Ferguson se retira y Moyes aventaja a Mou como sustituto
Manchester, EFE
Alex Ferguson llegó a las siete menos diez de la mañana a la ciudad deportiva de Carrington. A nadie le extrañó la hora, pero no iba a ser una jornada cualquiera. La noche anterior el Telegraph y otros medios habían anunciado que durante la noche del martes, festivo para la plantilla que se fue a jugar al golf, surgió el rumor de que el preparador escocés podría estar a punto de anunciar su retirada. Nadie sabía nada más. La especulación se disparó a primeras horas de la mañana de ayer, las casas de apuestas empezaron a colocar a Mourinho y David Moyes, entrenador del Everton, como favoritos a sustituirle antes de que se confirmara su jubilación.
Los jugadores llegaron a Carrington a las nueve, como estaba planeado. Y se reunieron en el vestuario de la ciudad deportiva. Ahí Ferguson, para empezar, se disculpó. No le gustó que tuvieran que descubrir por los medios de comunicación que iba a acabar su carrera, hubiera querido realizar el anuncio a su manera. A continuación, se llevó al cuerpo técnico a una sala contigua y charló con ellos en privado. Finalmente, en la cantina, pidió que el resto del personal se juntara y de nuevo agradeció su apoyo y dedicación durante los últimos 26 años. Se acordó de su mujer, Cathy, y los más veteranos, hombres y mujeres, empezaron a llorar. El propio Ferguson tuvo que interrumpir su discurso en un par de ocasiones, emocionado.
Para entonces, el club ya había anunciado por Twitter que había llegado el fin de una era: “Sir Alex Ferguson retires #thankyousirales”. El adiós, pues, por internet, dos décadas y media tras su llegada. El club, al cotizar en bolsa, se ve obligado a publicitar cualquier cambio directivo en el momento de producirse y, como se esperaba, el valor del club descendió unos 6 millones de euros al poco de abrirse la bolsa de Nueva York a las 2.30 de la tarde.
Ferguson, con más de 1.500 partidos en el banquillo, tenía intención de acudir a las carreras de caballos en Chester pero canceló su presencia. "He pensado mucho en la decisión de retirarme y no la he tomado a la ligera. Es el momento adecuado", afirmó a la web del club. “Era importante para mí dejar al club con fortaleza y creo que lo he conseguido... En el futuro, estoy encantado de asumir el papel de director y embajador para el club”.
Se espera que el Manchester United anuncie su reemplazo en las próximas 48 horas. La relación entre Ferguson y Mourinho es excelente, pero el escocés era de los que creía que José no era el hombre adecuado para liderar al club. Lo dice sir Bobby Charlton, directivo y embajador del club, hablando sobre el incidente del dedo en el ojo de Vilanova: “Un entrenador del Manchester United nunca haría eso. Mourinho es un muy buen entrenador pero ahí me quedaría, nada más”. Según fuentes del Manchester United, el sustituto “tendrá el mismo traje que Ferguson y Busby, y debe creer en la cantera”. David Moyes, también de Glasgow y con una manera de entender el fútbol parecida, encaja en ese perfil.
Alex Ferguson llegó a las siete menos diez de la mañana a la ciudad deportiva de Carrington. A nadie le extrañó la hora, pero no iba a ser una jornada cualquiera. La noche anterior el Telegraph y otros medios habían anunciado que durante la noche del martes, festivo para la plantilla que se fue a jugar al golf, surgió el rumor de que el preparador escocés podría estar a punto de anunciar su retirada. Nadie sabía nada más. La especulación se disparó a primeras horas de la mañana de ayer, las casas de apuestas empezaron a colocar a Mourinho y David Moyes, entrenador del Everton, como favoritos a sustituirle antes de que se confirmara su jubilación.
Los jugadores llegaron a Carrington a las nueve, como estaba planeado. Y se reunieron en el vestuario de la ciudad deportiva. Ahí Ferguson, para empezar, se disculpó. No le gustó que tuvieran que descubrir por los medios de comunicación que iba a acabar su carrera, hubiera querido realizar el anuncio a su manera. A continuación, se llevó al cuerpo técnico a una sala contigua y charló con ellos en privado. Finalmente, en la cantina, pidió que el resto del personal se juntara y de nuevo agradeció su apoyo y dedicación durante los últimos 26 años. Se acordó de su mujer, Cathy, y los más veteranos, hombres y mujeres, empezaron a llorar. El propio Ferguson tuvo que interrumpir su discurso en un par de ocasiones, emocionado.
Para entonces, el club ya había anunciado por Twitter que había llegado el fin de una era: “Sir Alex Ferguson retires #thankyousirales”. El adiós, pues, por internet, dos décadas y media tras su llegada. El club, al cotizar en bolsa, se ve obligado a publicitar cualquier cambio directivo en el momento de producirse y, como se esperaba, el valor del club descendió unos 6 millones de euros al poco de abrirse la bolsa de Nueva York a las 2.30 de la tarde.
Ferguson, con más de 1.500 partidos en el banquillo, tenía intención de acudir a las carreras de caballos en Chester pero canceló su presencia. "He pensado mucho en la decisión de retirarme y no la he tomado a la ligera. Es el momento adecuado", afirmó a la web del club. “Era importante para mí dejar al club con fortaleza y creo que lo he conseguido... En el futuro, estoy encantado de asumir el papel de director y embajador para el club”.
Se espera que el Manchester United anuncie su reemplazo en las próximas 48 horas. La relación entre Ferguson y Mourinho es excelente, pero el escocés era de los que creía que José no era el hombre adecuado para liderar al club. Lo dice sir Bobby Charlton, directivo y embajador del club, hablando sobre el incidente del dedo en el ojo de Vilanova: “Un entrenador del Manchester United nunca haría eso. Mourinho es un muy buen entrenador pero ahí me quedaría, nada más”. Según fuentes del Manchester United, el sustituto “tendrá el mismo traje que Ferguson y Busby, y debe creer en la cantera”. David Moyes, también de Glasgow y con una manera de entender el fútbol parecida, encaja en ese perfil.