La resistencia de los rebeldes en Malí sorprende a las fuerzas francesas y chadianas

Madrid, EP
Las fuerzas francesas y chadianas se han mostrado sorprendidas por el alto grado de resistencia mostrada por las fuerzas rebeldes yihadistas en el norte de Malí, en especial tras los enfrentamientos que estallaron a finales de febrero en las montañas de Adrar des Ifoghas entre grupos islamistas y tropas africanas y francesas por el control del territorio.


"Estos enfrentamientos se libran a menos de cien metros. Los yihadistas van de un lado a otro y, a pesar de sus pérdidas, no se rinden", ha declarado un miembro del Estado Mayor francés citado por la radio francesa RFI.

Respecto a los factores que justifican la resistencia por parte de los rebeldes, la misma fuente militar ha respondido que "los islamistas se encuentran en una fortaleza natural de 25 kilómetros cuadrados y sus jefes están, sin lugar a dudas, con ellos". "Los yihadistas también quieren proteger su arsenal armamentístico", ha añadido.

A medida que han ido avanzando, los soldados franceses y chadianos han descubierto gran cantidad de armas que descubrir, incluidos lanzacohetes y explosivos, pero ningún misil apto para su uso. Además, han capturado a algunos yihadistas.

Durante la entrevista para RFI, el funcionario francés ha señalado que pocos yihadistas habían logrado salir de la zona. "Menos de los que se pensaba", ha indicado. "La frontera con Argelia está cerrada, por lo que tratan de huir por Libia a través de Níger", ha proseguido.

Finalmente, ha destacado que "mañana, la principal preocupación, será Libia" por lo que "se deben asegurar sus fronteras" con otros países. Según el Estado Mayor francés, estos enfrentamientos podrían durar varios días.

CONTEXTO POLÍTICO

La operación francesa comenzó el pasado 11 de enero, cuando el presidente francés, François Hollande, anunció que su Gobierno atendería la petición de ayuda militar formulada por las autoridades malienses, ante la ofensiva lanzada por los grupos islamistas armados que controlaban el Azawad tras arrebatárselo al MNLA.

En abril de 2012, el MNLA arrebató todo el norte de Malí, de mayoría tuareg, a las tropas gubernamentales en una rebelión cuyo fin último era la independencia, pero la revuelta fue enseguida secuestrada por tres grupos islamistas: el Movimiento de Unidad para la Yihad en África Occidental (MUYAO), Ansar Dine y Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI).

Desde entonces, los islamistas implantaron la 'sharia' (ley islámica) en las ciudades de Tombuctú, Kidal y Gao y destruyeron templos históricos en los que, según su criterio, se ejercía la idolatría.

A pesar de la declaración de independencia formulada entonces por el MNLA, ni Malí ni la comunidad internacional reconocieron el paso dado por el grupo tuareg. Los tuareg han protagonizado varios levantamientos para conseguir que se reconozca la autonomía de dicho pueblo o la creación de un país propio en la región.

Entre 1990 y 1996, los tuareg combatieron contra Malí y Níger en una revuelta instigada por una grave hambruna en la región, la dura represión contra los derechos políticos de esta población y la crisis de refugiados derivada de la debilidad política de ambos países durante la década de los ochenta.

Más recientemente, los tuareg volvieron a tomar las armas entre 2007 y 2009 a causa de la lenta e insatisfactoria desmovilización e integración de los rebeldes en la vida civil y las Fuerzas Armadas. En el proceso, varios políticos tuareg fueron destituidos de sus cargos y algunos terminaron en la cárcel.

A principios de enero, estos grupos islamistas comenzaron a avanzar hacia la línea de demarcación en la región de Mopti, mientras que varias unidades de los grupos 'yihadistas' presentes en la zona se desplegaron al sur de Tombuctú, ciudad que ya está bajo control del Gobierno central gracias a la operación militar lanzada con el respaldo de París.

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