Las nuevas peleas de Dave Grohl
Música
La gente no tiene por que tener miedo de que los Foo Fighters se separen", dice por teléfono, desde Los Angeles, Dave Grohl, cantante, guitarrista y fundador de la banda. "Es como que se divorcien tus abuelos: totalmente imposible."
Grohl tranquiliza las aguas unos meses después de anunciar que el grupo se había tomado una impasse. "No sé cuándo van a volver a tocar los Foo Fighters", escribió en Facebook el 2 de octubre. Tres días antes, la banda había terminado una gira de un año en el Global Citizen Festival, en el Central Park de Nueva York. "Estuvo buenísima la seguidilla que hicimos para presentar el disco", dice Grohl respecto de Wasting Light, de 2011, "pero es mejor para la banda tener un poco de aire, para no ahogarnos". Sin embargo, Grohl ya tiene "un concepto en mente para el próximo disco, un concepto que todavía no hicimos nunca. ¿Y quién sabe? Tal vez venga acompañado de una película".
En ese caso, es posible que la dirija Grohl. Ahora está terminando su ópera prima, Sound City: Real to Reel, un documental sobre el estudio del sur de California donde Nirvana grabó Nevermind, el disco que los lanzó a la fama en 1991. Y para el soundtrack, se juntó a zapar con su ex compañero de Nirvana, Krist Novoselic, y con Paul McCartney, y terminaron grabando el tema "Cut Me Some Slack", que tocaron en vivo el 12 de diciembre en el Madison Square Garden durante el festival por las víctimas del huracán Sandy.
Fundado en los 60 en un complejo de depósitos de Van Nuys, Sound City era un estudio de aspecto modesto que tenía una excelente sala de batería y una consola Neve legendaria. Algunas de las mayores luminarias del rock grabaron sus discos más famosos ahí, incluidos Neil Young (After the Gold Rush, de 1970), Fleetwood Mac (Fleetwood Mac, de 1975) y Tom Petty and the Heartbreakers (Damn the Torpedoes, de 1979). Metallica, Queens of the Stone Age y Rage Against the Machine también grabaron discos fundamentales en el estudio antes de que cerrara en 2011.
"Es mejor para la banda tener un poco de aire, así no nos ahogamos", dice Dave Grohl.
Sound City era "una máquina del tiempo", recuerda con cariño Grohl, "un estudio analógico que todavía grababa en cintas", que se especializaba en "la cruda realidad. Nirvana hizo lo mismo que todos los demás habían hecho antes: enchufar los instrumentos, presionar el botón de «grabar» y dejar que la sala plasmara el sonido de tu banda".
Grohl compró la consola Neve cuando cerró Sound City, y después decidió hacer una película tras escuchar a Tom Skeeter, el dueño del estudio, hablar de los días de gloria. Con un equipo muy pequeño (de más o menos la misma cantidad de personas que suelen asistir a una de esas fiestas donde hay un barril de cerveza), hizo entrevistas con amigos como Young, Petty, Rick Rubin y Stevie Nicks y Lindsey Buckingham de Fleetwood Mac, y filmó nuevas colaboraciones en vivo en el estudio con, según promete, "el elenco completo".
El mensaje de la película es "increíblemente simple", dice Grohl. "El músico es lo primero. Podés hablar de la Neve, de la sala, de la historia del lugar. Pero detrás de ese instrumento hay un ser humano. Eso es lo que crea los momentos mágicos. Escuchar hablar a Tom Petty sobre 'Refugee' [de Damn the Torpedoes]... Grabaron ese tema del orto 150 veces hasta lograr la toma perfecta, no cortando pedacitos con una computadora".
Grohl espera poder estrenar Sound City: Real to Reel el año que viene. Y dice que el próximo disco de los Foo Fighters "va a partir de la película, de la idea del elemento humano, la personalidad en crudo. Va a ser mucho más crudo que lo que venimos haciendo desde hace diez años."
