Británico Cameron sobrevive a rebelión en Parlamento por membresía UE
Londres, Reuters
El primer ministro británico, David Cameron, sufrió el miércoles un humillante golpe en el Parlamento, cuando un tercio de los legisladores conservadores votó en su contra en protesta por su postura sobre la membresía de Reino Unido en la Unión Europea.
Aunque la revuelta no prosperó, podría minar el liderazgo de Cameron, ya que decenas de los legisladores de su propio partido tomaron la muy inusual decisión de votar para rechazar los planes legislativos de su Gobierno, una semana después de que fueron presentados al Parlamento.
Los legisladores díscolos están enojados porque consideran que las propuestas del Gobierno no incluyeron medidas para hacer que el prometido referendo sobre la membresía británica a la UE sea legalmente vinculante.
El malestar dentro del partido ha alentado los rumores de que Gran Bretaña se estaría acercando a su salida del bloque regional y ha traído amargos recuerdos de la lucha interna entre los conservadores que contribuyó a la caída de los ex primeros ministros Margaret Thatcher y John Major.
Si bien la votación no es vinculante, la escala del motín, a menos de dos años de la próxima elección parlamentaria, animará a los euroescépticos a presionarlo para que adopte una línea más dura sobre Europa.
Justo antes de la votación, Cameron minimizó su importancia diciendo que estaba "extremadamente relajado" respecto de lo que es una libre elección de los legisladores conservadores, no así de los ministros.
"Es una votación libre, y como he dicho, estoy relajado al respecto, así que no creo que la gente pueda interpretar algo sobre la escala de esa votación libre", dijo a periodistas en Nueva York, donde se encuentra en una visita oficial.
La líder laborista Harriet Harman dijo anteriormente que Cameron se estaba "convirtiendo en un hazmerreír".
Un total de 130 legisladores votó contra el Gobierno. Se espera que se confirme que más de 100 de ellos son conservadores cuando se entreguen las cifras totales de la votación más tarde. El partido de centro derecha tiene 305 miembros en el Parlamento.
EL DILEMA DE CAMERON
Cameron había previsto poner fin a la disputa europea en enero, cuando prometió renegociar el rol de Gran Bretaña en la UE y llevar adelante un referendo sobre la membresía al bloque antes de fines del 2017, suponiendo que ganaría la próxima elección general en el 2015.
Pero su estrategia fracasó cuando los conservadores euroescépticos pronto comenzaron a empujar para establecer una ley antes del 2015 que garantice que el referendo se realizará. Algunos incluso exigieron un plebiscito anticipado.
El ofrecimiento de Cameron el martes de un proyecto que convertiría su compromiso en legalmente vinculante obtuvo una tibia recepción. Los legisladores rebeldes señalan que la propuesta será bloqueada por el socio de la coalición de conservadores, los Liberales Demócratas pro-UE.
La votación parlamentaria del miércoles resaltó cómo Cameron está siendo atacado por su posición respecto a Europa.
Buscando evitar una división con los Demócratas Liberales, Cameron también debe prevenir alienar a los conservadores euroescépticos que ven a la UE como un "superestado" demasiado poderoso que amenaza la soberanía británica.
El éxito del Partido UK Independence, que se opone a la membresía británica en el bloque, en las elecciones locales de este mes intensificó la presión de los conservadores para que Cameron tome medidas más decisivas respecto a Europa.
Un sondeo de YouGov publicado en abril estimó el respaldo al retiro del bloque en un 43 por ciento, con un 35 por ciento a favor de la permanencia.
El primer ministro británico, David Cameron, sufrió el miércoles un humillante golpe en el Parlamento, cuando un tercio de los legisladores conservadores votó en su contra en protesta por su postura sobre la membresía de Reino Unido en la Unión Europea.
Aunque la revuelta no prosperó, podría minar el liderazgo de Cameron, ya que decenas de los legisladores de su propio partido tomaron la muy inusual decisión de votar para rechazar los planes legislativos de su Gobierno, una semana después de que fueron presentados al Parlamento.
Los legisladores díscolos están enojados porque consideran que las propuestas del Gobierno no incluyeron medidas para hacer que el prometido referendo sobre la membresía británica a la UE sea legalmente vinculante.
El malestar dentro del partido ha alentado los rumores de que Gran Bretaña se estaría acercando a su salida del bloque regional y ha traído amargos recuerdos de la lucha interna entre los conservadores que contribuyó a la caída de los ex primeros ministros Margaret Thatcher y John Major.
Si bien la votación no es vinculante, la escala del motín, a menos de dos años de la próxima elección parlamentaria, animará a los euroescépticos a presionarlo para que adopte una línea más dura sobre Europa.
Justo antes de la votación, Cameron minimizó su importancia diciendo que estaba "extremadamente relajado" respecto de lo que es una libre elección de los legisladores conservadores, no así de los ministros.
"Es una votación libre, y como he dicho, estoy relajado al respecto, así que no creo que la gente pueda interpretar algo sobre la escala de esa votación libre", dijo a periodistas en Nueva York, donde se encuentra en una visita oficial.
La líder laborista Harriet Harman dijo anteriormente que Cameron se estaba "convirtiendo en un hazmerreír".
Un total de 130 legisladores votó contra el Gobierno. Se espera que se confirme que más de 100 de ellos son conservadores cuando se entreguen las cifras totales de la votación más tarde. El partido de centro derecha tiene 305 miembros en el Parlamento.
EL DILEMA DE CAMERON
Cameron había previsto poner fin a la disputa europea en enero, cuando prometió renegociar el rol de Gran Bretaña en la UE y llevar adelante un referendo sobre la membresía al bloque antes de fines del 2017, suponiendo que ganaría la próxima elección general en el 2015.
Pero su estrategia fracasó cuando los conservadores euroescépticos pronto comenzaron a empujar para establecer una ley antes del 2015 que garantice que el referendo se realizará. Algunos incluso exigieron un plebiscito anticipado.
El ofrecimiento de Cameron el martes de un proyecto que convertiría su compromiso en legalmente vinculante obtuvo una tibia recepción. Los legisladores rebeldes señalan que la propuesta será bloqueada por el socio de la coalición de conservadores, los Liberales Demócratas pro-UE.
La votación parlamentaria del miércoles resaltó cómo Cameron está siendo atacado por su posición respecto a Europa.
Buscando evitar una división con los Demócratas Liberales, Cameron también debe prevenir alienar a los conservadores euroescépticos que ven a la UE como un "superestado" demasiado poderoso que amenaza la soberanía británica.
El éxito del Partido UK Independence, que se opone a la membresía británica en el bloque, en las elecciones locales de este mes intensificó la presión de los conservadores para que Cameron tome medidas más decisivas respecto a Europa.
Un sondeo de YouGov publicado en abril estimó el respaldo al retiro del bloque en un 43 por ciento, con un 35 por ciento a favor de la permanencia.