River ratificó su paternidad sobre Racing en el clásico


Buenos Aires, DyN
Con autoridad y jugando un buen primer tiempo, River Plate se quedó en el Cilindro de Avellaneda con el clásico ante Racing Club por 2-0, y volvió a ponerse en carrera en la pelea por el Torneo Final.


Leandro González Pirez, quien se fue lesionado sobre el final del primer tiempo, y Manuel Lanzini, una de las figuras de la cancha, anotaron para un River que se reencontró con una victoria en el clásico después del regreso a Primera División.

Racing quedó en deuda y demostró que es un equipo confundido, sin ideas claras ni argumentos para lastimar el arco contrario, especialmente cuando el rival se le planta a jugar de igual a igual.

River asumió el protagonismo desde el inicio y se hizo fuerte en la zona media apostando a su prolijidad para manejar y tocar la pelota, frente a un rival al cual le costó muchísimo armar juego.

El equipo de Ramón Díaz tuvo en Cristian Ledesma a su cerebro, y junto a Ariel Rojas armaron una sociedad muy productiva para la ofensiva "millonaria". A ellos se les sumaron las permanentes subidas del uruguayo Carlos Sánchez y Leonel Vangioni por las bandas, y el reiterado toqueteo de Manuel Lanzini.

A los 8 minutos se produjo la primera llegada concreta de River, a través de un disparo de Rojas que se fue por arriba del travesaño.

La ventaja llegó a los 12 minutos, con un certero cabezazo de González Pirez, quien le ganó la posición a Mario Bolatti, y colocó el balón sobre el ángulo superior derecho, tras un corner por derecha de Lanzini.

A partir de ahí River continuó monopolizando la pelota pero le faltó profundidad para estirar la diferencia. Lo de Racing siguió siendo muy tibio, con jugadores incómodos en sus posiciones, y sin un eje que se hiciera cargo del balón.

Sobre los 36 minutos, el árbitro Pablo Díaz no cobró una infracción dentro del área de González Pirez a Luis Fariña, lo que hubiese significado el penal que pudo darle al local una inmejorable chance para lograr un empate por el cual no había hecho nada.

En un capítulo netamente favorable, River estuvo a punto de cerrarlo con el segundo gol, pero el bombazo de Lanzini se fue cerca de la base del palo derecho del arco defendido por Sebastián Saja.

En el complemento Racing tuvo otra actitud, aunque siguió con sus problemas para la elaboración de juego. Mejoró con el ingreso de Diego Villar, quien se acomodó por el sector derecho del mediocampo, y con el empuje de todos metió a River contra el arco de Marcelo Barovero.

River ya no tuvo la dinámica ni el protagonismo del primer tiempo, pero cada vez que se dignó a atacar fue mucho más peligroso que su rival.

A los 7 minutos, Sánchez se lo perdió solo frente a Saja, y a los 36 fue Rodrigo Mora, quien desperdició una inmejorable chance frente al arco.

La mejor chance de Racing fue a los 24 minutos cuando Bruno Zuculini cabeceó un centro que Villar envió desde la derecha, pero la pelota rebotó con violencia en el travesaño.

Parecía que el final se iba a desarrollar en las cercanías del arco de River, pero a los 43, Lanzini aprovechó un contragolpe, tomó mal para a la defensa local, eludió a Saja y anotó el 2 a 0.

River ganó bien porque desde el comienzo impuso sus condiciones frente a un Racing que sigue sin despegar, y se fue muy cuestionado por sus hinchas.

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