Franciscanos denuncian inseguridad jurídica y atropello de derechos fundamentales
La Paz, Radio Fides
Los Padres Franciscanos se pronunciaron este martes a propósito de los hechos sucedidos la semana pasada cuando el Ministerio Público decidió aprehender a tres religiosos que pertenecen a esta orden y después se produjo su liberación por decisión de un juez. Los sacerdotes lamentaron el accionar de la justicia en este caso y aseguraron que es la Iglesia Católica la más interesada en que se sepa quienes robaron el templo en Copacabana.
“Basados en los procedimientos y acciones utilizados por la Fiscalía y la Policía Nacional en la detención de los miembros de la comunidad franciscana del santuario de Copacabana y otros ciudadanos, denunciamos un estado de inseguridad jurídica que atropella los derechos fundamentales de las personas, dando la impresión de que la administración de la justicia en el país no actúa de manera objetiva e imparcial”, señala un comunicado oficial emitido hoy.
La Comunidad de Franciscanos dejó claro que son los primeros interesados en el esclarecimiento de los hechos, la sanción a los responsables y la restitución de los objetos sustraídos. Como muestra de ello, en la pasada semana, la Diócesis de El Alto se constituyó en parte denunciante y querellante, junto al ministerio público, para contribuir a establecer la veracidad de los hechos.
“Hacemos un llamado a los pobladores de Copacabana, gentes de buena voluntad, defensores de la paz y devotos fervorosos de nuestra Sra. de Copacabana a actuar en conciencia y no dejarse llevar por rumores infundados que instigan a la violencia y contradicen las enseñanzas de Cristo, que nos impulsan a actuar con libertad, equidad y justicia”, añade la nota.
La Comunidad Franciscana además explicó que los objetos sustraídos a la Virgen, en la madrugada del lunes 22 de abril, son 19 los mismos que se encuentran debidamente inventariados, al igual que sucede con toda donación de los fieles, sin embargo no se hizo su valuación.
“Los objetos sustraídos estaban debidamente registrados, pero no avaluados, porque el Santuario de Copacabana no cuenta con un avalúo de los mismos, debido a que se prioriza su valor espiritual. Por tanto, estos objetos constituyen fundamentalmente un patrimonio de fe que ha sido ultrajado”, cita el comunicado.
Los Padres Franciscanos se pronunciaron este martes a propósito de los hechos sucedidos la semana pasada cuando el Ministerio Público decidió aprehender a tres religiosos que pertenecen a esta orden y después se produjo su liberación por decisión de un juez. Los sacerdotes lamentaron el accionar de la justicia en este caso y aseguraron que es la Iglesia Católica la más interesada en que se sepa quienes robaron el templo en Copacabana.
“Basados en los procedimientos y acciones utilizados por la Fiscalía y la Policía Nacional en la detención de los miembros de la comunidad franciscana del santuario de Copacabana y otros ciudadanos, denunciamos un estado de inseguridad jurídica que atropella los derechos fundamentales de las personas, dando la impresión de que la administración de la justicia en el país no actúa de manera objetiva e imparcial”, señala un comunicado oficial emitido hoy.
La Comunidad de Franciscanos dejó claro que son los primeros interesados en el esclarecimiento de los hechos, la sanción a los responsables y la restitución de los objetos sustraídos. Como muestra de ello, en la pasada semana, la Diócesis de El Alto se constituyó en parte denunciante y querellante, junto al ministerio público, para contribuir a establecer la veracidad de los hechos.
“Hacemos un llamado a los pobladores de Copacabana, gentes de buena voluntad, defensores de la paz y devotos fervorosos de nuestra Sra. de Copacabana a actuar en conciencia y no dejarse llevar por rumores infundados que instigan a la violencia y contradicen las enseñanzas de Cristo, que nos impulsan a actuar con libertad, equidad y justicia”, añade la nota.
La Comunidad Franciscana además explicó que los objetos sustraídos a la Virgen, en la madrugada del lunes 22 de abril, son 19 los mismos que se encuentran debidamente inventariados, al igual que sucede con toda donación de los fieles, sin embargo no se hizo su valuación.
“Los objetos sustraídos estaban debidamente registrados, pero no avaluados, porque el Santuario de Copacabana no cuenta con un avalúo de los mismos, debido a que se prioriza su valor espiritual. Por tanto, estos objetos constituyen fundamentalmente un patrimonio de fe que ha sido ultrajado”, cita el comunicado.