Una lista de lectura para niños y jóvenes iberoamericanos
Arturo Wallace
BBC Mundo, Bogotá
"Imagínense que van a visitar a unos queridos amigos, que no ven desde hace mucho tiempo, y ellos tienen hijos, a los que nunca han visto. ¿Qué libro llevarían de regalo para iniciarlos en el camino de la lectura?", les preguntamos.
Casi todos coincidieron en que resultaba difícil elegir únicamente un libro y pidieron permiso para hacer más de una recomendación. Unos preguntaron, tímidamente, si podían regalar sus propias obras. Otros, si podían sugerir títulos de autores que no fueran de la región.
A todos les dijimos que sí. Y estas son algunas de sus recomendaciones.
"A los más chiquitos les voy a obsequiar un libro mío: Esto no es, un libro que hice a partir de la pintura famosísima de Magritte "Esto no es una pipa", porque no era una pipa sino una pintura", propuso el ilustrador y escritor mexicano Alejandro Magallanes.
"Y lo mismo pasa cuando estamos viendo nubes, cuando estamos viendo grietas en el piso: se nos aparecen formas. Entonces este libro es muy visual y dice cosas como 'esto no es una engrapadora, es una ballena', es todo el doble juego de lo que es y lo que no es".
"Me gusta porque es un proceso que yo hago todo el tiempo en mi vida cotidiana. Y me gusta porque a la tercera página los niños ya están inventando cosas mucho mejores de lo que yo les he propuesto. Y eso me indica que el libro abre un poco el apetito para que después se coman todo lo que quieran después".
Algo que también ocurre con otra de sus recomendaciones: Dos círculos centrados, en la que dos círculos de diferentes tamaños van formando diferentes imágenes: un ojo asustado, un huevo estrellado o el planeta Saturno. "Son libros que me gustan porque necesitan la participación de la vista del lector".
Este libro es recomendado por la escritora y promotora de lectura colombiana Irene Vasco para los más pequeños de la casa. "Digamos que para niños a partir de tres años, que ya puedan seguir un hilo conductor. Es un libro muy juguetón, no tiene palabras, solo ilustraciones. Pero los va a invitar a entrar al mundo de la palabra escrita cuando llegue el momento".
Para Vasco, la magia del libro reside en la calidad de las ilustraciones de Cuéllar, quien es de nacionalidad colombiana. E invitada a regalar un libro de su propia autoría, Vasco sugiere Jero carapalida y el guardián de las cosas perdidas, el que está pensado para niños ya más grandes. "Es una historia familiar, la historia de esos pequeños conflictos que se resuelven cariñosamente en cada familia".
"Frederick es un ratoncito de campo que es un poeta, y que reconoce que es un poeta, y por tanto a sus hermanos no les lleva grano, les lleva poesía, les lleva rayitos de sol y se desarrolla en plenitud. Es un libro que rompe completamente con la idea de que hemos venido a este mundo a trabajar, sino que dice, claramente, a lo largo de un hermoso cuento para niños, que hemos venido a este mundo a disfrutar de las cosas bellas".
"Y yo también creo que hemos venido a este mundo a disfrutar de las cosas bellas, y a hacerlas más bellas. Creo que el poeta es tan necesario como el carpintero, que el músico es tan necesario como el albañil, que somos todos necesarios, pero que a ningún niño se le pueden cortar las alas de su creatividad".
De Leo Lionni, el ilustrador español Alfonso Ruano también recomendó Little Blue, la historia un pedacito de color azul que se relaciona con los otros pedacitos de colores, mezclándose y creando nuevos colores. "El relato es una invitación a que el niño construya sus propias historias, como quien construye juguetes con elementos básicos, como una caja, como una cuerda, como una piedra".
El reino del revés, ese mundo fantástico nacido de la imaginación de María Elena Walsh es una recomendación del autor cubano Antonio Orlando Rodríguez. "Es una celebración de la poesía, del humor, del disparate; un verdadero alimento espiritual para los niños y un alimento para su creatividad", dijo Rodríguez de esta compilación de canciones y poemas de la ya fallecida escritora argentina.
