Empate y una mitad para cada equipo en el derbi romano
Si el derbi de la primera vuelta, disputado el pasado mes de noviembre, estuvo presidido por el diluvio bajó el que se disputó, lo que dificultó la correcta circulación del esférico; para este segundo asalto los acontecimientos extradeportivos recuperaron el protagonismo al marcar los prolegómenos del encuentro. Lamentablemente, hoy no fueron noticia las inclemencias meteorológicas, sino que los enfrentamientos violentos entre tifosi volvieron, una vez más en el Calcio, a cobrar mayor protagonismo que el propio espectáculo en el terreno de juego.
Ambos conjuntos saltaron al verde del Olímpico de Roma con bajas considerables en cada una de sus formaciones habituales. Andreazzoli afrontó el choque con las bajas de los sancionados Osvaldo y Piris, además de Balzeretti, aquejado de fiebre. Por parte lazial, la lesión de André Dias y la suplencia, del recién recuperado Stefano Mauri (reservado de cara al partido de vuelta de cuartos de final de la Europa League ante el Fenerbahçe este jueves, 2-0 en la ida disputada en Estambul) supusieron los principales quebraderos de cabeza para el técnico Petkovic durante las horas previas.
La Roma dominó el juego durante los primeros 45 minutos, si bien el control que ejerció no pudo resultar más estéril, lo que benefició sobremanera al conjunto celeste. Los de Petkovic se limitaron a esperar en su campo, y a aprovechar los errores de sus vecinos capitalinos en la circulación de balón. Cada vez que Hernanes, Ledesma u Onazi conseguían interceptar alguna de las avanzadas del hoy conjunto local, la Lazio armaba el contragolpe con apenas uno o dos toques de balón, ofreciendo una continua sensación de peligro.
Como no podía resultar de otra manera, un saque de esquina desaprovechado por la Roma sirvió para que, tras una rápida transición, el brasileño Hernanes colocase un espléndido zurdazo en la escuadra derecha de Stekelenburg. Corría el minuto 16.La Lazio se adelantaba con su primer lanzamiento entre los tres palos defendidos por el internacional holandés.
El gol amainó los ánimos de los locales, y lo que es peor, hizo que perdiesen el norte durante el resto de la primera mitad. Apenas crearon peligro ante la portería de Marchetti. Sólo Totti, con un par de destellos de la calidad que aún atesora en sus botas, y Lamela dieron la sensación de poder invertir el marcador. Poco más se pudo contemplar al término de unos trabados 45 minutos, salvo una fea acción de Castan al golpear con los tacos en el costado del nigeriano de la Lazio Onazi.
Tras la reanudación, un penalti señalado a Marquinho por controlar con su brazo el esférico, al medir erróneamente un inofensivo centro desde la izquierda, iba a marcar el desarrollo del encuentro. Lo que pudo significar el 0-2 para la Lazio, en realidad permitió el despertar de una apagada Roma. Un imperial Hernanes hasta el momento, marró el lanzamiento desde los 11 metros.
Ya con Destro en el terreno de juego, al sustituir a un Daniele de Rossi que arrastró problemas físicos desde prácticamente el comienzo de la contienda, Pjanic caracoleó al llegar al área. Hernanes, aún dándole vueltas a su error en la pena máxima, picó en el engaño del bosnio. Totti, en su 36º derbi romano, no perdonó desde el punto de castigo.
Tras el empate, ambos conjuntos continuaron con sus planteamientos iniciales, con la salvedad de que la Lazio perdió toda claridad a la hora montar la contra. La expulsión, por doble amarilla, de Biava en el ecuador del segundo tiempo significó el espaldarazo definitivo para que los granas comenzasen a certificar su dominio en forma de ocasiones.
Totti se convirtió en el amo y señor del encuentro. No hubo jugada de peligro que no pasase por las botas del 10. Si bien Marchetti (el mejor portero transalpino del momento con el permiso de Gianluigi Buffon) se iba a erigir en el hombre del encuentro para los de Petkovic. Fueron varias sus intervenciones salvadoras. En su único error de la noche, al medir mal en un saque de esquina botado por Totti desde la derecha, Lamela hizo fácil lo difícil y cabeceó desviado con todo a favor.
El derbi romano, si bien falto de gran juego, contó con la emoción que se espera de estos duelos. Hubo penaltis, un expulsado y una mitad para cada equipo.La Lazio se sitúa en quinta posición con 51 puntos, a uno de la Fiorentina –cuarta– y la Roma continúa en la séptima plaza con 48, momentáneamente fuera de Europa.
AS Roma: Stekelenburg; Torosidis, Marquinhos, Castan, Marquinho; Bradley, De Rossi (Destro, 53'), Florenzi (Dodo', 73'); Pjanic; Lamela, Totti.
Lazio: Marchetti; Gonzales, Biava, Cana, Radu (Stankevicius, 89'); Candreva, Onazi, Ledesma (Ciani, 70'), Hernanes, Lulic; Klose (Kozak, 60').
Goles: 0-1, m. 16 Hernanes. 1-1, m.56 Totti (penalti).
Árbitro: Paolo Silvio Mazzoleni. Amonestó a Radu, de Rossi, Lulic, Cana, Lamela, Pjanic y Castan. Expulsó por doble amarilla a Biava.
Estadio: Olímpico de Roma