Los tumores crean deliberadamente condiciones que inhiben la mejor respuesta inmune del cuerpo
Madrid, EP
Una nueva investigación publicado en la revista 'Journal of Clinical Investigation' revela que los tumores en pacientes con melanoma crean deliberadamente condiciones que destruye la mejor defensa inmune del cuerpo y en vez atraer a una respuesta inmune más débil incapaz de matar a las células cancerosas del tumor. El estudio también pone de relieve un potencial anticuerpo biomarcador que podría ayudar a predecir el pronóstico y determinar qué pacientes tienen más probabilidades de responder a tratamientos específicos.
La investigación, dirigida por la doctora Sophia Karagiannis y el profesor Frank Nestle en el 'Kings College' de Londres, Reino Unido, quienes demostraron que en pacientes con melanoma se producen anticuerpos que pueden atacar a las células tumorales. A pesar de esto, el sistema inmune del paciente es a menudo ineficaz en la prevención de que el cáncer progrese.
Las células del cuerpo B (parte del sistema inmunológico) producen un total de cinco clases diferentes de anticuerpos y el más común, IgG, comprende cuatro tipos (o subclases). Los investigadores han demostrado que las subclases de anticuerpos IgG1 son los más eficaces en la activación de las células inmunes, mientras que los anticuerpos de la subclase IgG4 se cree que son las menos eficientes.
En este nuevo estudio, los autores analizaron el tejido tumoral y las donaciones de sangre en 80 pacientes de melanoma del Instituto de San Juan de Dermatología de Guy y St. Thomas, así como el tejido y la sangre de voluntarios sanos. Mediante el análisis de las lesiones encontradas en el melanoma, los autores muestran que no sólo los tumores de melanoma crean condiciones que atraen IgG4, la respuesta más débil posible, sino también que anticuerpos IgG4 interfieren con la acción de los anticuerpos IgG1 circulantes.
"Hemos sido capaces de imitar las condiciones creadas por los tumores de melanoma y mostrar que las células B pueden ser polarizadas para producir anticuerpos IgG4 en la presencia de células cancerosas", explica el doctor Karagiannis. En presencia de las células sanas, las funciones inmunológicas del cuerpo responden normalmente e IgG1 son los principales anticuerpos circulantes.
Para entender mejor las implicaciones funcionales de los anticuerpos IgG4 en subclases de cáncer, los autores diseñaron esos dos anticuerpos (IgG1, IgG4) contra un antígeno de tumor y demostraron que a diferencia de IgG1, el anticuerpo IgG4 fue ineficaz en la activación de las células inmunes para matar las cancerosas. Además, IgG4 también bloqueó la célula tumoral matando acciones de IgG1, evitando así que este anticuerpo activara las células inmunitarias para destruir los tumores.
Utilizando muestras de 33 pacientes, los investigadores encontraron que los pacientes con niveles más altos de IgG4 en su sangre son más propensos a tener un pronóstico menos favorable en comparación con aquellos cuyos niveles de IgG4 están más cerca de los normales, lo que sugiere que IgG4 puede ayudar a predecir la progresión de la enfermedad.
Los autores están ahora ampliando el estudio mediante el examen de grandes grupos de pacientes, analizando sangre y sueros de pacientes con melanoma y enfermos con otros tipos de cáncer para determinar si la presencia de IgG4 podría informar sobre resultados de los pacientes o predecir la respuesta a la terapia. También están analizando los mecanismos de bloqueo de anticuerpos IgG4 candidatos terapéuticos nuevos y existentes, así como el desarrollo de nuevos candidatos que pueden ser menos propensos al bloqueo de IgG4.
Una nueva investigación publicado en la revista 'Journal of Clinical Investigation' revela que los tumores en pacientes con melanoma crean deliberadamente condiciones que destruye la mejor defensa inmune del cuerpo y en vez atraer a una respuesta inmune más débil incapaz de matar a las células cancerosas del tumor. El estudio también pone de relieve un potencial anticuerpo biomarcador que podría ayudar a predecir el pronóstico y determinar qué pacientes tienen más probabilidades de responder a tratamientos específicos.
La investigación, dirigida por la doctora Sophia Karagiannis y el profesor Frank Nestle en el 'Kings College' de Londres, Reino Unido, quienes demostraron que en pacientes con melanoma se producen anticuerpos que pueden atacar a las células tumorales. A pesar de esto, el sistema inmune del paciente es a menudo ineficaz en la prevención de que el cáncer progrese.
Las células del cuerpo B (parte del sistema inmunológico) producen un total de cinco clases diferentes de anticuerpos y el más común, IgG, comprende cuatro tipos (o subclases). Los investigadores han demostrado que las subclases de anticuerpos IgG1 son los más eficaces en la activación de las células inmunes, mientras que los anticuerpos de la subclase IgG4 se cree que son las menos eficientes.
En este nuevo estudio, los autores analizaron el tejido tumoral y las donaciones de sangre en 80 pacientes de melanoma del Instituto de San Juan de Dermatología de Guy y St. Thomas, así como el tejido y la sangre de voluntarios sanos. Mediante el análisis de las lesiones encontradas en el melanoma, los autores muestran que no sólo los tumores de melanoma crean condiciones que atraen IgG4, la respuesta más débil posible, sino también que anticuerpos IgG4 interfieren con la acción de los anticuerpos IgG1 circulantes.
"Hemos sido capaces de imitar las condiciones creadas por los tumores de melanoma y mostrar que las células B pueden ser polarizadas para producir anticuerpos IgG4 en la presencia de células cancerosas", explica el doctor Karagiannis. En presencia de las células sanas, las funciones inmunológicas del cuerpo responden normalmente e IgG1 son los principales anticuerpos circulantes.
Para entender mejor las implicaciones funcionales de los anticuerpos IgG4 en subclases de cáncer, los autores diseñaron esos dos anticuerpos (IgG1, IgG4) contra un antígeno de tumor y demostraron que a diferencia de IgG1, el anticuerpo IgG4 fue ineficaz en la activación de las células inmunes para matar las cancerosas. Además, IgG4 también bloqueó la célula tumoral matando acciones de IgG1, evitando así que este anticuerpo activara las células inmunitarias para destruir los tumores.
Utilizando muestras de 33 pacientes, los investigadores encontraron que los pacientes con niveles más altos de IgG4 en su sangre son más propensos a tener un pronóstico menos favorable en comparación con aquellos cuyos niveles de IgG4 están más cerca de los normales, lo que sugiere que IgG4 puede ayudar a predecir la progresión de la enfermedad.
Los autores están ahora ampliando el estudio mediante el examen de grandes grupos de pacientes, analizando sangre y sueros de pacientes con melanoma y enfermos con otros tipos de cáncer para determinar si la presencia de IgG4 podría informar sobre resultados de los pacientes o predecir la respuesta a la terapia. También están analizando los mecanismos de bloqueo de anticuerpos IgG4 candidatos terapéuticos nuevos y existentes, así como el desarrollo de nuevos candidatos que pueden ser menos propensos al bloqueo de IgG4.