Dailan kifki, por su parte, sería uno de los regalos de su compatriota Sergio Andricain. "Es una novela fascinante, divertida, con un sentido del humor muy especial, que cuenta la historia de una familia a la que de pronto un día le aparece un elefante en la puerta. Está llena de peripecias, de situaciones hilarantes, y pienso que cualquier niño la va a disfrutar mucho".
Este clásico del estadounidense Maurice Sendak fue publicado por primera vez en 1963 y es la recomendación de Alfonso Ruano, España. El protagonista de la historia es Max, un niño incomprendido que fantasea con ser un monstruo que pueda espantar a cualquiera. Y al final de un viaje al sitio donde viven los monstruos es nombrado su rey, por ser "el más temible de todos".
"Es un libro que parte del miedo y de lo que produce al miedo, que es la ira. Es un libro-viaje, y en ese viaje el protagonista va haciéndose cargo de su propia identidad, porque va percibiendo adecuadamente lo otro, que a veces puede parecer monstruoso", dice Ruano, quien le dijo a BBC Mundo que decidió dedicarse a la ilustración de libros infantiles en buena medida inspirado por esta obra, famosa por sus "ilustraciones excepcionales".
Un gato se golpea la cabeza y, para evitar que se duerma, su dueña le empieza a contar cuentos. "Es que cuando una persona se golpea la cabeza no debe dormirse, dicen, para no perder la conciencia" explica la escritora argentina María Teresa Andrueto, quien recomendó este libro de su compatriota Ema Wolf. "Entonces la autora, el otro yo de la autora, es como una Scheherezada que le cuenta al gato –como Scheherezada al Gran Visir– cuentos para que no se duerma".
Para Andrueto, Historias a Fernández es "un clásico de la literatura infantil argentina, de una escritora que ha ganado nuestro Premio Nacional, que tiene una obra muy sólida, muy amplia, muy completa, con muchos libros muy lindos". Un buen libro para los niños que ya empiezan a leer por su cuenta, dice, ya que "Ema Wolf trabaja mucho la parodia, y ello presupone para el niño el conocimiento de un género o libro anterior, en este caso la estructura de Las mil y una noches".
La historia de esta señora "que le pone limón en los ojos a sus hijos, que los golpea cuando hacen las cosas bien y los golpea cuando hacen las cosa mal" es la recomendación del autor y editor mexicano Daniel Goldin.
Es una historia, dice, que tiene un efecto "extraordinariamente liberador" en los niños, a los que ayuda a "reconciliarse con el mundo". Pero, según Goldin, el libro publicado originalmente en 1992 "poco a poco también fue teniendo un efecto en las madres y en los padres. Les amplió los horizontes para pensarse a sí mismos y para pensar el vínculo y la comunicación son sus hijos".
"Aclaro, no me parece una obra de gran literatura pero me parece que es una obra que tiene una capacidad de resonancia a distintas edades, y de movilizar al niño no lector y al adulto. Es un libro que ha tenido muchísimas reimpresiones y es muy efectivo para hacer algo que a mí me parece fundamental en estos países: hacerle sentir a los niños y a los jóvenes no lectores que los libros en verdad son capaces de suscitar algo sorpresivo, sorprendente y auténtico".
Publicada originalmente como una revista en Nueva York el año 1889, este clásico cubano incluye tanto artículos que tratan de descubrirle al niño el mundo de las artes, la ciencia y a la sociedad de su tiempo, "pero también hay cuentos y hay poesías que son entrañables", dijo el también cubano Sergio Andricain.
"Yo leí ese libro cuando niño pero lo he seguido leyendo toda mi vida. Es un libro que me acompaña y es un libro que todavía me sigue enseñando y pienso que para un niño, para cualquier niño iberoamericano es importante encontrar este tesoro. Martí era un escritor de ideas. Le importaba mucho la belleza de los textos que ofrecía, pero esa belleza no era hueca. Cada oración, cada párrafo, cada cuento, cada poema, cada artículo de Martí tiene un conjunto de ideas que son fundamentales".
