Francia prevé bajar el gasto militar a la mitad para 2020
El plan pretende reducir en un tercio las fuerzas, formadas por 300.000 soldados
Miguel Mora
París, El País
El presidente francés, François Hollande, quiere reducir a cero el crecimiento del gasto militar desde 2014 a 2019, lo que supondría un recorte efectivo de 30.000 millones de euros al presupuesto de Defensa y un ahorro de casi el 50% respecto al gasto de este año, que alcanzará los 31.400 millones de euros, es decir el 1,56% del PIB nacional, la cifra más baja de siempre y cada vez más alejada del 2% que recomienda la OTAN. El debate y las negociaciones han empezado, y la idea del jefe del Estado ha generado inquietud e indignación entre los militares y los expertos, que hablan de “tsunami”, de “final anunciado de la potencia militar” y de “ruptura histórica”.
Pero la austeridad manda, y Hollande, que en este momento mantiene cerca de 6.000 soldados desplegados en Malí y en la República Centroafricana, parece decidido a emprender una reforma muy profunda de las fuerzas armadas. Según el editorial de Le Monde de ayer, los dos escenarios de recortes que maneja Hollande “amputarían gravemente” al Ejército, operaciones como las que hoy están en marcha serían “imposibles de acometer en cinco años”, y Francia quedaría sometida “al paraguas defensivo de Estados Unidos”.
Las primeras cifras del plan de ahorro trascendieron durante una reunión del Consejo de Defensa. Los responsables del Ejército quieren rebajar la propuesta del presidente a la mitad, para salvar al menos 15.000 millones en la nueva ley de presupuestos militares, que cubrirá el quinquenio 2014-2019. Hollande ha encargado un Libro Blanco sobre la defensa, el cuarto informe de ese tipo que se redacta desde 1972, y planea aprobar los recortes definitivos en julio para presentar un proyecto de ley al Parlamento en otoño.
El malestar en el Ejército de la potencia nuclear europea —el 10% del presupuesto militar se dedica a la disuasión atómica— con asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU es enorme. Según ha dicho un responsable del ministerio, “los militares han gritado muchas veces ‘que viene el lobo’ en los últimos años, pero esta vez el lobo ha llegado y nadie es consciente del desastre salvo el Ministerio de Recuperación Productiva”. El organismo liderado por Arnaud Montebourg firma con su homólogo de Defensa, Jean-Yves Le Drian, todos los documentos que el presidente analiza en el Consejo de Defensa.
En realidad, la reforma del Ejército empezó en 2009, cuando Nicolas Sarkozy decidió suprimir en 54.000 el número de militares entre 2009 y 2015. Pero el plan económico no se ha cumplido, y hoy presenta un déficit de 4.000 millones de euros y una brecha de 45.000 millones entre los créditos y los encargos de equipamiento. La presidenta de la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional, Patricia Adam, ha afirmado que, de aprobarse el plan más austero, significará suprimir 50.000 plazas del ministerio en 2015, para cumplir con los 100.000 puestos (un tercio del total) que deben cancelarse antes de 2020. El plan contempla reducir a la mitad el número de aviones de combate y las brigadas terrestres, así como dejar en tierra los grupos aeronavales que acompañan a los portaaviones. Y solo permitiría lanzar una operación militar en el exterior con 7.000 hombres como máximo.
“Si recortan 30.000 millones de euros, Hollande dejaría a su sucesor en la imposibilidad de intervenir militarmente en el exterior, y el Ejército quedaría reducido a la gendarmería, las fuerzas especiales y la disuasión”, ha afirmado un experto en el Parlamento. La negociación promete ser dura y apasionante, porque el gran objetivo económico de Hollande es llegar al déficit cero en 2017, y a la vez reducir la deuda y el paro. Pero la batalla no ha hecho más que empezar. Y desde el ministerio advierten: “No hay soberanía con deudas, pero tampoco sin un Ejército fuerte”.
Miguel Mora
París, El País
El presidente francés, François Hollande, quiere reducir a cero el crecimiento del gasto militar desde 2014 a 2019, lo que supondría un recorte efectivo de 30.000 millones de euros al presupuesto de Defensa y un ahorro de casi el 50% respecto al gasto de este año, que alcanzará los 31.400 millones de euros, es decir el 1,56% del PIB nacional, la cifra más baja de siempre y cada vez más alejada del 2% que recomienda la OTAN. El debate y las negociaciones han empezado, y la idea del jefe del Estado ha generado inquietud e indignación entre los militares y los expertos, que hablan de “tsunami”, de “final anunciado de la potencia militar” y de “ruptura histórica”.
Pero la austeridad manda, y Hollande, que en este momento mantiene cerca de 6.000 soldados desplegados en Malí y en la República Centroafricana, parece decidido a emprender una reforma muy profunda de las fuerzas armadas. Según el editorial de Le Monde de ayer, los dos escenarios de recortes que maneja Hollande “amputarían gravemente” al Ejército, operaciones como las que hoy están en marcha serían “imposibles de acometer en cinco años”, y Francia quedaría sometida “al paraguas defensivo de Estados Unidos”.
Las primeras cifras del plan de ahorro trascendieron durante una reunión del Consejo de Defensa. Los responsables del Ejército quieren rebajar la propuesta del presidente a la mitad, para salvar al menos 15.000 millones en la nueva ley de presupuestos militares, que cubrirá el quinquenio 2014-2019. Hollande ha encargado un Libro Blanco sobre la defensa, el cuarto informe de ese tipo que se redacta desde 1972, y planea aprobar los recortes definitivos en julio para presentar un proyecto de ley al Parlamento en otoño.
El malestar en el Ejército de la potencia nuclear europea —el 10% del presupuesto militar se dedica a la disuasión atómica— con asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU es enorme. Según ha dicho un responsable del ministerio, “los militares han gritado muchas veces ‘que viene el lobo’ en los últimos años, pero esta vez el lobo ha llegado y nadie es consciente del desastre salvo el Ministerio de Recuperación Productiva”. El organismo liderado por Arnaud Montebourg firma con su homólogo de Defensa, Jean-Yves Le Drian, todos los documentos que el presidente analiza en el Consejo de Defensa.
En realidad, la reforma del Ejército empezó en 2009, cuando Nicolas Sarkozy decidió suprimir en 54.000 el número de militares entre 2009 y 2015. Pero el plan económico no se ha cumplido, y hoy presenta un déficit de 4.000 millones de euros y una brecha de 45.000 millones entre los créditos y los encargos de equipamiento. La presidenta de la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional, Patricia Adam, ha afirmado que, de aprobarse el plan más austero, significará suprimir 50.000 plazas del ministerio en 2015, para cumplir con los 100.000 puestos (un tercio del total) que deben cancelarse antes de 2020. El plan contempla reducir a la mitad el número de aviones de combate y las brigadas terrestres, así como dejar en tierra los grupos aeronavales que acompañan a los portaaviones. Y solo permitiría lanzar una operación militar en el exterior con 7.000 hombres como máximo.
“Si recortan 30.000 millones de euros, Hollande dejaría a su sucesor en la imposibilidad de intervenir militarmente en el exterior, y el Ejército quedaría reducido a la gendarmería, las fuerzas especiales y la disuasión”, ha afirmado un experto en el Parlamento. La negociación promete ser dura y apasionante, porque el gran objetivo económico de Hollande es llegar al déficit cero en 2017, y a la vez reducir la deuda y el paro. Pero la batalla no ha hecho más que empezar. Y desde el ministerio advierten: “No hay soberanía con deudas, pero tampoco sin un Ejército fuerte”.