Sarkozy dedicará todas sus energías a demostrar su "honestidad"
París, EP
El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha tachado de "injusta" su imputación por un juez de Burdeos por un presunto delito de abuso de debilidad al aprovecharse, supuestamente, de la anciana heredera del imperio cosmético L'Oréal, Liliane Bettencourt, para financiar su campaña al Elíseo en 2007, y ha asegurado que empleará todas sus energías en demostrar su "honestidad".
En un mensaje colgado en su perfil de Facebook este lunes, Sarkozy ha agradecido "de corazón" a los que le han expresado su "confianza" tras la "imputación injusta e infundada" de la que es objeto desde el miércoles pasado.
"En ningún momento de mi vida pública he traicionado los deberes de mi cargo", ha aseverado el exjefe de Estado, que desde que dejó el Elíseo en junio pasado se ha mantenido apartado de la vida política.
En este sentido, "voy a dedicar toda mi energía a demostrar mi probidad y honestidad" porque, ha añadido, "la verdad terminará por triunfar, no lo dudo".
Por otra parte, ha querido dejar claro que no reclama "ningún trato particular que no sea el de cualquier ciudadano que tiene el derecho a una justicia imparcial y serena". Precisamente "porque confío en la institución judicial emplearé las vías del derecho que están abiertas a cualquier ciudadano", ha remachado en su mensaje en la citada red social, que firma con "NS".
El viernes pasado su abogado, Thierry Herzog, adelantó que recurrirá ante la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de Burdeos para que se anule la imputación del exmandatario.
Sarkozy compareció el jueves durante diez horas en el Palacio de Justicia de Burdeos, donde se sometió a careos con varios empleados de Bettencourt en el marco de la investigación abierta por la presunta financiación irregular de la Unión por un Movimiento Popular (UMP).
Varias personas del entorno de la mujer más rica de Francia, actualmente bajo tutela de su familia, habían declarado que Sarkozy la visitó varias veces en su vivienda. Al menos hasta ahora, el antiguo jefe de Estado únicamente ha admitido un breve encuentro con el marido de la millonaria, André Bettencourt, fallecido en noviembre de 2007.
Al término de la larga comparecencia ante el juez responsable del caso, Jean-Michel Gentil, la fiscalía confirmó en un comunicado la imputación de Sarkozy por un presunto delito de "abuso de debilidad" cometido en 2007 y "en perjuicio de Liliane Bettencourt Schuller".
El Código Penal galo establece una pena de hasta tres años de cárcel y 375.000 euros de multa por "el abuso fraudulento del estado de ignorancia o de la situación de debilidad" de una persona menor de edad, anciana, enferma o discapacitada.
Con la imputación de Sarkozy ya son 17 las personas involucradas judicialmente por la supuesta financiación irregular de la UMP, según recoge la prensa francesa.
SOSPECHAS
Las sospechas sobre el expresidente, cuyo domicilio fue registrado en julio de 2012, aumentaron tras el inicio de las investigaciones contra Patrice de Maistre, exgestor del patrimonio de Bettencourt. Una antigua contable de la familia Bettencourt reveló que De Maistre había entregado 150.000 euros al tesorero de la campaña de la UMP para las presidenciales de 2007, Eric Woerth.
El pasado mes de noviembre, Sarkozy alegó ante el juez que "nunca" había recibido dinero de la familia de la millonaria, según reveló entonces el periódico 'Sud-Ouest'. En aquella ocasión, ya abandonó el tribunal bajo la consideración de 'testigo asistido', estatus intermedio entre testigo e imputado.
El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha tachado de "injusta" su imputación por un juez de Burdeos por un presunto delito de abuso de debilidad al aprovecharse, supuestamente, de la anciana heredera del imperio cosmético L'Oréal, Liliane Bettencourt, para financiar su campaña al Elíseo en 2007, y ha asegurado que empleará todas sus energías en demostrar su "honestidad".
En un mensaje colgado en su perfil de Facebook este lunes, Sarkozy ha agradecido "de corazón" a los que le han expresado su "confianza" tras la "imputación injusta e infundada" de la que es objeto desde el miércoles pasado.
"En ningún momento de mi vida pública he traicionado los deberes de mi cargo", ha aseverado el exjefe de Estado, que desde que dejó el Elíseo en junio pasado se ha mantenido apartado de la vida política.
En este sentido, "voy a dedicar toda mi energía a demostrar mi probidad y honestidad" porque, ha añadido, "la verdad terminará por triunfar, no lo dudo".
Por otra parte, ha querido dejar claro que no reclama "ningún trato particular que no sea el de cualquier ciudadano que tiene el derecho a una justicia imparcial y serena". Precisamente "porque confío en la institución judicial emplearé las vías del derecho que están abiertas a cualquier ciudadano", ha remachado en su mensaje en la citada red social, que firma con "NS".
El viernes pasado su abogado, Thierry Herzog, adelantó que recurrirá ante la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de Burdeos para que se anule la imputación del exmandatario.
Sarkozy compareció el jueves durante diez horas en el Palacio de Justicia de Burdeos, donde se sometió a careos con varios empleados de Bettencourt en el marco de la investigación abierta por la presunta financiación irregular de la Unión por un Movimiento Popular (UMP).
Varias personas del entorno de la mujer más rica de Francia, actualmente bajo tutela de su familia, habían declarado que Sarkozy la visitó varias veces en su vivienda. Al menos hasta ahora, el antiguo jefe de Estado únicamente ha admitido un breve encuentro con el marido de la millonaria, André Bettencourt, fallecido en noviembre de 2007.
Al término de la larga comparecencia ante el juez responsable del caso, Jean-Michel Gentil, la fiscalía confirmó en un comunicado la imputación de Sarkozy por un presunto delito de "abuso de debilidad" cometido en 2007 y "en perjuicio de Liliane Bettencourt Schuller".
El Código Penal galo establece una pena de hasta tres años de cárcel y 375.000 euros de multa por "el abuso fraudulento del estado de ignorancia o de la situación de debilidad" de una persona menor de edad, anciana, enferma o discapacitada.
Con la imputación de Sarkozy ya son 17 las personas involucradas judicialmente por la supuesta financiación irregular de la UMP, según recoge la prensa francesa.
SOSPECHAS
Las sospechas sobre el expresidente, cuyo domicilio fue registrado en julio de 2012, aumentaron tras el inicio de las investigaciones contra Patrice de Maistre, exgestor del patrimonio de Bettencourt. Una antigua contable de la familia Bettencourt reveló que De Maistre había entregado 150.000 euros al tesorero de la campaña de la UMP para las presidenciales de 2007, Eric Woerth.
El pasado mes de noviembre, Sarkozy alegó ante el juez que "nunca" había recibido dinero de la familia de la millonaria, según reveló entonces el periódico 'Sud-Ouest'. En aquella ocasión, ya abandonó el tribunal bajo la consideración de 'testigo asistido', estatus intermedio entre testigo e imputado.