Estos cuentos de los niños de la Amazonía nacieron de la imaginación de la ecuatoriana Edna Iturralde, luego de convivir con ellos en la selva durante algún tiempo.
"Son cuentos que tienen que ver con la realidad que viven los niños ahí y también está mezclado con la magia, que también existe ahí. La magia de la Amazonía. ¿Qué sucede, por ejemplo, cuando hay pequeñas guerras, triviales, y una niña quiere detenerlas porque cuando el chamán está hablando de la guerra la niña ve que sale de su boca una bola de fuego que se va por la selva rompiendo las ramas de los árboles y asustando a los monos?"
Iturralde dijo que regalaría su propio libro "porque trata de un lugar de América Latina que es el pulmón del mundo, que es la Amazonía". Y Verde fue mi selva también fue incluido en el canon de los diez libros "imprescindibles" de la literatura infantil y juvenil latinoamericana del siglo XX elaborado por editorial SM en 2010.
Las aventuras de un niño que se interna en la selva intentando averiguar por qué algo tan hermoso como una rosa tiene una vida tan efímera mientras que un animal como el caimán puede vivir más de cien años, del costarricense Joaquín Gutiérrez, es una de las recomendaciones del escritor cubano Antonio Rodríguez.
"Es un cuento que merece ser leído no sólo por los niños centroamericanos sino por todos los niños de la lengua española. Se le ha llamado 'nuestro Principito'", dijo Rodríguez del libro publicado por primera vez en 1947.
"Esta historia en realidad es una historia muy simple, sobre dos amigos que están de vacaciones, se encuentran y empiezan a tener su primera historia de amor. Es una historia cuya anécdota es muy sencilla, es simplemente ir siguiendo el proceso de estos personajes hasta que se encuentra", dijo el uruguayo Federico Ivanier de esta obra de su compatriota Sebastián Pedrozo.
"Pero yo soy muy hincha de que las novelas se pongan a contar cosas desde el lugar de los chicos, más que desde el lugar que nosotros como adultos pensamos que ellos quieren. Y curiosamente una cosa tan obvia como entiendo yo podría ser el romance muchas veces está tocado casi que con miedo, sin meterse en él".
Para Ivanier, en este libro Pedrós logró ponerse en la piel de cuando tenía 13 años "y escribir desde ahí. Eso para mí hubiera tenido mucho valor como lector, si hubiera tenido la posibilidad de leerlo a esa edad", dijo el escritor uruguayo, quien también recomendó El complot de las flores, de la argentina Andrea Ferrari, la historia de dos jóvenes que simulan un romance para lograr la construcción de una carretera.
"En este libro se funde todo lo que debe desear un niño cuando inicia su vida", dice el escritor español Gonzalo Moure, quien recomendó esta obra de su compatriota Ricardo Gómez para el hijo "algo mayor" de su amigo imaginario.
El protagonista es un niño ciego, de la tribu Crow, que vive en Norteamérica durante la época de llegada de los primeros conquistadores ingleses. "Y él, siendo ciego, y estando a punto de ser sacrificado por ser inútil, su madre lo conserva. Y ese niño ciego consigue llevar a su tribu hacia donde tiene que ir", contó Moura.
"Tiene todos los ingredientes, la aventura, el conocimiento de los caballos… Y tiene un mensaje importantísimo: que te pase lo que te pase en esta vida, si tú eres capaz de ver las cosas que los demás no son capaces de ver, sales adelante".
Una niña pierde a sus padres, artistas de circo que mueren en un accidente durante una función, obligándola a iniciar una nueva vida junto a familiares que nunca había visto, a abandonar el mundo del circo en el que había crecido "y encontrar su nuevo espacio, su nuevo lugar".
