Papa marca tono de pontificado más humilde, pide defensa de los débiles

Ciudad del Vaticano, Reuters
El Papa Francisco delineó el tono de un papado nuevo y más humilde el martes con un llamado a la defensa de los más débiles y del medio ambiente, diciendo que de esta manera se evitaba el triunfo de la muerte y la destrucción.


Al hablar ante unas 200.000 personas y líderes extranjeros reunidos bajo un sol radiante en la Plaza de San Pedro, el Papa argentino subrayó su mensaje constante desde que fue elegido en un cónclave secreto de cardenales el miércoles pasado, que la misión de la Iglesia es defender a los pobres y desamparados.

En línea con ese mensaje, la misa en las escalinatas de la gigantesca Basílica de San Pedro fue más simple y una hora más corta que el esplendor barroco de la inauguración de su antecesor Benedicto XVI en el 2005.

La misa instala formalmente a Francisco como el nuevo líder de los 1.200 millones de católicos del mundo.

Pese a que es doctrinariamente conservador como Benedicto, su estilo más simple y el énfasis en los pobres marcaron un gran cambio respecto a su predecesor, algo que fue muy bien recibido por los católicos.

Francisco hereda una Iglesia salpicada por escándalos de abusos sexuales a niños por parte de sacerdotes y la filtración de documentos confidenciales que muestran corrupción y rivalidad entre los cardenales dentro de la Curia.

También ha sido acusado por algunos críticos en Argentina por no hacer lo suficiente para oponerse a ls violaciones a los derechos humanos cometidos bajo una dictadura durante la llamada "guerra sucia" de 1976-1983 cuando unas 30.000 personas fueron secuestradas y asesinadas. El Vaticano ha negado rotundamente la acusación.

En su homilía, Francisco, de 76 años, dijo que la misión de la Iglesia "significa respetar a cada una de las criaturas de Dios y respetar el medio ambiente en que vivimos. Significa proteger a las personas, mostrando preocupación amorosa por cada persona, especialmente por los niños, los ancianos, los necesitados, que suelen ser los últimos en los que pensamos", afirmó.

El mensaje estuvo en línea con las enseñanzas de San Francisco de Asís del siglo XIII, por quien el Papa tomó su nombre y quien es un símbolo de pobreza, sencillez, caridad y amor por la naturaleza.

En otro gesto de que quiere mantener un vida simple, el Papa Francisco aún se hospeda en el hotel del Vaticano donde estuvo alojado durante el cónclave y no se mudó a una suite reservada para él, afirmó un portavoz. No está claro cuándo se mudará al Palacio Apostólico.

El Papa dijo en su homilía que cuando los humanos fallaban en cuidar el medio ambiente y a los demás, "se abre un camino a la destrucción y los corazones se endurecen. Trágicamente en cada período de la historia hay 'Herodes' que complotan para la muerte, para sembrar el caos y dañan el carácter de hombres y mujeres".

SIMPLICIDAD

Antes de la misa, el Papa recorrió la Plaza de San Pedro en un jeep blanco abierto, abandonando el Papamóvil a prueba de balas usado frecuentemente por Benedicto XVI.

Se detuvo en varias ocasiones para saludar a algunas de las cientos de miles de personas reunidas en la plaza, besando niños y saliendo del auto en un momento para bendecir a una persona discapacitada.

"Es una persona simple, humilde, no es como los Papas intocables, parece una persona normal a quien se puede acceder", dijo el electricista argentino Cirigliano Valentin, de 51 años, quien trabaja en el sur de Italia.

El cardenal argentino Leonardo Sandri dijo a Reuters: "Para mí esto es un llamado a la humildad y al servicio hacia los demás que marcarán su papado (...) Es una brisa de aire fresco que está soplando en toda la Iglesia y el nombre de esa brisa es Francisco".

PEDIDO DEL PAPA

En su homilía, el Papa pidió a los líderes mundiales que sean "protectores de los demás y del medio ambiente (...) no nos olvidemos que el odio, la envidia y el orgullo contaminan nuestras vidas. Ser protectores, entonces, también significa vigilar nuestras emociones, nuestros corazones".

Seis soberanos, entre ellos el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, la presidenta argentina Cristina Fernández, así como líderes de otras religiones, estaban entre las 130 delegaciones presentes en las escaleras de la famosa basílica.

Además, asistieron a la entronización de Francisco líderes musulmanes, judíos, budistas, rusos ortodoxos y anglicanos.

El Papa usó una sotana blanca y zapatos negros, en contraste con los lujosos atuendos de su antecesor.

"Hemos pasado desde un profesor rígido de teología a un maestro de la simplicidad cristiana", dijo el historiador de la iglesia italiana Alberto Melloni, refiriéndose al contraste entre Francisco, un hombre cálido con llegada a la gente, y Benedicto, de maneras intelectuales duras.

La ceremonia conducida desde un altar en la escalinata de la enorme basílica también fue acortada a dos horas desde un servicio de tres horas en el 2005 cuando Benedicto XVI comenzó su papado.

El Vaticano informó que más tarde Francisco llamó por teléfono a Benedicto XVI para saludarlo por la fiesta de San José, el día del santo de Joseph Ratzinger.

FAVOR

Antes de la misa, Francisco recogió su nuevo anillo de oro y el palio, la banda litúrgica que se usa alrededor del cuello, que habían sido colocados durante la noche sobre la tumba de San Pedro bajo el altar de la basílica.

Cientos de sacerdotes, que se protegían del sol con paraguas con los colores blanco y amarillo del Vaticano, dieron la comunión a los presentes, mientras Francisco observaba desde su trono elevado detrás del altar.

Francisco saludó a las delegaciones extranjeras dentro de la basílica después de la misa.

Esto incluyó el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, quien ha estado bajo una prohibición de viaje de la Unión Europea desde el 2002 por sus acusaciones de manipulación de votos y abusos a los derechos humanos. El Vaticano no es parte del bloque europeo, lo que le permitió a Mugabe viajar allí.

El Papa también se reunió con el patriarca ecuménico Bartolomé de Estambul, marcando la primera vez que el líder de los cristianos ortodoxos asiste a la misa inaugural de un Papa en Roma desde el cisma entre el cristianismo occidental y oriental en 1054.

Antes de que la misa comenzara, el primer Papa de América Latina realizó una sorpresiva llamada telefónica transmitida por altavoces a sus miles de compatriotas católicos que se reunieron durante horas antes del amanecer frente a grandes pantallas de televisión en la histórica Plaza de Mayo de Buenos Aires, frente a la Catedral local.

En su mensaje telefónico a las 03.30 hora local (0630 GMT), el ex cardenal de Buenos Aires Jorge Bergoglio agradeció a la multitud por sus rezos, "los que necesito mucho".

"Quiero pedirles un favor, que caminemos juntos, que nos cuidemos unos a otros (...) No se olviden de este obispo que, aunque está lejos, los quiere mucho", agregó Francisco a los miles de argentinos reunidos en festiva vigilia.

En Estados Unidos, un sondeo de Reuters/Ipsos mostró que un 85 por ciento de los que dijeron estar conscientes sobre la elección del nuevo Papa tenían una opinión favorable de él, incluyendo a un 94 por ciento de los católicos consultados.

Dos tercios de los adultos estadounidenses, incluyendo a 9 de cada 10 católicos, esperan que sea un buen líder de la Iglesia Católica.

Sin embargo, cerca de un 50 por ciento dijo que le habría gustado que hubiera sido elegido alguien más joven como nuevo Papa.

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