Bagdad se opone a la entrada en el país de milicianos del PKK
Bagdad, EP
El Gobierno central de Irak ha advertido este jueves de que "no acepta" la entrada de "grupos armados" en el país, un día después de que la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) comenzase su repliegue de territorio turco y su traslado hacia la zona norte iraquí.
"El Gobierno iraquí no acepta la entrada de grupos armados en su territorio", ha subrayado en un comunicado el Ministerio de Exteriores, contrario a que estos milicianos puedan terminar "perjudicando la seguridad y la estabilidad" en Irak o en países de la región.
Sin embargo, Bagdad no tiene control sobre la parte septentrional del país, gestionada por el Gobierno regional del Kurdistán, y, por tanto, carece de capacidad para impedir la llegada de miembros del PKK. Pese a las críticas, la Administración de Nuri al Maliki ha aclarado que respalda el acuerdo de paz entre la guerrilla y Ankara.
La retirada del PKK, ordenada el mes pasado por el comandante Murat Karayilan, es por el momento el mayor paso dado hacia la paz. Los primeros guerrilleros llegarán a las bases del grupo en las montañas Qandil en el plazo de una semana.
El Gobierno central de Irak ha advertido este jueves de que "no acepta" la entrada de "grupos armados" en el país, un día después de que la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) comenzase su repliegue de territorio turco y su traslado hacia la zona norte iraquí.
"El Gobierno iraquí no acepta la entrada de grupos armados en su territorio", ha subrayado en un comunicado el Ministerio de Exteriores, contrario a que estos milicianos puedan terminar "perjudicando la seguridad y la estabilidad" en Irak o en países de la región.
Sin embargo, Bagdad no tiene control sobre la parte septentrional del país, gestionada por el Gobierno regional del Kurdistán, y, por tanto, carece de capacidad para impedir la llegada de miembros del PKK. Pese a las críticas, la Administración de Nuri al Maliki ha aclarado que respalda el acuerdo de paz entre la guerrilla y Ankara.
La retirada del PKK, ordenada el mes pasado por el comandante Murat Karayilan, es por el momento el mayor paso dado hacia la paz. Los primeros guerrilleros llegarán a las bases del grupo en las montañas Qandil en el plazo de una semana.