Hollande quiere que las elecciones en Malí se celebren en todo el territorio
Madrid, EP
El presidente de Francia, François Hollande, ha subrayado este viernes la necesidad de celebrar elecciones en Malí a finales de julio "en la totalidad del territorio", para lo que ha resaltado que será necesaria la existencia de una administración civil con autoridad sobre todo el país.
En este sentido, ha señalado que toda la población, incluyendo a la residente en Kidal, localidad controlada por el Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA), que se ha negado hasta el momento a entregar las armas, debe tener derecho a participar.
"Ya he dicho que todas las facciones del territorio maliense deben ser capaces de organizar elecciones, también Kidal", ha precisado, según ha informado la emisora Radio France Internationale.
"No se puede aceptar, como ya he manifestado en otras ocasiones, que los grupos armados permanezcan en Malí, dañando su soberanía, representada por sus autoridades legítimas", ha apostillado el mandatario francés.
El MNLA ha rechazado en varias ocasiones abandonar las armas de cara a la apertura de negociaciones con el Gobierno de Malí sobre el estatus político del Azawad.
"El MNLA rechaza categóricamente toda petición de su desarme como preámbulo de su participación en un proceso de negociación y sigue convencido de que son sus fuerzas las que protegen a las poblaciones del Azawad", apuntó el grupo a través de un comunicado publicado en marzo.
En este sentido, recalcó que "estas armas sirven a la protección del pueblo del Azawad contra los crímenes masivos y las múltiples violaciones llevadas a cabo por el Ejército de Malí sobre la población civil".
En esta misma línea, el MNLA recordó que las negociaciones de Tamanrasset --firmados en 1991 y que pusieron fin a una revuelta tuareg encabezada por el Movimiento Popular del Azawad (MPA)-- no estuvieron precedidas por el desarme del MPA y que el pacto nacional de 1992 no llegó tras el desarme del Movimiento de los Frentes Unificados del Azawad (MFUA).
Asimismo, subrayó que el acuerdo de Argel en 2006 no estuvo precedido del desarme de la Alianza 23 de Mayo para el cambio, y puso como ejemplo las conversaciones iniciadas este año por los gobiernos de República Centroafricana y República Democrática del Congo con los grupos Séleka y M23, respectivamente.
"¿Qué motivación particular justifica la exigencia del desarme del MNLA de cara a las negociaciones?", se preguntó el grupo, que enumeró además una serie de "concesiones" formuladas de cara a la apertura del proceso de diálogo.
"Estas concesiones han sido adoptadas por el MNLA y constituyen un máximo razonable. Sin embargo, no ha habido ninguna concesión por parte del Gobierno de Malí hasta el momento", manifestó la formación.
Entre las mismas destacó el anuncio de un alto el fuego unilateral el 5 de abril de 2012, la aceptación de la mediación de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) en el proceso de diálogo con Bamako y la creación de una plataforma política de cara al mismo.
LUCHA DEL MNLA
En abril de 2012, el MNLA arrebató todo el norte de Malí, de mayoría tuareg, a las tropas gubernamentales en una rebelión cuyo fin último era la independencia, pero la revuelta fue enseguida secuestrada por tres grupos islamistas: el Movimiento de Unidad para la Yihad en África Occidental (MUYAO), Ansar Dine y Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI).
Desde entonces, los islamistas implantaron la 'sharia' (ley islámica) en las ciudades de Tombuctú, Kidal y Gao y destruyeron templos históricos en los que, según su criterio, se ejercía la idolatría.
A pesar de la declaración de independencia formulada entonces por el MNLA, ni Malí ni la comunidad internacional reconocieron el paso dado por el grupo tuareg. Los tuareg han protagonizado varios levantamientos para conseguir que se reconozca la autonomía de dicho pueblo o la creación de un país propio en la región.
Entre 1990 y 1996, los tuareg combatieron contra Malí y Níger en una revuelta instigada por una grave hambruna en la región, la dura represión contra los derechos políticos de esta población y la crisis de refugiados derivada de la debilidad política de ambos países durante la década de los ochenta.
Más recientemente, los tuareg volvieron a tomar las armas entre 2007 y 2009 a causa de la lenta e insatisfactoria desmovilización e integración de los rebeldes en la vida civil y las Fuerzas Armadas. En el proceso, varios políticos tuareg fueron destituidos de sus cargos y algunos terminaron en la cárcel.
A principios de enero, estos grupos islamistas comenzaron a avanzar hacia la línea de demarcación en la región de Mopti, mientras que varias unidades de los grupos 'yihadistas' presentes en la zona se desplegaron al sur de Tombuctú, ciudad que ya está bajo control del Gobierno central gracias a la operación militar lanzada con el respaldo de París.
La operación francesa comenzó el pasado 11 de enero, cuando Hollande anunció que su Gobierno atendería la petición de ayuda militar formulada por las autoridades malienses, ante la ofensiva lanzada por los islamistas.