"Es una novela sobre la búsqueda de la identidad, del lugar que ocupamos en el mundo", dijo el cubano Antonio Orlando Rodríguez, quien recomendó esta obra de la brasileña Lygia Bojunga Nunes.
"Es un libro donde los niños pueden encontrar respuestas a muchas de sus preguntas vitales y, además, un libro además maravillosamente escrito. Un libro parabólico, que admite muchas interpretaciones, por lo que yo creo que un niño a partir de diez años ya puede empezar a desentrañar las capas de esa novela", dice de su recomendación.
Las obras de Bojunga Nunes son además entusiastamente recomendadas por el escritor, ensayista y editor mexicano Daniel Goldin. "Probablemente (su obra) es la cima, para mí, de la literatura infantil y juvenil latinoamericana", dijo.
La primera edición de este libro del español Antonio Fernández Molina data de 1969. Pero el mexicano Alejandro Magallanes recomienda la versión de la editorial Media Vaca ilustrada por él mismo, que le parece apropiada para niños a partir de 13 años.
"Es un texto tremendo. Para mí es un libro que trata de la estupidez, de la estupidez humana. Trata de dos poblaciones, Cejunta y Gamud, y un poco de lo arbitrario de sus tradiciones, de las cosas que pasan en ellos. Me gusta mucho porque te ríes de lo absurdo que somos, de lo estúpidos que podemos ser como seres humanos", dice el ilustrador mexicano, que para las imágenes se inspiró en la Guerra Civil española y en la época de los cristeros en México, "que son estas guerras civiles en las que los hermanos se matan estúpidamente".
Esta novela juvenil, llevada recientemente al cine por Martin Scorsese, es la recomendación del chileno Sergio Tanhnuz, el director de Publicaciones generales de la editorial SM.
"El protagonista es un chico huérfano que vive clandestinamente en la estación de París, arreglando los relojes. Y este chico conoce un juguetero que es un señor muy hosco, que finalmente se revela que es George Melies, el padre de la fantasía en el cine".
Y para Tanhnuz, la novela del escritor estadounidense combina de forma magistral diferentes géneros, entre ellos el cine, la ilustración, la literatura y hasta el teatro: "Una cierta cantidad de páginas van sólo narradas en ilustraciones y hay que seguirlas, y luego otras en texto, y hay que seguirlas a todo. Es la misma narración que va alternando de géneros".
"Cuchilla es la historia de un profesor, alcohólico, enamorado profundamente y como se enamoran los alcohólicos, de una mujer que lo soporta hasta que no puede soportarlo más. Y toda la historia está vista a través de un par de hermanos que son sus alumnos. Uno de ellos cae profundamente enamorado de la esposa de Cuchilla y el otro le teme horriblemente, porque Cuchilla es una porquería, es el peor profesor de todos".
El colombiano Francisco Montaña resume así esta obra de su compatriota Evelio José Rosero, su recomendación para la lista de lectura para jóvenes iberoamericanos.
"Es un libro que está divinamente bien escrito y tiene además la capacidad de meterse dentro de un conflicto sucio. Y es que yo estoy convencido que la literatura para niños no debe ser aséptica, porque los seres humanos no somos asépticos. Todos tenemos conflictos, todos tenemos odios, todos tenemos vicios, somos seres complejos. Y que el personaje que detona esta historia sea precisamente un alcohólico, un tipo que huele mal, que es represivo, es una maravilla, pues es una oportunidad para entender que los seres humanos somos esa maravillosa complejidad".
BBC Mundo, Bogotá
Los libros infantiles y juveniles parecen gozar de mejor salud que la literatura para adultos.
Tantos libros... ¿Por dónde empezar si se quiere inculcar el hábito de la lectura entre los pequeños de la casa?
Les pedimos consejo a los asistentes al segundo Congreso Iberoamericano de Literatura Infantil y Juvenil, que se celebró en Bogotá esta semana."Imagínense que van a visitar a unos queridos amigos, que no ven desde hace mucho tiempo, y ellos tienen hijos, a los que nunca han visto. ¿Qué libro llevarían de regalo para iniciarlos en el camino de la lectura?", les preguntamos.
