Un Mercosur en crisis enfrenta interrogantes sobre su futuro
Brasilia, AFP
El Mercosur vive un delicado momento con un fuerte retroceso en el comercio y una indefinición sobre su futuro entre los principales bloques en el mundo, evalúan analistas consultados por la AFP.
“La presidenta Cristina (Kirchner) y yo nos empeñamos en hacer avanzar la integración (…) en superar los obstáculos en nuestras relaciones comerciales y de inversión”, afirmó la mandatario brasileña Dilma Rousseff el jueves al ser recib
ida por su par argentina.
Las diferencias comerciales han ganado fuerza en el Mercosur, especialmente desde que Argentina, en busca de evitar la fuga de divisas y de conseguir una mejora del saldo comercial, adoptó hace un año barreras a las importaciones, que afectan a sus vecinos del gran bloque del sur creado en 1991 entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Las exportaciones brasileñas a Argentina retrocedieron 21% en 2012 y otro 10% en el primer trimestre de 2013, en un comercio bilateral que alcanzó un récord de casi 40.000 millones de dólares en 2011.
El comercio del grupo puede retroceder más este año
Aún así, Argentina y en general los países latinoamericanos siguen constituyendo un mercado clave para Brasil, ya que es el destino del 40% de sus exportaciones industrializadas.
Uruguay también ha denunciado el clima comercial y su presidente José Mujica calificó esta semana al Mercosur de “bloque estancado” y “detenido en el tiempo”, al tiempo que los argentinos lamentan la reducción de las inversiones brasileñas y un desbalance en el comercio automotriz.
El comercio del grupo puede retroceder más este año, ante la caída de precios de las materias primas: del petróleo venezolano (Venezuela fue el último país en integrarse al Mercosur el año pasado) a la carne de Uruguay o la soja de Argentina y Brasil, destaca la Asociación de Comercio Exterior de Brasil (AEB).
“Estamos ante un claro momento de pérdida de sinergias entre los países, el bloque requiere una redefinición y una reagrupación”, afirmó a la AFP el economista jefe de la Fundación Centro de Estudios del Comercio (Funcex), Rodrigo Branco.
El bloque vivió un último año intenso con la suspensión de Paraguay en junio -tras la destitución del expresidente Fernando Lugo por el Parlamento de su país, que fue rechazada por sus vecinos del Mercosur- y la incorporación de Venezuela, un gran comprador de productos importados y que constituyó la primera ampliación del grupo en más de dos décadas.
Tras las elecciones presidenciales del domingo, Paraguay y los socios del Mercosur han expresado el interés en la reincorporación paraguaya al bloque.
Negociación con Europa
Pero el Mercosur también enfrenta definiciones externas: ¿cómo no perder su lugar en un mundo en crisis y en el que los países cada vez apuestan más por las ventajas de los acuerdos comerciales, cuando el Mercosur no ha suscrito ninguno significativo?
Europa y Brasil han declarado interés en reimpulsar las negociaciones de un acuerdo de libre comercio entre los dos bloques, sin avances desde hace más de diez años.
El interés brasileño se ha reactivado “especialmente con la decisión de Estados Unidos de negociar con Europa, ya que es su principal competidor en exportaciones de grandes productos como carne y soja”, explicó a la AFP el director de la Asociación de Comercio Exterior de Brasil (AEB), Jose Augusto de Castro.
“Pero es difícil que ese acuerdo se concrete, ya que primero es necesario el retorno de Paraguay, y segundo Argentina lo está objetando”, explicó.
El Mercosur aún enfrenta una especie de competencia en la región tras la reciente creación de la Alianza del Pacífico, que integran Chile, Colombia, México y Perú, con acceso preferencial a los gigantescos mercados de Asia y que “sin duda afectará al Mercosur” que va a perder ventajas en ese continente, destaca el profesor de relaciones interancioanales de la Universidad de Brasilia Carlos Eduardo Vidigal.
