También para Messi fue demasiado

Munich, Clarín
El recuerdo de hace 13 días ilusionaba a los hinchas de Barcelona. Fue el 10 de abril cuando Lionel Messi ingresó a la cancha a los 17 minutos del segundo tiempo para reemplazar a Cesc Fábregas y lograr la remontada con el PSG en el Camp Nou para avanzar a las semifinales de la Liga de Campeones. Esta vez, tras resentirse de su lesión, la Pulga se recuperó y arrancó como titular contra el Bayern Munich en Alemania. La historia, sin embargo, fue distinta: en un Barsa irreconocible, el rosarino no gravitó y tuvo muy pocas ocasiones para darle un gol a su equipo.



En el primer tiempo, a los 29 minutos, Messi tuvo tal vez la mejor oportunidad del Barcelona para llegar al empate, ya que los alemanes se habían puesto en ventaja a los 24 mediante el cabezazo de Müller. El delantero argentino no llegó por poco a conectar un pelotazo cruzado de Pedro, en una de las escasas situaciones que tuvo la visita en todo el partido. Durante esa primera mitad, sobretodo, se notó como La Pulga debía bajar hasta por detrás de la línea de mitad de cancha para tomar la pelota y conectarse con Iniesta y Xavi, con los que más se entiende dentro de la cancha. La presión en la salida era demasiada y su marca también.



En el segundo tiempo ni siquiera eso tuvo Messi. Por momentos, intentó forzar situaciones de peligro pero se lo notó muy solo. Y por otros, se lo notó preocupado por su pierna, la lesión que lo aquejó hace tan pocos días y también molesto con su estado físico. “Leo Messi no llegó a tiempo para evitar el hundimiento del Barça”, tituló en una de sus notas el diario catalán Sport, en su versión online.



“El genio de Rosario demostró muy pronto que está todavía falto de preparación. Alejado del área, cayendo al eje y a la banda derecha para intentar contactar con el balón, Messi estuvo, pese a todo, muy vigilado por todo el Bayern. Sus centrocampistas y sus defensas se fueron rotando para frenarlo, a base de faltas, en las pocas ocasiones en las que pudo entrar en juego”, resumió el sitio.



Minutos después de consumada la goleada, Messi salió del vestuario y enfrentó a la prensa. Y no ocultó que será muy difícil conseguir el pase a la final. “Es complicado porque es un equipo muy bueno pero vamos a intentar lograrlo. En casa vamos a buscarlo y hacer los goles que necesitamos. Está difícil pero lo vamos a intentar”, dijo. Sobre su lesión, aclaró: “Me sentía bien. No jugaba y físicamente no estaba de la mejor manera, pero de la lesión estaba bien, me sentía bien para jugar”. Messi está en deuda y lo sabe. Puede tener revancha, dentro de ocho días, ante su gente para poder darles el pase a la final de la Liga de Campeones.

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