Casi todos coincidieron en que resultaba difícil elegir únicamente un libro y pidieron permiso para hacer más de una recomendación. Unos preguntaron, tímidamente, si podían regalar sus propias obras. Otros, si podían sugerir títulos de autores que no fueran de la región.
"Esto no es", Alejandro Magallanes
"Me gusta porque es un proceso que yo hago todo el tiempo en mi vida cotidiana. Y me gusta porque a la tercera página los niños ya están inventando cosas mucho mejores de lo que yo les he propuesto. Y eso me indica que el libro abre un poco el apetito para que después se coman todo lo que quieran después".
Algo que también ocurre con otra de sus recomendaciones: Dos círculos centrados, en la que dos círculos de diferentes tamaños van formando diferentes imágenes: un ojo asustado, un huevo estrellado o el planeta Saturno. "Son libros que me gustan porque necesitan la participación de la vista del lector".
"Saltarines", Olga Cuéllar
"Es un libro muy juguetón, no tiene palabras, solo ilustraciones"
Irene Vasco, escritora colombiana
Para Vasco, la magia del libro reside en la calidad de las ilustraciones de Cuéllar, quien es de nacionalidad colombiana. E invitada a regalar un libro de su propia autoría, Vasco sugiere Jero carapalida y el guardián de las cosas perdidas, el que está pensado para niños ya más grandes. "Es una historia familiar, la historia de esos pequeños conflictos que se resuelven cariñosamente en cada familia".
"Frederikc", Leo Lionni
"Al hijo más pequeño de mi amigo, que está empezando a leer por su cuenta, le llevaría sin duda Frederikc, un libro escrito por un italiano, Leo Lioni, en el año 1967", imaginó el escritor español Gonzalo Moure."Y yo también creo que hemos venido a este mundo a disfrutar de las cosas bellas, y a hacerlas más bellas. Creo que el poeta es tan necesario como el carpintero, que el músico es tan necesario como el albañil, que somos todos necesarios, pero que a ningún niño se le pueden cortar las alas de su creatividad".
De Leo Lionni, el ilustrador español Alfonso Ruano también recomendó Little Blue, la historia un pedacito de color azul que se relaciona con los otros pedacitos de colores, mezclándose y creando nuevos colores. "El relato es una invitación a que el niño construya sus propias historias, como quien construye juguetes con elementos básicos, como una caja, como una cuerda, como una piedra".
"El reino del revés" y "Dailan Kifki", María Elena Walsh
"Es una celebración de la poesía, del humor, del disparate"
Antonio Rodríguez, escritor cubano
Dailan kifki, por su parte, sería uno de los regalos de su compatriota Sergio Andricain. "Es una novela fascinante, divertida, con un sentido del humor muy especial, que cuenta la historia de una familia a la que de pronto un día le aparece un elefante en la puerta. Está llena de peripecias, de situaciones hilarantes, y pienso que cualquier niño la va a disfrutar mucho".
"Donde viven los monstruos", Maurice Sendak
"Es un libro que parte del miedo y de lo que produce al miedo, que es la ira. Es un libro-viaje, y en ese viaje el protagonista va haciéndose cargo de su propia identidad, porque va percibiendo adecuadamente lo otro, que a veces puede parecer monstruoso", dice Ruano, quien le dijo a BBC Mundo que decidió dedicarse a la ilustración de libros infantiles en buena medida inspirado por esta obra, famosa por sus "ilustraciones excepcionales".
"Historias a Fernández", Ema Wolf
"Es como una Scheherezada que le cuenta al gato, como Scheherezada al Gran Visir, cuentos para que no se duerma"
María Teresa Andrueto, escritora argentina
Para Andrueto, Historias a Fernández es "un clásico de la literatura infantil argentina, de una escritora que ha ganado nuestro Premio Nacional, que tiene una obra muy sólida, muy amplia, muy completa, con muchos libros muy lindos". Un buen libro para los niños que ya empiezan a leer por su cuenta, dice, ya que "Ema Wolf trabaja mucho la parodia, y ello presupone para el niño el conocimiento de un género o libro anterior, en este caso la estructura de Las mil y una noches".
