En una ceremonia privada, la elite británica despidió a "la dama de hierro"

LONDRES,AFP
A pesar de los cuestionamientos internos y rodeado por un fuerte operativo de seguridad, Londres comenzó a ser testigo esta mañana
de su mayor funeral político en casi medio siglo, cuando la elite británica se unió a la reina Isabel, a cientos de militares y a varios líderes mundiales para despedir a la ex primera ministra Margaret Thatcher, fallecida el pasado 8 de abril a los 87 años.


Después de que el cortejo fúnebre recorriera las calles de Londres, con algunas protestas, el féretro llegó cerca de las 11 (7 en la Argentina) la catedral de St. Paul, donde se ofició el funeral, que fue privado -no de Estado- y con honores militares.

Durante la homilía, el obispo de Londres, Richard Chartres, hizo referencia a los fuertes sentimientos que aún genera la ex primera ministra, 23 años después de que dejó el cargo.

"La tormenta de opiniones conflictivas se centra en la señora Thatcher que se convirtió en una figura simbólica, e incluso su apellido alcanzó el sufijo ismo'', afirmó. "Hoy los restos de la verdadera Margaret Hilda Thatcher están aquí en la ceremonia de su funeral'', agregó.

"Hay un lugar importante para debatir políticas y legados... pero hoy aquí no es ni el tiempo ni el lugar para hacerlo'', dijo el obispo.

Durante el funeral, la ex primera ministra fue homenajeada con salvas desde la Torre de Londres cada minuto y con el silencio de las campanas del Big Ben, por primera vez desde el funeral de Estado del ex premier británico Winston Churchill, en 1965. Además, bandas militares británicas interpretaron a Beethoven, Mendelssohn y Chopin.



Con una ceremonia privada y con honores militaresLa elite británica despide a Margaret Thatcher.   Foto: EFE

Con una ceremonia privada y con honores militaresLa elite británica despide a Margaret Thatcher.   Foto: EFE
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La ceremonia se realizó en presencia de 2300 invitados, entre los que estaban la reina Isabel II junto a su marido, el duque de Edimburgo, y el gobierno británico en pleno, encabezado por el también conservador David Cameron.
La llegada de Isabel II a la catedral fue recibida por el himno británico, "God Save the Queen" (Dios salve a la Reina). Como el resto de los invitados, la soberana, que el domingo cumple 87 años, fue vestida estrictamente de negro, con un collar de perlas de tres vueltas.
Además de la Reina y los miembros del Gobierno, al funeral asistieron diplomáticos de 170 países, entre ellos el ex presidente sudafricano Frederick De Klerk; el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. También dieron el presente los ex primeros ministros británicos John Major (conservador), Tony Blair y Gordon Brown (laboristas), miembros de los gobiernos de Thatcher y personalidades del mundo del espectáculo.
No hubo, en cambio, presencia argentina. La embajadora en ese país, Alicia Castro, declinó la invitación después de que la familia de Thatcher vetara la presencia de la presidenta Cristina Kirchner. La "dama de hierro" encabezó la guerra de Malvinas en 1982, en la que triunfó en menos de tres meses, y que dejó un saldo cercano a los mil muertos.
Tampoco pudieron asistir, entre otras figuras notables de la vida política de Thatcher, el ex líder soviético reformista Mijail Gorbachov -quien está demasiado frágil para viajar- ni Nancy Reagan, viuda del gran aliado estadounidense de Thatcher, Ronald Reagan.
La prensa local criticó además el bajo perfil de la delegación enviada por el actual mandatario Barak Obama, compuesta por dos ex secretarios de Estado de la era Thatcher, James Baker y George Schultz.
Después de la misa, los familiares de la primera mujer en acceder al cargo de primer ministro en Gran Bretaña asistieron a una recepción en la residencia oficial del intendente de Londres, Mansion House.
Los hijos de Thatcher, los mellizos Carol y Mark, con sus respectivas familias, asistieron a la recepción, a la que también estuvieron invitados David Cameron, su esposa Samantha, el vice premier Nick Clegg, y su mujer, Miriam. El almuerzo contó además con la participación de dignatarios y diplomáticos internacionales invitados al servicio religioso en la Catedral metropolitana.

El cortejo

El auto con los restos de la "dama de hierro", conocida por su estilo conservador y severo durante los once años de mandato, partió del Parlamento esta mañana, cubierto con la bandera británica y un ramo de rosas blancas. El féretro había permanecido toda la noche en una capilla del Palacio de Westminster -donde Thatcher comenzó su carrera política-. Allí, la familia y los diputados pudieron rendirle tributo desde anoche.

 
El recorrido del cortejo fúnebre, desde el Parlamento hasta la catedra St. Paul. Foto: BBC Mundo
Más tarde, los restos de la líder conservadora fueron llevados hasta la iglesia Saint Clement Danes, de la Real Fuerza Aérea (RAF), en la avenida de Strand. Desde allí, el féretro fue transportado en un carro de artillería tirado por seis caballos y escoltado por miembros de las tres fuerzas armadas, entre ellos de los regimientos que participaron en la guerra de las Malvinas.Al pie de las escaleras de San Pablo se colocaron los miembros de la Guardia Real, vestidos de rojo y con sus sombreros negros.
Entre los regimientos que se han sumado a la procesión fúnebre figuran los Guardias Galeses, los que sufrieron las mayores bajas en Malvinas, los Guardias Escoceses, los Reales Ingenieros, el Regimiento de Paracaidistas y los Reales Gurkas, entre otros.
Miles de personas, entre ellos simpatizantes pero también grupos de manifestantes, esperaban desde primera hora de la mañana a lo largo del recorrido del cortejo, en medio de fuertes medidas de seguridad y 4000 policías desplegados ante el temor de que puedan registrarse protestas por parte de sus detractores o incluso un atentado, dos días después de que dos bombas de origen aún desconocido explotaran en una maratón en Estados Unidos.
Con banderas británicas y muchos vestidos de negro, el público se colocó detrás de las vallas dispuestas por las fuerzas del orden que marcaron el recorrido del desfile fúnebre hasta la catedral de St. Paul.
Tras el funeral, la Dama de Hierro será incinerada y sus cenizas enterradas junto a su esposo, Denis, fallecido en 2003 tras 50 años de matrimonio, en los jardines del Royal Hospital Chelsea de Londres.

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