Rebeldes del Congo se rinden y huyen a Ruanda tras derrota
Kinshasa, Reuters
Cientos de rebeldes congoleños leales al líder caudillo Bosco Ntaganda huyeron a la vecina Ruanda o se rindieron a las fuerzas de paz de Naciones Unidas tras ser expulsados por una facción rival, dijeron el sábado fuentes rebeldes y de la ONU.
La aparente derrota de Ntaganda se produce semanas después de luchas internas dentro del movimiento insurgente M23 y podría abrir el camino para que el líder rebelde rival Sultani Makenga firme un acuerdo de paz con Kinshasa, poniendo fin a una rebelión de más de un año en la República Democrática del Congo.
El portavoz rebelde Vianney Kazarama dijo que Makenga se hizo con el control de la ciudad de Kibumba, 30 kilómetros al norte de Goma, capital de la rica provincia minera Kivu del Norte, en las primeras horas del sábado.
Ntaganda y un estimado de 200 combatientes huyeron al bosque mientras otros centenares cruzaron la frontera a Ruanda, dijo Kazarama. Al menos siete personas murieron.
"Estamos barriendo la zona y colocando nuestros soldados en puntos estratégicos", dijo Kazarama. "Todo se ha acabado", aseveró.
Ntaganda tiene una orden de búsqueda de la Corte Penal Internacional acusado de matar civiles durante una rebelión anterior. Sus vínculos con el M23 han sido un obstáculo para las conversaciones de paz con Kinshasa, que dice que quiere llevarlo ante la justicia.
"Estamos siguiendo la situación muy de cerca. Lo único que queremos es que Ntaganda sea detenido", dijo el portavoz del Gobierno Lambert Mende.
El paradero de Ntaganda no pudo ser confirmado independientemente y miembros de su facción no estaban accesibles por teléfono.
Una fuente militar ruandesa dijo que más de 700 combatientes rebeldes llegaron a varias localidades fronterizas de Ruanda durante la noche y la mañana, y más de 150 de ellos fueron tratados por heridas sufridas en los combates.
Naciones Unidas ha acusado a Ruanda de respaldar los levantamientos armados en su vasto e inestable vecino para hacer frente a extremistas rebeldes ruandeses que operan allí y proteger sus intereses económicos. Ruanda rechaza las acusaciones.
El M23 es uno de los mayores grupos rebeldes que operan en el este del Congo, que ha sido destrozado por dos décadas de lucha por la tierra, el origen étnico y los recursos que han dejado millones de muertos.
Cientos de rebeldes congoleños leales al líder caudillo Bosco Ntaganda huyeron a la vecina Ruanda o se rindieron a las fuerzas de paz de Naciones Unidas tras ser expulsados por una facción rival, dijeron el sábado fuentes rebeldes y de la ONU.
La aparente derrota de Ntaganda se produce semanas después de luchas internas dentro del movimiento insurgente M23 y podría abrir el camino para que el líder rebelde rival Sultani Makenga firme un acuerdo de paz con Kinshasa, poniendo fin a una rebelión de más de un año en la República Democrática del Congo.
El portavoz rebelde Vianney Kazarama dijo que Makenga se hizo con el control de la ciudad de Kibumba, 30 kilómetros al norte de Goma, capital de la rica provincia minera Kivu del Norte, en las primeras horas del sábado.
Ntaganda y un estimado de 200 combatientes huyeron al bosque mientras otros centenares cruzaron la frontera a Ruanda, dijo Kazarama. Al menos siete personas murieron.
"Estamos barriendo la zona y colocando nuestros soldados en puntos estratégicos", dijo Kazarama. "Todo se ha acabado", aseveró.
Ntaganda tiene una orden de búsqueda de la Corte Penal Internacional acusado de matar civiles durante una rebelión anterior. Sus vínculos con el M23 han sido un obstáculo para las conversaciones de paz con Kinshasa, que dice que quiere llevarlo ante la justicia.
"Estamos siguiendo la situación muy de cerca. Lo único que queremos es que Ntaganda sea detenido", dijo el portavoz del Gobierno Lambert Mende.
El paradero de Ntaganda no pudo ser confirmado independientemente y miembros de su facción no estaban accesibles por teléfono.
Una fuente militar ruandesa dijo que más de 700 combatientes rebeldes llegaron a varias localidades fronterizas de Ruanda durante la noche y la mañana, y más de 150 de ellos fueron tratados por heridas sufridas en los combates.
Naciones Unidas ha acusado a Ruanda de respaldar los levantamientos armados en su vasto e inestable vecino para hacer frente a extremistas rebeldes ruandeses que operan allí y proteger sus intereses económicos. Ruanda rechaza las acusaciones.
El M23 es uno de los mayores grupos rebeldes que operan en el este del Congo, que ha sido destrozado por dos décadas de lucha por la tierra, el origen étnico y los recursos que han dejado millones de muertos.