El presidente de Francia, François Hollande, ha subrayado este viernes la necesidad de celebrar elecciones en Malí a finales de julio "en la totalidad del territorio", para lo que ha resaltado que será necesaria la existencia de una administración civil con autoridad sobre todo el país.
En este sentido, ha señalado que toda la población, incluyendo a la residente en Kidal, localidad controlada por el Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA), que se ha negado hasta el momento a entregar las armas, debe tener derecho a participar.
"Ya he dicho que todas las facciones del territorio maliense deben ser capaces de organizar elecciones, también Kidal", ha precisado, según ha informado la emisora Radio France Internationale.
"No se puede aceptar, como ya he manifestado en otras ocasiones, que los grupos armados permanezcan en Malí, dañando su soberanía, representada por sus autoridades legítimas", ha apostillado el mandatario francés.
El MNLA ha rechazado en varias ocasiones abandonar las armas de cara a la apertura de negociaciones con el Gobierno de Malí sobre el estatus político del Azawad.
"El MNLA rechaza categóricamente toda petición de su desarme como preámbulo de su participación en un proceso de negociación y sigue convencido de que son sus fuerzas las que protegen a las poblaciones del Azawad", apuntó el grupo a través de un comunicado publicado en marzo.
En este sentido, recalcó que "estas armas sirven a la protección del pueblo del Azawad contra los crímenes masivos y las múltiples violaciones llevadas a cabo por el Ejército de Malí sobre la población civil".
En esta misma línea, el MNLA recordó que las negociaciones de Tamanrasset --firmados en 1991 y que pusieron fin a una revuelta tuareg encabezada por el Movimiento Popular del Azawad (MPA)-- no estuvieron precedidas por el desarme del MPA y que el pacto nacional de 1992 no llegó tras el desarme del Movimiento de los Frentes Unificados del Azawad (MFUA).
Asimismo, subrayó que el acuerdo de Argel en 2006 no estuvo precedido del desarme de la Alianza 23 de Mayo para el cambio, y puso como ejemplo las conversaciones iniciadas este año por los gobiernos de República Centroafricana y República Democrática del Congo con los grupos Séleka y M23, respectivamente.
"¿Qué motivación particular justifica la exigencia del desarme del MNLA de cara a las negociaciones?", se preguntó el grupo, que enumeró además una serie de "concesiones" formuladas de cara a la apertura del proceso de diálogo.
"Estas concesiones han sido adoptadas por el MNLA y constituyen un máximo razonable. Sin embargo, no ha habido ninguna concesión por parte del Gobierno de Malí hasta el momento", manifestó la formación.
Entre las mismas destacó el anuncio de un alto el fuego unilateral el 5 de abril de 2012, la aceptación de la mediación de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) en el proceso de diálogo con Bamako y la creación de una plataforma política de cara al mismo.
LUCHA DEL MNLA
En abril de 2012, el MNLA arrebató todo el norte de Malí, de mayoría tuareg, a las tropas gubernamentales en una rebelión cuyo fin último era la independencia, pero la revuelta fue enseguida secuestrada por tres grupos islamistas: el Movimiento de Unidad para la Yihad en África Occidental (MUYAO), Ansar Dine y Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI).
Desde entonces, los islamistas implantaron la 'sharia' (ley islámica) en las ciudades de Tombuctú, Kidal y Gao y destruyeron templos históricos en los que, según su criterio, se ejercía la idolatría.
A pesar de la declaración de independencia formulada entonces por el MNLA, ni Malí ni la comunidad internacional reconocieron el paso dado por el grupo tuareg. Los tuareg han protagonizado varios levantamientos para conseguir que se reconozca la autonomía de dicho pueblo o la creación de un país propio en la región.
Entre 1990 y 1996, los tuareg combatieron contra Malí y Níger en una revuelta instigada por una grave hambruna en la región, la dura represión contra los derechos políticos de esta población y la crisis de refugiados derivada de la debilidad política de ambos países durante la década de los ochenta.
Más recientemente, los tuareg volvieron a tomar las armas entre 2007 y 2009 a causa de la lenta e insatisfactoria desmovilización e integración de los rebeldes en la vida civil y las Fuerzas Armadas. En el proceso, varios políticos tuareg fueron destituidos de sus cargos y algunos terminaron en la cárcel.
A principios de enero, estos grupos islamistas comenzaron a avanzar hacia la línea de demarcación en la región de Mopti, mientras que varias unidades de los grupos 'yihadistas' presentes en la zona se desplegaron al sur de Tombuctú, ciudad que ya está bajo control del Gobierno central gracias a la operación militar lanzada con el respaldo de París.
La operación francesa comenzó el pasado 11 de enero, cuando Hollande anunció que su Gobierno atendería la petición de ayuda militar formulada por las autoridades malienses, ante la ofensiva lanzada por los islamistas.