Tras el primer día del cónclave se espera que se perfilen los cuatro candidatos favoritos
Roma, AFP
Cientos de fieles centrarán este martes su atención en la pequeña chimenea que se asoma desde el sábado sobre la Capilla Sixtina del Vaticano en espera de la primera fumata de la era post-Ratzinger.
A pesar de que hoy inicia el primer día del cónclave en el que se elegirá al sucesor de Benedicto XVI, todavía no hay un claro favorito que logre concitar el apoyo de los 77 cardenales electores (una mayoría de dos tercios) que son necesarios para proclamarse Papa.
En toda la jornada de este martes, sólo habrá una votación por la tarde, y será a partir de mañana cuando el ritmo del cónclave se precipite con cuatro votaciones diarias, dos en la mañana y otras dos en la tarde, por lo que, si todo va bien y el consenso se alcanza pronto, podría haber Papa antes del fin de semana. De momento, se prevé que ningún cardenal supere los 30 o 40 votos en esta primera ronda.
A partir de mañana se espera que el ritmo del cónclave se precipite con cuatro votaciones diarias
Se espera que el encuentro de hoy sea una jornada esclarecedora para perfilar los tres o cuatro nombres que pueden tener más posibilidades de ser escogidos como máximo representante de la Iglesia católica.
Entre los que podría haber uno o dos de América del Norte y para ello suenan los nombres de Marc Ouellet (69 años), cardenal arzobispo de Quebec; Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York; Donald Wuerl, cardenal arzobispo de Washington, y Sean O’Malley, Boston; uno de América del Sur, que podría ser el brasileño Odilo Pedro Scherer (63 años), arzobispo de Sao Paulo y que cuenta con el apoyo explícito de la actual Curia romana y, por último, alguien en representación y apoyo de Europa como el arzobispo de Milán, Angelo Scola (71 años).
En el caso de empate, podrían surgir otras alternativas como el mexicano Francisco Robles Ortega, el húngaro Péter Erdo o el austriaco Christoph Schönborn. Sin embargo, la atención se centra no sólo en el perfil del futuro Pontífice o en la nacionalidad del mismo, sino que también se ha especulado mucho sobre los posibles nombres que acompañarán al futuro Papa como secretarios del Estado Vaticano.
Si el futuro Obispo de Roma no fuera italiano, suenan con fuerza los nombres de dos cardenales de esa nacionalidad para ese puesto: por un lado, Mauro Piacenza, actual prefecto para la Congregación para el Clero, y el cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales.
Los 115 cardenales están convocados en la capilla Paulina para luego ir en procesión hasta la Sixtina
Los 115 cardenales están convocados a la capilla Paulina desde la que se dirigirán en procesión hasta la célebre Sixtina. Tras el canto del “Veni Creator Spiritus”, con el que invocarán la ayuda del Espíritu Santo, procederán al juramento por el que se comprometerán a mantener el secreto de todo lo que se diga o haga durante las jornadas de elección bajo pena de excomunión. Después, el Maestro de Ceremonias Pontificias, Guido Marini, pronunciará la frase “extra omnes” y todos los ajenos al cónclave saldrán de la Capilla.
El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, explicó ayer que el prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Ganswein, que es a la vez secretario particular de Benedicto XVI, también asistirá a la ceremonia de comienzo del cónclave y ha expresado su deseo de seguir sirviendo al Papa emérito, Joseph Ratzinger, en Castel Gandolfo, aunque se pondrá a disposición también del nuevo Obispo de Roma.
Cientos de fieles centrarán este martes su atención en la pequeña chimenea que se asoma desde el sábado sobre la Capilla Sixtina del Vaticano en espera de la primera fumata de la era post-Ratzinger.
A pesar de que hoy inicia el primer día del cónclave en el que se elegirá al sucesor de Benedicto XVI, todavía no hay un claro favorito que logre concitar el apoyo de los 77 cardenales electores (una mayoría de dos tercios) que son necesarios para proclamarse Papa.
En toda la jornada de este martes, sólo habrá una votación por la tarde, y será a partir de mañana cuando el ritmo del cónclave se precipite con cuatro votaciones diarias, dos en la mañana y otras dos en la tarde, por lo que, si todo va bien y el consenso se alcanza pronto, podría haber Papa antes del fin de semana. De momento, se prevé que ningún cardenal supere los 30 o 40 votos en esta primera ronda.
A partir de mañana se espera que el ritmo del cónclave se precipite con cuatro votaciones diarias
Se espera que el encuentro de hoy sea una jornada esclarecedora para perfilar los tres o cuatro nombres que pueden tener más posibilidades de ser escogidos como máximo representante de la Iglesia católica.
Entre los que podría haber uno o dos de América del Norte y para ello suenan los nombres de Marc Ouellet (69 años), cardenal arzobispo de Quebec; Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York; Donald Wuerl, cardenal arzobispo de Washington, y Sean O’Malley, Boston; uno de América del Sur, que podría ser el brasileño Odilo Pedro Scherer (63 años), arzobispo de Sao Paulo y que cuenta con el apoyo explícito de la actual Curia romana y, por último, alguien en representación y apoyo de Europa como el arzobispo de Milán, Angelo Scola (71 años).
En el caso de empate, podrían surgir otras alternativas como el mexicano Francisco Robles Ortega, el húngaro Péter Erdo o el austriaco Christoph Schönborn. Sin embargo, la atención se centra no sólo en el perfil del futuro Pontífice o en la nacionalidad del mismo, sino que también se ha especulado mucho sobre los posibles nombres que acompañarán al futuro Papa como secretarios del Estado Vaticano.
Si el futuro Obispo de Roma no fuera italiano, suenan con fuerza los nombres de dos cardenales de esa nacionalidad para ese puesto: por un lado, Mauro Piacenza, actual prefecto para la Congregación para el Clero, y el cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales.
Los 115 cardenales están convocados en la capilla Paulina para luego ir en procesión hasta la Sixtina
Los 115 cardenales están convocados a la capilla Paulina desde la que se dirigirán en procesión hasta la célebre Sixtina. Tras el canto del “Veni Creator Spiritus”, con el que invocarán la ayuda del Espíritu Santo, procederán al juramento por el que se comprometerán a mantener el secreto de todo lo que se diga o haga durante las jornadas de elección bajo pena de excomunión. Después, el Maestro de Ceremonias Pontificias, Guido Marini, pronunciará la frase “extra omnes” y todos los ajenos al cónclave saldrán de la Capilla.
El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, explicó ayer que el prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Ganswein, que es a la vez secretario particular de Benedicto XVI, también asistirá a la ceremonia de comienzo del cónclave y ha expresado su deseo de seguir sirviendo al Papa emérito, Joseph Ratzinger, en Castel Gandolfo, aunque se pondrá a disposición también del nuevo Obispo de Roma.