Un "grave error de seguridad" permitió el suicidio del principal acusado por la violación de una joven estudiante
Madrid, EP
El ministro del Interior indio, Sushilkumar Shinde, ha admitido este lunes que un "grave error de seguridad" permitió el suicidio del principal acusado de la violación de una joven estudiante en un autobús de la capital, Nueva Delhi. El supuesto cabecilla, Ram Singh, apareció ahorcado este lunes de madrugada en su celda de la cárcel de Tihar.
Las autoridades han identificado al fallecido, uno de los seis acusados en el caso, como el conductor del autobús en el que la joven estudiante fue violada el pasado 16 de diciembre. Singh, de 33 años, fue detenido junto a su hermano y otras cuatro personas, entre ellas un menor de edad, horas después del suceso.
El ataque contra la joven, que murió dos semanas más tarde en un hospital de Singapur debido a las heridas internas, provocó protestas masivas y ha generado un debate a nivel nacional sobre el alto número de delitos sexuales en India, donde, de media, se produce una violación cada 20 minutos.
El ministro del Interior ha salido al paso de las críticas recibidas por las autoridades tras el suicidio para reconocer que se trató de "un grave error de seguridad". En este sentido, ha reconocido que no es "un incidente menor" y que, por tanto, se tomarán acciones contra las autoridades responsables de los ocurrido.
No obstante, ha aclarado que no se expedientará a nadie de forma inmediata y ha aplazado cualquier decisión al respecto hasta que concluya la investigación, en un plazo de entre dos o tres semanas.
Un portavoz de la prisión de Tihar, Sunil Gupta, ha explicado a la radiotelevisión pública británica BBC que Singh aparentemente se ahorcó con el trozo de una manta aprovechando que sus tres vigilantes estaban dormidos. Según Gupta, no se había establecido ningún protocolo antisuicidio sobre Singh.
DUDAS DE SU FAMILIA
El abogado V.K. Anand ha explicado que se enteró de la muerte de su cliente a través de la Policía y ha aclarado que no detectó indicios que llevasen a sospechar de un posible suicidio: "No sufría estrés. Estaba muy contento, el juicio estaba yendo muy bien".
Por su parte, el padre del acusado, Mangelal Singh, ha advertido de que su hijo sufría graves heridas que le impedían suicidarse de la forma en que, según las autoridades, se quitó la vida. "Mi hijo no se suicidó", ha subrayado y ha denunciado que su hijo sufrió abusos por parte de otros presos y amenazas de reclusos y guardias.
Para el padre de la joven violada, sin embargo, no hay duda de lo ocurrido. "El demonio que llevó a Ram Singh a hacer lo que hizo a mi hija también le ha llevado a la muerte", ha indicado, en declaraciones recogidas por el periódico 'Times of India'.
La madre de la víctima cree que, con el fallecimiento de Singh, se ha hecho "algún tipo de justicia", pese a haber preferido que su fallecimiento se hubiese debido a una condena a muerte. "Dios está con nosotros", ha dicho, en la misma línea, el hermano de la joven.
La familia confía en que este imprevisto no afecte al desarrollo del juicio, para el que este lunes estaba prevista una nueva vista. Los imputados adultos se enfrentan a un total de 13 cargos, entre ellos asesinato, violación en grupo, secuestro y destrucción de pruebas, que podrían suponerles la pena capital.
El ministro del Interior indio, Sushilkumar Shinde, ha admitido este lunes que un "grave error de seguridad" permitió el suicidio del principal acusado de la violación de una joven estudiante en un autobús de la capital, Nueva Delhi. El supuesto cabecilla, Ram Singh, apareció ahorcado este lunes de madrugada en su celda de la cárcel de Tihar.
Las autoridades han identificado al fallecido, uno de los seis acusados en el caso, como el conductor del autobús en el que la joven estudiante fue violada el pasado 16 de diciembre. Singh, de 33 años, fue detenido junto a su hermano y otras cuatro personas, entre ellas un menor de edad, horas después del suceso.
El ataque contra la joven, que murió dos semanas más tarde en un hospital de Singapur debido a las heridas internas, provocó protestas masivas y ha generado un debate a nivel nacional sobre el alto número de delitos sexuales en India, donde, de media, se produce una violación cada 20 minutos.
El ministro del Interior ha salido al paso de las críticas recibidas por las autoridades tras el suicidio para reconocer que se trató de "un grave error de seguridad". En este sentido, ha reconocido que no es "un incidente menor" y que, por tanto, se tomarán acciones contra las autoridades responsables de los ocurrido.
No obstante, ha aclarado que no se expedientará a nadie de forma inmediata y ha aplazado cualquier decisión al respecto hasta que concluya la investigación, en un plazo de entre dos o tres semanas.
Un portavoz de la prisión de Tihar, Sunil Gupta, ha explicado a la radiotelevisión pública británica BBC que Singh aparentemente se ahorcó con el trozo de una manta aprovechando que sus tres vigilantes estaban dormidos. Según Gupta, no se había establecido ningún protocolo antisuicidio sobre Singh.
DUDAS DE SU FAMILIA
El abogado V.K. Anand ha explicado que se enteró de la muerte de su cliente a través de la Policía y ha aclarado que no detectó indicios que llevasen a sospechar de un posible suicidio: "No sufría estrés. Estaba muy contento, el juicio estaba yendo muy bien".
Por su parte, el padre del acusado, Mangelal Singh, ha advertido de que su hijo sufría graves heridas que le impedían suicidarse de la forma en que, según las autoridades, se quitó la vida. "Mi hijo no se suicidó", ha subrayado y ha denunciado que su hijo sufrió abusos por parte de otros presos y amenazas de reclusos y guardias.
Para el padre de la joven violada, sin embargo, no hay duda de lo ocurrido. "El demonio que llevó a Ram Singh a hacer lo que hizo a mi hija también le ha llevado a la muerte", ha indicado, en declaraciones recogidas por el periódico 'Times of India'.
La madre de la víctima cree que, con el fallecimiento de Singh, se ha hecho "algún tipo de justicia", pese a haber preferido que su fallecimiento se hubiese debido a una condena a muerte. "Dios está con nosotros", ha dicho, en la misma línea, el hermano de la joven.
La familia confía en que este imprevisto no afecte al desarrollo del juicio, para el que este lunes estaba prevista una nueva vista. Los imputados adultos se enfrentan a un total de 13 cargos, entre ellos asesinato, violación en grupo, secuestro y destrucción de pruebas, que podrían suponerles la pena capital.
