haya fallecido en la lista de espera ha tocado el corazón de la mayoría de paraguayos”, dijo a Efe el presidente del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante INAT), el doctor Hugo A. Espinoza.
La respuesta no se hizo esperar, en dos semanas el INAT recibió cinco donaciones multiorgánicas, cardíacas y renales, según Espinoza, que lleva al frente de la institución casi cinco años.
La Iglesia paraguaya se pronunció a favor de la donación de órganos
El 26 de abril, la Iglesia paraguaya se pronunció a favor de la donación de órganos “como un signo de suprema caridad”, en palabras del monseñor Pastor Cuquejo, arzobispo de Asunción, y el Gobierno anunció la compra del primer corazón artificial, que llegará al país en un par de meses.
La Cámara de Diputados aprobó a mediados de abril una ley que impone un descuento del 30 por ciento en las entradas a espectáculos públicos, tanto del sector privado como del público, para aquellos que presenten un carné de donantes.
Y el Instituto de Previsión Social (IPS, seguridad social) presentó un proyecto de ley que prevé la cobertura de los gastos fúnebres de los fallecidos cuyos órganos sean donados, informó a Efe un portavoz del organismo.
A la campaña para promover las donaciones se ha sumado una conocida franquicia internacional de comida rápida que, además de ofrecer descuentos a los donantes, ha sido autorizada a ofrecer a sus clientes que se inscriban en el registro del INAT, dijo Espinoza. “Con eso y el medio informático, aumentará significativamente el número de inscripciones”, confió el doctor.
Las donaciones “van a continuar creciendo porque ahora hay un apoyo popular muy grande”
Paraguay, que tiene una población de 6,7 millones de habitantes, cuenta con unos 12.000 donantes voluntarios inscritos, de los que casi mil han sido dados de alta estas últimas semanas tras la notoriedad cobrada por la agonía de Anita.
Según datos del INAT, en lo que va de 2013 se han efectuado en el país 46 trasplantes (38 de ellos de córneas, cinco de riñón y tres de corazón), frente a los 180 de todo 2012, año en que se duplicaron con respecto al anterior.
Pero, como observó Espinoza, todavía hay rechazos familiares y 400 personas en lista de espera, entre ellos seis que, como Anita, esperan un nuevo corazón.
Las donaciones “van a continuar creciendo porque ahora hay un apoyo popular muy grande”, porfió Espinoza.
La muerte hace tres semanas de una niña de seis años en espera de un trasplante ha tocado el corazón de la sociedad paraguaya, que empieza a tomar conciencia de la importancia de la donación de órganos gracias al ejemplo de sus padres.
Los progenitores de Anita Almirón esperaron más de seis meses un corazón que no llegó para su pequeña, pese a la campaña de apoyo en medios de
comunicación y redes sociales, y decidieron donar sus córneas, con las que recuperó la vista un niño de 13 años.
La fotografía de Anita cubrió al día siguiente de su muerte el 10 de abril las portadas de los diarios más importantes del país, que siguen cotidianamente la evolución de otros pacientes trasplantados, y abrió un debate sin precedentes en Paraguay.
“Ella no tenía que haber muerto”, dijo Pedro Darío Benítez, de 23 años, dos semanas antes de morir en la noche del Primero de Mayo por las heridas sufridas en accidente de tráfico. Sus hermanos decidieron donar el corazón de Pedro “en memoria de Anita”.
Parecidos comentarios y ejemplos se han multiplicado en la prensa y en las redes sociales.
“Que una niñita muy hermosa de ojos azules haya fallecido en la lista de espera ha tocado el corazón de la mayoría de paraguayos”, dijo a Efe el presidente del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante INAT), el doctor Hugo A. Espinoza.
La respuesta no se hizo esperar, en dos semanas el INAT recibió cinco donaciones multiorgánicas, cardíacas y renales, según Espinoza, que lleva al frente de la institución casi cinco años.
La Iglesia paraguaya se pronunció a favor de la donación de órganos
El 26 de abril, la Iglesia paraguaya se pronunció a favor de la donación de órganos “como un signo de suprema caridad”, en palabras del monseñor Pastor Cuquejo, arzobispo de Asunción, y el Gobierno anunció la compra del primer corazón artificial, que llegará al país en un par de meses.
La Cámara de Diputados aprobó a mediados de abril una ley que impone un descuento del 30 por ciento en las entradas a espectáculos públicos, tanto del sector privado como del público, para aquellos que presenten un carné de donantes.
Y el Instituto de Previsión Social (IPS, seguridad social) presentó un proyecto de ley que prevé la cobertura de los gastos fúnebres de los fallecidos cuyos órganos sean donados, informó a Efe un portavoz del organismo.
A la campaña para promover las donaciones se ha sumado una conocida franquicia internacional de comida rápida que, además de ofrecer descuentos a los donantes, ha sido autorizada a ofrecer a sus clientes que se inscriban en el registro del INAT, dijo Espinoza. “Con eso y el medio informático, aumentará significativamente el número de inscripciones”, confió el doctor.
Las donaciones “van a continuar creciendo porque ahora hay un apoyo popular muy grande”
Paraguay, que tiene una población de 6,7 millones de habitantes, cuenta con unos 12.000 donantes voluntarios inscritos, de los que casi mil han sido dados de alta estas últimas semanas tras la notoriedad cobrada por la agonía de Anita.
Según datos del INAT, en lo que va de 2013 se han efectuado en el país 46 trasplantes (38 de ellos de córneas, cinco de riñón y tres de corazón), frente a los 180 de todo 2012, año en que se duplicaron con respecto al anterior.
Pero, como observó Espinoza, todavía hay rechazos familiares y 400 personas en lista de espera, entre ellos seis que, como Anita, esperan un nuevo corazón.
Las donaciones “van a continuar creciendo porque ahora hay un apoyo popular muy grande”, porfió Espinoza.