Séléka ocupa dos localidades del sur de la República Centroafricana
Madrid, EP
La alianza rebelde Séléka ha ocupado otras dos localidades del sur de la República Centroafricana a pesar de la firma de los acuerdos de paz, que tuvo lugar hace justamente dos meses, y del inicio de las negociaciones con el Gobierno de Bangui sobre una serie de demandas de los insurgentes, según han informado este martes fuentes locales.
Las localidades de Gambo y Bangassou, situadas a unos 60 kilómetros de la frontera con la República Democrática del Congo (RDC), fueron ocupadas ayer lunes en pocas horas y sin apenas resistencia, según ha informado el diario 'Journal du Bangui' y han confirmado fuentes locales a la agencia misionera de noticias MISNA. De momento no hay más detalles por problemas de comunicación.
El portavoz del Gobierno, Crépin Mboli, ha condenado enérgicamente estos ataques y ha afirmado que resulta "incomprensible que se hayan cometido en plenas negociaciones sobre las demandas de los rebeldes". Según el portavoz, un convoy de siete vehículos de los rebeldes ha entrado en Bangassou y ha obligado a las fuerzas gubernamentales a retirarse hacia Bakouma, en el este.
La ofensiva se ha producido dos meses después de la firma de los acuerdos de paz de Libreville entre Séléka y el Gobierno del presidente François Bozizé, con los que teóricamente debieran haber acabado los enfrentamientos.
Pese a los acuerdos de paz y a la formación de un gobierno de unidad nacional que incluye a miembros de la propia Séléka, a lo largo de las últimas semanas ha seguido habiendo ataques en las regiones del centro y sur del país, atribuidos a una rama disidente de la alianza rebelde.
Aparte, en los dos meses transcurridos desde los acuerdos de paz, los rebeldes han ocupado las zonas diamantíferas de Dimbi y Kembé, en el centro-sur, y las áreas de Kouango, Mobaye (sureste) y Sida (norte), con graves consecuencias humanitarias y económicas.
Los rebeldes se negaron el pasado mes de febrero a adherirse al proceso de reagrupamiento y desarme que debía llevarse a cabo en algunas zonas del centro y norte del país, y una facción de Séléka, actualmente dividida, ha amenazado incluso con "reanudar las hostilidades si no se respetan e implementen algunos puntos fundamentales del acuerdo", entre ellos la retirada de las fuerzas extranjeras y la liberación de presos.
LA CRISIS
La crisis en la República Centroafricana comenzó el pasado 10 de diciembre, cuando Séléka se hizo con el poder, en muy pocos días, de amplias zonas del centro y norte del país y acusó al presidente Bozizé de haber violado los anteriores acuerdos de paz de 2008.
Los acuerdos de Libreville, capital de Gabón, fueron firmados el pasado 11 de enero y dieron salida a un proceso de transición de doce meses de duración durante el cual Bozizé no tendrá competencia para cesar al primer ministro y que debería concluir con la celebración de elecciones generales. El presidente, que llegó al poder en 2003 mediante un golpe de Estado, se comprometió también a no optar a un nuevo mandato en 2016.
La alianza rebelde Séléka ha ocupado otras dos localidades del sur de la República Centroafricana a pesar de la firma de los acuerdos de paz, que tuvo lugar hace justamente dos meses, y del inicio de las negociaciones con el Gobierno de Bangui sobre una serie de demandas de los insurgentes, según han informado este martes fuentes locales.
Las localidades de Gambo y Bangassou, situadas a unos 60 kilómetros de la frontera con la República Democrática del Congo (RDC), fueron ocupadas ayer lunes en pocas horas y sin apenas resistencia, según ha informado el diario 'Journal du Bangui' y han confirmado fuentes locales a la agencia misionera de noticias MISNA. De momento no hay más detalles por problemas de comunicación.
El portavoz del Gobierno, Crépin Mboli, ha condenado enérgicamente estos ataques y ha afirmado que resulta "incomprensible que se hayan cometido en plenas negociaciones sobre las demandas de los rebeldes". Según el portavoz, un convoy de siete vehículos de los rebeldes ha entrado en Bangassou y ha obligado a las fuerzas gubernamentales a retirarse hacia Bakouma, en el este.
La ofensiva se ha producido dos meses después de la firma de los acuerdos de paz de Libreville entre Séléka y el Gobierno del presidente François Bozizé, con los que teóricamente debieran haber acabado los enfrentamientos.
Pese a los acuerdos de paz y a la formación de un gobierno de unidad nacional que incluye a miembros de la propia Séléka, a lo largo de las últimas semanas ha seguido habiendo ataques en las regiones del centro y sur del país, atribuidos a una rama disidente de la alianza rebelde.
Aparte, en los dos meses transcurridos desde los acuerdos de paz, los rebeldes han ocupado las zonas diamantíferas de Dimbi y Kembé, en el centro-sur, y las áreas de Kouango, Mobaye (sureste) y Sida (norte), con graves consecuencias humanitarias y económicas.
Los rebeldes se negaron el pasado mes de febrero a adherirse al proceso de reagrupamiento y desarme que debía llevarse a cabo en algunas zonas del centro y norte del país, y una facción de Séléka, actualmente dividida, ha amenazado incluso con "reanudar las hostilidades si no se respetan e implementen algunos puntos fundamentales del acuerdo", entre ellos la retirada de las fuerzas extranjeras y la liberación de presos.
LA CRISIS
La crisis en la República Centroafricana comenzó el pasado 10 de diciembre, cuando Séléka se hizo con el poder, en muy pocos días, de amplias zonas del centro y norte del país y acusó al presidente Bozizé de haber violado los anteriores acuerdos de paz de 2008.
Los acuerdos de Libreville, capital de Gabón, fueron firmados el pasado 11 de enero y dieron salida a un proceso de transición de doce meses de duración durante el cual Bozizé no tendrá competencia para cesar al primer ministro y que debería concluir con la celebración de elecciones generales. El presidente, que llegó al poder en 2003 mediante un golpe de Estado, se comprometió también a no optar a un nuevo mandato en 2016.
