El escalofriante relato de una mujer que estuvo atrapada cuatro días en los escombros de un edificio en Bangladesh
Bangladesh, AFP
Merina Khatun de 21 años relató que el pasado miércoles entró junto a sus compañeros de trabajo a la fábrica de ropa en la que trabajaba, que se encontraba dentro de un edificio de ocho pisos. Merina creía que la estructura era insegura, pero los empleadores habían amenazado con no pagarle, además les aseguraron que ingenieros habían hecho una inspección y que no habían encontrado nada que causara alarma.
Ahora Merina cuenta desde la cama de un hosp
ital y luego de pasar cuatro días atrapa en los escombros del edificio que se desplomó:“El techo se vino abajo. Traté de correr hacia las escaleras, pero el techo cayó muy rápido. Me senté en el piso cerca a una máquina pesada, lo que me ayudó a permanecer viva”.
Lea a continuación la historia de Merina Khatun:
Merina Khatun, de 21 años, operaba una máquina de coser en una fábrica de ropa dentro del edificio de ocho pisos que colapsó en Dhaka, la capital de Bangladesh, el miércoles de la semana pasada, que resultó en la muerte de más de 400 personas.
Desde su cama de hospital, Merina le contó al servicio al Servicio Bengalí de la BBC su dura experiencia tras quedar atrapada bajo los escombros durante cuatro días.
“Yo estaba en el tercer piso cuando el edificio se desplomó. De repente, el techo se vino abajo. Traté de correr hacia las escaleras, pero el techo cayó muy rápido. Me senté en el piso cerca a una máquina pesada, lo que me ayudó a permanecer viva”, dijo con una voz calmada.
“Mi hermana trabajaba en el mismo edificio y fue rescatada poco después del accidente. Pero yo no pude salir y otra chica murió cuando el edificio colapsó. Viví dentro de los escombros con su cuerpo muerto y otra gente [también sobrevivientes]“, añadió.
Merina tenía una pequeña botella de agua que se le acabó rápidamente. Narró cómo otra gente empezó a beber su orina, pero dijo que ella no lo había hecho.
“Una de mis colegas atrapada conmigo perdió la cabeza y empezó a morderme diciendo: “Llévame con mi hijo”, contó.
“Cada momento mientras estuve atrapada dentro del edificio estuve esperando la muerte, porque no había ninguna esperanza y la situación era aterradora. Estuve entre la esperanza y la desesperación, entre la vida y la muerte, incluso hasta para tomar aliento”.
“Tenía un celular conmigo pero no había señal. Durante los tres primeros días estuve acostada simplemente, consciente. Pero desafortunadamente el cuarto día perdí el conocimiento”, dijo llorando.
Amenazas
Al preguntarle por qué entró al edificio el miércoles a pesar de creer que era inseguro, Merina aseguró que los supervisores de la fábrica habían amenazado a los empleados con no pagarles si no iban a trabajar.
“Muchos trabajadores no querían entrar al edificio y terminamos metidos en una discusión con los supervisores sobre las condiciones del edificio”, añadió.
A Merina y sus colegas les dijeron que el dueño la construcción había hecho una inspección con ingenieros y que no se había enontrado nada que causara alarma.
Los grupos de rescate la encontraron en medio de los escombros el sábado.
“Después de recuperar el conocimiento, me vi en el hospital y pedí ver a mis padres”.
“Pensé que Alá todopoderoso me había devuelto a la vida cuando vi a mis papás al lado de la cama”, expresó.
“Tenía heridas en mi cabeza y cintura, pero los médicos dijeron que todo estará bien pronto”.
Merina, que es soltera, dijo que ella y su hermana son las que proveen económicamente para la familia de seis miembros.
Al preguntarle sobre sus planes futuros, respondió con firmeza: “No más ropa. Volveré a mi pueblo. Sé coser, voy a comprar una máquina de coser y trataré de hacer algo yo”.
Merina Khatun de 21 años relató que el pasado miércoles entró junto a sus compañeros de trabajo a la fábrica de ropa en la que trabajaba, que se encontraba dentro de un edificio de ocho pisos. Merina creía que la estructura era insegura, pero los empleadores habían amenazado con no pagarle, además les aseguraron que ingenieros habían hecho una inspección y que no habían encontrado nada que causara alarma.
Ahora Merina cuenta desde la cama de un hosp
ital y luego de pasar cuatro días atrapa en los escombros del edificio que se desplomó:“El techo se vino abajo. Traté de correr hacia las escaleras, pero el techo cayó muy rápido. Me senté en el piso cerca a una máquina pesada, lo que me ayudó a permanecer viva”.
Lea a continuación la historia de Merina Khatun:
Merina Khatun, de 21 años, operaba una máquina de coser en una fábrica de ropa dentro del edificio de ocho pisos que colapsó en Dhaka, la capital de Bangladesh, el miércoles de la semana pasada, que resultó en la muerte de más de 400 personas.
Desde su cama de hospital, Merina le contó al servicio al Servicio Bengalí de la BBC su dura experiencia tras quedar atrapada bajo los escombros durante cuatro días.
“Yo estaba en el tercer piso cuando el edificio se desplomó. De repente, el techo se vino abajo. Traté de correr hacia las escaleras, pero el techo cayó muy rápido. Me senté en el piso cerca a una máquina pesada, lo que me ayudó a permanecer viva”, dijo con una voz calmada.
“Mi hermana trabajaba en el mismo edificio y fue rescatada poco después del accidente. Pero yo no pude salir y otra chica murió cuando el edificio colapsó. Viví dentro de los escombros con su cuerpo muerto y otra gente [también sobrevivientes]“, añadió.
Merina tenía una pequeña botella de agua que se le acabó rápidamente. Narró cómo otra gente empezó a beber su orina, pero dijo que ella no lo había hecho.
“Una de mis colegas atrapada conmigo perdió la cabeza y empezó a morderme diciendo: “Llévame con mi hijo”, contó.
“Cada momento mientras estuve atrapada dentro del edificio estuve esperando la muerte, porque no había ninguna esperanza y la situación era aterradora. Estuve entre la esperanza y la desesperación, entre la vida y la muerte, incluso hasta para tomar aliento”.
“Tenía un celular conmigo pero no había señal. Durante los tres primeros días estuve acostada simplemente, consciente. Pero desafortunadamente el cuarto día perdí el conocimiento”, dijo llorando.
Amenazas
Al preguntarle por qué entró al edificio el miércoles a pesar de creer que era inseguro, Merina aseguró que los supervisores de la fábrica habían amenazado a los empleados con no pagarles si no iban a trabajar.
“Muchos trabajadores no querían entrar al edificio y terminamos metidos en una discusión con los supervisores sobre las condiciones del edificio”, añadió.
A Merina y sus colegas les dijeron que el dueño la construcción había hecho una inspección con ingenieros y que no se había enontrado nada que causara alarma.
Los grupos de rescate la encontraron en medio de los escombros el sábado.
“Después de recuperar el conocimiento, me vi en el hospital y pedí ver a mis padres”.
“Pensé que Alá todopoderoso me había devuelto a la vida cuando vi a mis papás al lado de la cama”, expresó.
“Tenía heridas en mi cabeza y cintura, pero los médicos dijeron que todo estará bien pronto”.
Merina, que es soltera, dijo que ella y su hermana son las que proveen económicamente para la familia de seis miembros.
Al preguntarle sobre sus planes futuros, respondió con firmeza: “No más ropa. Volveré a mi pueblo. Sé coser, voy a comprar una máquina de coser y trataré de hacer algo yo”.