Milan despachó a Palermo de la mano de Súper Mario

Roma, Espn
En un partido de la fecha 29 del Calcio, disputado en el estadio de San Siro, Milan venció a Palermo por 2 a 0, con un doblete de Mario Balotelli, el primer tanto de penal.


Con este resultado, Milan mantiene la tercera posición con 54 unidades, a dos de distancia de Nápoli, mientras que Palermo sigue teniendo 21 puntos y comparte con Pescara el dudoso honor de ser el colero del torneo, a cinco de distancia del umbral de la permanencia.

El resultado fue correcto: si bien Milan lució visiblemente cansado y muy poco brillante, con muy poco le alcanzó para vencer a un rival sumamente tibio, que se comporta en la cancha como si el descenso, cada vez más probable, fuese un problema ajeno.

Por encima, el propio Palermo le puso el partido en bajada al local: luego de apenas 8 minutos, en jugada de pelota parada, Aronica se agarró de la camiseta de Balotelli y le cometió un penal infantil cuanto inútil. El proprio delantero se encargó, con un remate muy esquinado (Sorrentino adivinó la direción pero no logró llegar tan lejos) de transformar el regalo de Aronica en gol.

Luego, Milan trató de regular el esfuerzo para gastar la menor cantidad posible de las pocas energías a disposición. Así, Palermo tomó la iniciativa, pero de manera realmente muy tibia y, en la primera etapa, Abbiati tuvo que esforzarse tan sólo para enviar al córner un potente remate de Morganella desde la media distancia.

En ataque, Milan aprovechaba del enorme talento de sus intérpretes, pero Boateng antes y El Shaarawy después (el Faraón fue el que más notoriamente lució cansado) desperdiciaron ocasiones favorables desde excelentes posiciones.

En el complemento, Palermo salió algo más decidido, mientras que uno se preguntaba què esperara Allegri para meter los cambios que le hubieran dado algo más de oxígeno a su equipo. Abbiati detuvo en dos tiempos un remate de Ilicic y luego salvó milagrosamente de pie ante Dybala, si bien en ese caso la jugada fue anulada por off side del argentino.

Finalmente, Allegri metió mano al banco y, por lo menos, se puede decir que adivinó el cambio, porque el ingreso de Niang por un exausto El Shaarawy le dio mucha más frescura al juego ofensivo rossonero.

De hecho, a los pocos minutos de ingresar, el francés corrió por izquierda, llegó hasta el fondo y metió un centro rasante: Aronica, en el afán de anticiparse a Balotelli, desvió contra su propio arco, Sorrentino rechazó milagrosamente pero Súper Mario no tuvo más que empujar adentro el corto rechazo y salir a festejar su doblete.

El partido se acabó en ese momento, porque el carrusel de cambios, de un lado y del otro, no modificó absolutamente nada en un partido en el que Milan ya no tenía más nada que gastar ni que pedir y que ya Palermo consideraba, con absoluta razón, perdido.

En suma, Milan sigue invicto en el 2013, se mantiene en la estela de Nápoli y encara con optimismo un abril en el que se decidirá sin dudas el destino de su temporada: el 30 de marzo viaja a Vérona ante Chievo, luego se presenta en Florencia, recibe a Nápoli, visita a Juventus y cierra el mes con Catania en San Siro, un ciclo realmente durísimo.

Sannino le había pedido a su plantel "espíritu guerrero", algo indispensable en la lucha para salvarse del descenso. Si lo visto acá es lo mejor que pueden ofrecerle sus jugadores, más vale que el hincha rosanegro se resigne a una temporada en la segunda división, porque realmente en este nuevo "debut" del entrenador, Palermo pareció impalpable e inofensivo.

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