Condenan a muerte a una británica acusada por tráfico de drogas en Indonesia

Madrid, EP
Un tribunal de la isla indonesia de Bali ha confirmado la condena a pena de muerte dictada contra la británica Lindsay Sandiford, detenida en mayo de 2012 por tráfico de drogas, según ha informado este lunes un portavoz del tribunal.


Sandiford, de Gloucestershire (suroeste de Inglaterra) y de 56 años, fue detenida el pasado mes de mayo por la Policía de Bali, que durante una inspección aduanera de rutina descubrió 4,8 kilogramos de cocaína en el forro de su maleta. La británica acababa de llegar en un vuelo procedente de Bangkok, en Tailandia.

Según el portavoz del tribunal, los jueces han considerado la decisión inicial "exacta y correcta", a pesar de que la Fiscalía había solicitado una condena de 15 años de cárcel. El portavoz ha añadido que la mujer sería informada del veredicto tan pronto como fuese posible. Desde el momento en el que la mujer conozca el fallo, dispondrá de dos semanas para apelar ante el Tribunal Supremo, según ha indicado la cadena BBC.

En caso de que el Supremo rechace su petición, podría solicitar una nueva revisión judicial. Después de ese intento, solamente el presidente del país podría concederle un indulto.

La corresponsal de la BBC en Yakarta ha subrayado que todavía no hay nada perdido para Sandiford, pero que se enfrentará a un largo proceso. "Indonesia tiene una legislación muy estricta respecto a las drogas y con el fusilamiento como castigo máximo por contrabando, aunque es extraño que se lleve a cabo", ha destacado.

En la actualidad, hay 71 presos condenados a muerte acusados por contrabando en Indonesia y 41 de ellos son extranjeros, ha proseguido. El mes pasado, las autoridades indonesias realizaron la primera ejecución en cuatro años, según la BBC.
'BLANCO' DE TRAFICANTES

La Embajada británica en Yakarta ha emitido un comunicado. "Estamos decepcionados con el veredicto del tribunal contra Lindsay Sandiford. Reino Unido se opone contundentemente a la pena capital y ha intentado que el Gobierno modifique su posición en reiteradas ocasiones", ha indicado el documento. "Continuaremos prestándole asistencia consular en estos difíciles momentos", ha agregado.

Su caso ha sido puesto en conocimiento de la organización británica de Derechos Humanos Reprieve, la cual ha destacado que Sandiford fue "el blanco de traficantes de drogas que se aprovecharon de su vulnerabilidad y la amenazaron con matar a sus hijos".

Cuando fue arrestada, Sandiford fue acusada de pertenecer a una banda criminal en la que estarían involucrados otros tres ciudadanos británicos. Julian Ponder, de 43 años, fue condenado a seis años de cárcel por posesión de 23 gramos cocaína. Los otros dos fueron sentenciados a penas de cuatro y un año de cárcel por posesión de drogas y por no haber denunciado un delito.

Entradas populares