La próxima reunión del bloque regional tendrá lugar en Uruguay en junio próximo.
El Mercosur vive un delicado momento con un fuerte retroceso en el comercio y una indefinición sobre su futuro entre los principales bloques en el mundo, evalúan analistas consultados por la AFP.
“La presidenta Cristina (Kirchner) y yo nos empeñamos en hacer avanzar la integración (…) en superar los obstáculos en nuestras relaciones comerciales y de inversión”, afirmó la mandatario brasileña Dilma Rousseff el jueves al ser recib
ida por su par argentina.
Las diferencias comerciales han ganado fuerza en el Mercosur, especialmente desde que Argentina, en busca de evitar la fuga de divisas y de conseguir una mejora del saldo comercial, adoptó hace un año barreras a las importaciones, que afectan a sus vecinos del gran bloque del sur creado en 1991 entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Las exportaciones brasileñas a Argentina retrocedieron 21% en 2012 y otro 10% en el primer trimestre de 2013, en un comercio bilateral que alcanzó un récord de casi 40.000 millones de dólares en 2011.
El comercio del grupo puede retroceder más este año
Aún así, Argentina y en general los países latinoamericanos siguen constituyendo un mercado clave para Brasil, ya que es el destino del 40% de sus exportaciones industrializadas.
Uruguay también ha denunciado el clima comercial y su presidente José Mujica calificó esta semana al Mercosur de “bloque estancado” y “detenido en el tiempo”, al tiempo que los argentinos lamentan la reducción de las inversiones brasileñas y un desbalance en el comercio automotriz.
El comercio del grupo puede retroceder más este año, ante la caída de precios de las materias primas: del petróleo venezolano (Venezuela fue el último país en integrarse al Mercosur el año pasado) a la carne de Uruguay o la soja de Argentina y Brasil, destaca la Asociación de Comercio Exterior de Brasil (AEB).
“Estamos ante un claro momento de pérdida de sinergias entre los países, el bloque requiere una redefinición y una reagrupación”, afirmó a la AFP el economista jefe de la Fundación Centro de Estudios del Comercio (Funcex), Rodrigo Branco.
El bloque vivió un último año intenso con la suspensión de Paraguay en junio -tras la destitución del expresidente Fernando Lugo por el Parlamento de su país, que fue rechazada por sus vecinos del Mercosur- y la incorporación de Venezuela, un gran comprador de productos importados y que constituyó la primera ampliación del grupo en más de dos décadas.
Tras las elecciones presidenciales del domingo, Paraguay y los socios del Mercosur han expresado el interés en la reincorporación paraguaya al bloque.
Negociación con Europa
Pero el Mercosur también enfrenta definiciones externas: ¿cómo no perder su lugar en un mundo en crisis y en el que los países cada vez apuestan más por las ventajas de los acuerdos comerciales, cuando el Mercosur no ha suscrito ninguno significativo?
Europa y Brasil han declarado interés en reimpulsar las negociaciones de un acuerdo de libre comercio entre los dos bloques, sin avances desde hace más de diez años.
El interés brasileño se ha reactivado “especialmente con la decisión de Estados Unidos de negociar con Europa, ya que es su principal competidor en exportaciones de grandes productos como carne y soja”, explicó a la AFP el director de la Asociación de Comercio Exterior de Brasil (AEB), Jose Augusto de Castro.
“Pero es difícil que ese acuerdo se concrete, ya que primero es necesario el retorno de Paraguay, y segundo Argentina lo está objetando”, explicó.
El Mercosur aún enfrenta una especie de competencia en la región tras la reciente creación de la Alianza del Pacífico, que integran Chile, Colombia, México y Perú, con acceso preferencial a los gigantescos mercados de Asia y que “sin duda afectará al Mercosur” que va a perder ventajas en ese continente, destaca el profesor de relaciones interancioanales de la Universidad de Brasilia Carlos Eduardo Vidigal.
La próxima reunión del bloque regional tendrá lugar en Uruguay en junio próximo.