"La peor señora del mundo", Francisco Hinojosa
Es una historia, dice, que tiene un efecto "extraordinariamente liberador" en los niños, a los que ayuda a "reconciliarse con el mundo". Pero, según Goldin, el libro publicado originalmente en 1992 "poco a poco también fue teniendo un efecto en las madres y en los padres. Les amplió los horizontes para pensarse a sí mismos y para pensar el vínculo y la comunicación son sus hijos".
"Aclaro, no me parece una obra de gran literatura pero me parece que es una obra que tiene una capacidad de resonancia a distintas edades, y de movilizar al niño no lector y al adulto. Es un libro que ha tenido muchísimas reimpresiones y es muy efectivo para hacer algo que a mí me parece fundamental en estos países: hacerle sentir a los niños y a los jóvenes no lectores que los libros en verdad son capaces de suscitar algo sorpresivo, sorprendente y auténtico".
"La edad de oro", José Martí
"Yo leí ese libro cuando niño pero lo he seguido leyendo toda mi vida. Es un libro que me acompaña y es un libro que todavía me sigue enseñando"
Sergio Andricain, escritor cubano
"Yo leí ese libro cuando niño pero lo he seguido leyendo toda mi vida. Es un libro que me acompaña y es un libro que todavía me sigue enseñando y pienso que para un niño, para cualquier niño iberoamericano es importante encontrar este tesoro. Martí era un escritor de ideas. Le importaba mucho la belleza de los textos que ofrecía, pero esa belleza no era hueca. Cada oración, cada párrafo, cada cuento, cada poema, cada artículo de Martí tiene un conjunto de ideas que son fundamentales".
"Verde fue mi selva", Edna Iturralde
"Son cuentos que tienen que ver con la realidad que viven los niños ahí y también está mezclado con la magia, que también existe ahí. La magia de la Amazonía. ¿Qué sucede, por ejemplo, cuando hay pequeñas guerras, triviales, y una niña quiere detenerlas porque cuando el chamán está hablando de la guerra la niña ve que sale de su boca una bola de fuego que se va por la selva rompiendo las ramas de los árboles y asustando a los monos?"
Iturralde dijo que regalaría su propio libro "porque trata de un lugar de América Latina que es el pulmón del mundo, que es la Amazonía". Y Verde fue mi selva también fue incluido en el canon de los diez libros "imprescindibles" de la literatura infantil y juvenil latinoamericana del siglo XX elaborado por editorial SM en 2010.
"Cocorí", Joaquín Gutiérrez
"Es un cuento que merece ser leído no sólo por los niños centroamericanos sino por todos los niños de la lengua española. Se le ha llamado 'nuestro Principito"
Antonio Rodríguez, escritor cubano
"Es un cuento que merece ser leído no sólo por los niños centroamericanos sino por todos los niños de la lengua española. Se le ha llamado 'nuestro Principito'", dijo Rodríguez del libro publicado por primera vez en 1947.
"Historia de un beso", Sebastián Pedrozo
"Pero yo soy muy hincha de que las novelas se pongan a contar cosas desde el lugar de los chicos, más que desde el lugar que nosotros como adultos pensamos que ellos quieren. Y curiosamente una cosa tan obvia como entiendo yo podría ser el romance muchas veces está tocado casi que con miedo, sin meterse en él".
Para Ivanier, en este libro Pedrós logró ponerse en la piel de cuando tenía 13 años "y escribir desde ahí. Eso para mí hubiera tenido mucho valor como lector, si hubiera tenido la posibilidad de leerlo a esa edad", dijo el escritor uruguayo, quien también recomendó El complot de las flores, de la argentina Andrea Ferrari, la historia de dos jóvenes que simulan un romance para lograr la construcción de una carretera.
