Estados Unidos se prepara ante la entrada en vigor de nuevos recortes

Obama reconoce que los efectos del 'secuestro' no se notarán de manera inmediata

Cristina F. Pereda
Washington, El País
Legisladores demócratas y republicanos, así como la Casa Blanca, asumen ya que no habrá manera de evitar que entre en vigor el secuestro del presupuesto federal, que a partir del 1 de marzo provocará una serie de recortes por valor de 1,2 billones de dólares. El presidente Barack Obama ha advertido en las últimas semanas de las negativas consecuencias que puede tener la falta de financiación en diferentes áreas del Gobierno, sin que esto le permitiera lograr ni una concesión del Partido Republicano.


Dos votaciones en el Congreso podrían haber impedido esta tarde el temido secuestro con la aprobación de sendas leyes que establecían una nueva vía de recaudación para las arcas federales, pero ambas fracasaron al no encontrar sufientes apoyos. La iniciativa republicana pretendía otorgar más libertad a Obama para repartir la primera tanda de recortes -por un valor de 85.000 millones de dólares- de manera que pueda reducir su impacto, a cambio de que presentase un nuevo presupuesto antes del 15 de marzo.

La de los demócratas, que fracasó en el Senado, ofrecía nuevas fuentes de ingresos en vez de recortes. “La única razón por la que esta medida puede no salir adelante es porque los republicanos intentarán bloquearla”, advirtió este jueves Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca.

Si las últimas negociaciones económicas entre la Casa Blanca y el Congreso, que el pasado mes de diciembre intentaron abortar el ‘abismo fiscal’ por la falta de financiación, inspiraron entonces numerosas reuniones de última hora, este jueves ni Obama ni los líderes republicanos tendrán ocasión de convencerse mutuamente.

Las dos partes implicadas aprovecharon en cambio para exigir responsabilidades y prepararse ante la que puede ser la próxima batalla política: quién debe asumir las consecuencias de los recortes. Según Obama, la reducción del presupuesto se debe a la falta de compromiso político de los republicanos. Para éstos, el presidente les ha pedido un imposible al que nunca accederán porque implica una subida de impuestos a los ciudadanos con más recursos.

“Todavía confiamos en que los republicanos entienda la necesidad de alcanzar un compromiso y que este sea equilibrado”, afirmó Carney en rueda de prensa. Los republicanos, sin embargo, consideran que Obama ha intentado asustar a los ciudadanos con cifras sobre unos recortes que serían aplicados a lo largo de una década.

El presidente reconoció este miércoles en una reunión con empresarios que, a pesar de lo que ha advertido estas últimas semanas, el efecto de los recortes, que entran en vigor este viernes, no será inmediato, sino que empezarán a sentirse a lo largo de las próximas semanas.

“Es posible que durante el primer mes, salvo que tu empresa esté directamente relacionada con el Departamento de Defensa, vivas en una ciudad afectada por instalaciones militares o pertenezcas a una familia que esté intentando averiguar dónde dejar a sus hijos durante el día porque acaban de perder su plaza en una guardería pública, muchos ciudadanos no van a sentir todo el impacto”, dijo Obama. “Pero esto va a golpear enormemente nuestra economía”.

El ‘secuestro’ del presupuesto supone una reducción de casi 100.000 millones de dólares en 2013 en programas federales en las áreas de defensa, educación, sanidad o empleo. La Casa Blanca publicó esta semana listas detalladas sobre las sumas que perderían cada uno de los Estados de la Unión a través de los programas financiados con el presupuesto federal, así como las áreas más afectadas. Según la Administración, podrían desaparecer miles de puestos de trabajo de profesores, ayudas públicas a estudiantes y servicios de atención a familias y menores sin recursos.

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