La gente no tiene por que tener miedo de que los Foo Fighters se separen", dice por teléfono, desde Los Angeles, Dave Grohl, cantante, guitarrista y fundador de la banda. "Es como que se divorcien tus abuelos: totalmente imposible."
Grohl tranquiliza las aguas unos meses después de anunciar que el grupo se había tomado una impasse. "No sé cuándo van a volver a tocar los Foo Fighters", escribió en Facebook el 2 de octubre. Tres días antes, la banda había terminado una gira de un año en el Global Citizen Festival, en el Central Park de Nueva York. "Estuvo buenísima la seguidilla que hicimos para presentar el disco", dice Grohl respecto de Wasting Light, de 2011, "pero es mejor para la banda tener un poco de aire, para no ahogarnos". Sin embargo, Grohl ya tiene "un concepto en mente para el próximo disco, un concepto que todavía no hicimos nunca. ¿Y quién sabe? Tal vez venga acompañado de una película".
En ese caso, es posible que la dirija Grohl. Ahora está terminando su ópera prima, Sound City: Real to Reel, un documental sobre el estudio del sur de California donde Nirvana grabó Nevermind, el disco que los lanzó a la fama en 1991. Y para el soundtrack, se juntó a zapar con su ex compañero de Nirvana, Krist Novoselic, y con Paul McCartney, y terminaron grabando el tema "Cut Me Some Slack", que tocaron en vivo el 12 de diciembre en el Madison Square Garden durante el festival por las víctimas del huracán Sandy.
Fundado en los 60 en un complejo de depósitos de Van Nuys, Sound City era un estudio de aspecto modesto que tenía una excelente sala de batería y una consola Neve legendaria. Algunas de las mayores luminarias del rock grabaron sus discos más famosos ahí, incluidos Neil Young (After the Gold Rush, de 1970), Fleetwood Mac (Fleetwood Mac, de 1975) y Tom Petty and the Heartbreakers (Damn the Torpedoes, de 1979). Metallica, Queens of the Stone Age y Rage Against the Machine también grabaron discos fundamentales en el estudio antes de que cerrara en 2011.
"Es mejor para la banda tener un poco de aire, así no nos ahogamos", dice Dave Grohl.
Sound City era "una máquina del tiempo", recuerda con cariño Grohl, "un estudio analógico que todavía grababa en cintas", que se especializaba en "la cruda realidad. Nirvana hizo lo mismo que todos los demás habían hecho antes: enchufar los instrumentos, presionar el botón de «grabar» y dejar que la sala plasmara el sonido de tu banda".
Grohl compró la consola Neve cuando cerró Sound City, y después decidió hacer una película tras escuchar a Tom Skeeter, el dueño del estudio, hablar de los días de gloria. Con un equipo muy pequeño (de más o menos la misma cantidad de personas que suelen asistir a una de esas fiestas donde hay un barril de cerveza), hizo entrevistas con amigos como Young, Petty, Rick Rubin y Stevie Nicks y Lindsey Buckingham de Fleetwood Mac, y filmó nuevas colaboraciones en vivo en el estudio con, según promete, "el elenco completo".
El mensaje de la película es "increíblemente simple", dice Grohl. "El músico es lo primero. Podés hablar de la Neve, de la sala, de la historia del lugar. Pero detrás de ese instrumento hay un ser humano. Eso es lo que crea los momentos mágicos. Escuchar hablar a Tom Petty sobre 'Refugee' [de Damn the Torpedoes]... Grabaron ese tema del orto 150 veces hasta lograr la toma perfecta, no cortando pedacitos con una computadora".
Grohl espera poder estrenar Sound City: Real to Reel el año que viene. Y dice que el próximo disco de los Foo Fighters "va a partir de la película, de la idea del elemento humano, la personalidad en crudo. Va a ser mucho más crudo que lo que venimos haciendo desde hace diez años."