"Ojo de nube", Ricardo Gómez
"Tiene un mensaje importantísimo: que te pase lo que te pase en esta vida, si tú eres capaz de ver las cosas que los demás no son capaces de ver, sales adelante"
Gonzalo Moure, escritor español
El protagonista es un niño ciego, de la tribu Crow, que vive en Norteamérica durante la época de llegada de los primeros conquistadores ingleses. "Y él, siendo ciego, y estando a punto de ser sacrificado por ser inútil, su madre lo conserva. Y ese niño ciego consigue llevar a su tribu hacia donde tiene que ir", contó Moura.
"Tiene todos los ingredientes, la aventura, el conocimiento de los caballos… Y tiene un mensaje importantísimo: que te pase lo que te pase en esta vida, si tú eres capaz de ver las cosas que los demás no son capaces de ver, sales adelante".
"La cuerda floja", Lygia Bojunga Nunes
"Es una novela sobre la búsqueda de la identidad, del lugar que ocupamos en el mundo", dijo el cubano Antonio Orlando Rodríguez, quien recomendó esta obra de la brasileña Lygia Bojunga Nunes.
"Es un libro donde los niños pueden encontrar respuestas a muchas de sus preguntas vitales y, además, un libro además maravillosamente escrito. Un libro parabólico, que admite muchas interpretaciones, por lo que yo creo que un niño a partir de diez años ya puede empezar a desentrañar las capas de esa novela", dice de su recomendación.
Las obras de Bojunga Nunes son además entusiastamente recomendadas por el escritor, ensayista y editor mexicano Daniel Goldin. "Probablemente (su obra) es la cima, para mí, de la literatura infantil y juvenil latinoamericana", dijo.
"En Cejunta y Gamud", Antonio Fernández Molina
"Me gusta mucho porque te ríes de lo absurdo que somos, de lo estúpidos que podemos ser"
Alejandro Magallanes, autor e ilustrador mexicano
"Es un texto tremendo. Para mí es un libro que trata de la estupidez, de la estupidez humana. Trata de dos poblaciones, Cejunta y Gamud, y un poco de lo arbitrario de sus tradiciones, de las cosas que pasan en ellos. Me gusta mucho porque te ríes de lo absurdo que somos, de lo estúpidos que podemos ser como seres humanos", dice el ilustrador mexicano, que para las imágenes se inspiró en la Guerra Civil española y en la época de los cristeros en México, "que son estas guerras civiles en las que los hermanos se matan estúpidamente".
"La invención de Hugo Cabret", Brian Selznick
"El protagonista es un chico huérfano que vive clandestinamente en la estación de París, arreglando los relojes. Y este chico conoce un juguetero que es un señor muy hosco, que finalmente se revela que es George Melies, el padre de la fantasía en el cine".
Y para Tanhnuz, la novela del escritor estadounidense combina de forma magistral diferentes géneros, entre ellos el cine, la ilustración, la literatura y hasta el teatro: "Una cierta cantidad de páginas van sólo narradas en ilustraciones y hay que seguirlas, y luego otras en texto, y hay que seguirlas a todo. Es la misma narración que va alternando de géneros".
"Cuchilla", Evelio José Rosero
"La literatura para niños no debe ser aséptica, porque los seres humanos no somos asépticos"
Francisco Montaña, escritor colombiano
El colombiano Francisco Montaña resume así esta obra de su compatriota Evelio José Rosero, su recomendación para la lista de lectura para jóvenes iberoamericanos.
"Es un libro que está divinamente bien escrito y tiene además la capacidad de meterse dentro de un conflicto sucio. Y es que yo estoy convencido que la literatura para niños no debe ser aséptica, porque los seres humanos no somos asépticos. Todos tenemos conflictos, todos tenemos odios, todos tenemos vicios, somos seres complejos. Y que el personaje que detona esta historia sea precisamente un alcohólico, un tipo que huele mal, que es represivo, es una maravilla, pues es una oportunidad para entender que los seres humanos somos esa maravillosa complejidad".