El Papa reza tendido en el suelo durante el rito del Viernes Santo

Francisco preside en la Basílica de San Pedro su primera Pasión de Cristo

Roma, EFE
El papa Francisco preside en la Basílica de San Pedro la Pasión de Cristo, la primera de su pontificado, que ha comenzado orando durante varios minutos tendido en el suelo.


Miles de personas, entre ellas el Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, asisten en el templo vaticano al rito del Viernes Santo, único día del año que no se oficia misa.

Tras la lectura de la Pasión de Cristo, el Predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, ha asegurado en la conmemoración de la Pasión del Señor que la burocracia y las controversias impiden que el Evangelio llegue a los hombres, y ha recordado las palabras de Cristo al santo de Asís, que dijo: "Ve, Francisco, y repara la Iglesia".

"Volver a la simplicidad de los orígenes"

Ante el papa Francisco y miles de personas que han asistido a la basílica de San Pedro del Vaticano, Cantalamessa ha insistido en que la excesiva burocracia, la división entre los cristianos y las controversias del pasado impiden que el mensaje de Cristo llegue nítido a los hombres y que es necesario que la Iglesia vuelva "a la simplicidad y a la sencillez de sus orígenes".

"Ocurre como con algunos edificios antiguos. A través de los siglos, para adaptarse a la necesidad del momento, se les llena de divisiones, escaleras, habitaciones y cubículos pequeños. Llega un momento en que te das cuenta de que todas esas adaptaciones ya no responden a las necesidades del momento, sino que son un obstáculo, y entonces tenemos que tener el coraje de derribarlas y volver el edificio a la simplicidad y sencillez de sus orígenes', afirmó.

El franciscano capuchino ha agregado que "esa fue la misión que recibió un día un hombre que estaba orando ante el crucifijo de San Damián". Cantalamessa se refería a san Francisco cuando oraba en Asís, en una iglesia en ruinas, y vio la figura de Cristo que le pedía que la arreglase.

El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio eligió como nombre Francisco en honor del santo de Asís, "el santo de la pobreza, de la paz y de la defensa de la Creación", según contó tras su elección. El fraile manifestó que Cristo murió por todos, que en su lecho de muerte pidió a la Iglesia que llevara su mensaje a todo el mundo y que ese amor hacia Él es lo que impulsa a los creyentes a la evangelización.

"Todavía hay muchos hombres que están de pie junto a la ventana y sueñan sin saberlo con un mensaje como el suyo", ha afirmado el franciscano capuchino, que en su predicación recurrió al judío Franz Kafka para explicar lo que puede retener el mensaje de Cristo. Cantalamessa ha insistido en que la evangelización no es conquista, no es propaganda y que los cristianos deben hacer todo lo posible para que la Iglesia nunca se parezca "a aquel castillo complicado y sombrío de Kafka y el mensaje pueda salir de él tan libre y feliz como cuando comenzó su carrera".

"Sabemos cuáles son los impedimentos que pueden retener al mensajero: los muros divisorios, como aquellos que separan a las distintas iglesias cristianas entre sí, la excesiva burocracia, los residuos de los ceremoniales, leyes y controversias del pasado, aunque se han convertido ya en escombros", ha dicho y echando mano de las palabras del papa Francisco, ha invitado a los fieles a ir a "las periferias existenciales del pecado, del sufrimiento, de la injusticia, de la ignorancia e indiferencia religiosa y de todas las formas de miseria".

El religioso aseguró que en Cristo muerto y resucitado, el mundo ha llegado a su destino final, y "ya han comenzado los cielos nuevos y la tierra nueva". "A pesar de todas las miserias, las injusticias y la monstruosidad existentes sobre la tierra, con Cristo se ha abierto ya el orden definitivo del mundo. Lo que vemos con nuestros ojos puede sugerirnos otra cosa, pero el mal y la muerte han sido realmente derrotados", ha asegurado.

El predicador del papa ha agregado que con la resurrección, la muerte ya no es un muro contra el que se estrella toda esperanza humana, "se ha convertido en un puente hacia la eternidad, un puente de los suspiros, tal vez, porque a nadie le gusta morir, pero un puente, no un abismo que todo lo traga".

La Liturgia del Viernes Santo, única del año sin consagración

Cantalamessa se ha mostrado convencido de que la fe cristiana puede volver a Europa y a un mundo secularizado, debido a que es la única que da una respuesta segura a los grandes interrogantes de la vida y la muerte.

La Liturgia del Viernes Santo es la única del año en la que no hay consagración, pero sí comunión. Durante la misma se han leído todos los pasos del Evangelio. Una cruz cubierta con una tela roja ha presidido la ceremonia, ante la que Francisco se tendió en el suelo y oró durante unos minutos.

Francisco se ha trasladado después al Coliseo de Roma para presidir el Vía Crucis en el lugar que simboliza el sufrimiento de los primeros cristianos.

La Pasión de Cristo se ha cantado por tres diáconos, con la ayuda del Coro de la Capilla Sixtina. El sillón del papa está colocado frente a la imagen de San Pedro, a pocos metros del Altar Mayor. El papa ha sido ayudado por los cardenales Kurt Koch y Giovanni Lajolo. El templo está apenas iluminado, para simbolizar el clima de penitencia de la celebración.

Entradas populares