El Papa pide en Pascua: “Dejémonos renovar por la misericordia de Dios”
Roma, AFP
El Papa Francisco pidió este Domingo de Pascua a los cristianos de todo el mundo, dejarnos “renovar por la misericordia de Dios” y dejar que “la fuerza de su amor transforme también nuestras vidas”. El Pontífice dio su mensaje pascual Urbi et Orbi ante más de 250 mil fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro y pidió paz para todo el mundo.
“¡Feliz Pascua! Es una gran alegría, al comienzo de mi ministerio, poderos dar este anuncio: ¡Cristo ha resucitado! Quisiera que llegara a todas las casas, a todas las familias, especialmente allí donde hay más sufrimiento, en los hospitales, en las cárceles”, así comenzó el Papa su mensaje pascual.
Francisco recordó que con la resurrección del Señor “Ha vencido el amor, ha triunfado la misericordia. Siempre vence la misericordia de Dios” y ese es el significado de las mujeres discípulas de Jesús que fueron al sepulcro y lo encontraron vacío.
“¿Qué significa que Jesús ha resucitado? Significa que el amor de Dios es más fuerte que el mal y la muerte misma, significa que el amor de Dios puede transformar nuestras vidas y hacer florecer esas zonas de desierto que hay en nuestro corazón”.
El Papa recordó que Jesús no ha vuelto a su vida anterior, a la vida terrenal, sino que ha entrado en la vida gloriosa de Dios y ha entrado en ella con nuestra humanidad.
“Queridos hermanos y hermanas, Cristo murió y resucitó una vez para siempre y por todos, pero el poder de la resurrección, este paso de la esclavitud del mal a la libertad del bien, debe ponerse en práctica en todos los tiempos, en los momentos concretos de nuestra vida, en nuestra vida cotidiana”, reflexionó.
Francisco hizo esta invitación a todos: “Acojamos la gracia de la Resurrección de Cristo. Dejémonos renovar por la misericordia de Dios, dejemos que la fuerza de su amor transforme también nuestras vidas; y hagámonos instrumentos de esta misericordia, cauces a través de los cuales Dios pueda regar la tierra, custodiar toda la creación y hacer florecer la justicia y la paz”.
El Papa pidió en su mensaje pascual paz para Oriente Medio, en particular entre israelíes y palestinos, paz para Iraq y el cese definitivo de la violencia, tranquilidad también para Siria. Paz para África, para Malí, Nigeria, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana.
Además se refirió al delicado momento que se vive entre Corea del Norte y Corea del Sur: “Paz en Asia, sobre todo en la península coreana, para que superen las divergencias y madure un renovado espíritu de reconciliación”.
El Papa Francisco pidió este Domingo de Pascua a los cristianos de todo el mundo, dejarnos “renovar por la misericordia de Dios” y dejar que “la fuerza de su amor transforme también nuestras vidas”. El Pontífice dio su mensaje pascual Urbi et Orbi ante más de 250 mil fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro y pidió paz para todo el mundo.
“¡Feliz Pascua! Es una gran alegría, al comienzo de mi ministerio, poderos dar este anuncio: ¡Cristo ha resucitado! Quisiera que llegara a todas las casas, a todas las familias, especialmente allí donde hay más sufrimiento, en los hospitales, en las cárceles”, así comenzó el Papa su mensaje pascual.
Francisco recordó que con la resurrección del Señor “Ha vencido el amor, ha triunfado la misericordia. Siempre vence la misericordia de Dios” y ese es el significado de las mujeres discípulas de Jesús que fueron al sepulcro y lo encontraron vacío.
“¿Qué significa que Jesús ha resucitado? Significa que el amor de Dios es más fuerte que el mal y la muerte misma, significa que el amor de Dios puede transformar nuestras vidas y hacer florecer esas zonas de desierto que hay en nuestro corazón”.
El Papa recordó que Jesús no ha vuelto a su vida anterior, a la vida terrenal, sino que ha entrado en la vida gloriosa de Dios y ha entrado en ella con nuestra humanidad.
“Queridos hermanos y hermanas, Cristo murió y resucitó una vez para siempre y por todos, pero el poder de la resurrección, este paso de la esclavitud del mal a la libertad del bien, debe ponerse en práctica en todos los tiempos, en los momentos concretos de nuestra vida, en nuestra vida cotidiana”, reflexionó.
Francisco hizo esta invitación a todos: “Acojamos la gracia de la Resurrección de Cristo. Dejémonos renovar por la misericordia de Dios, dejemos que la fuerza de su amor transforme también nuestras vidas; y hagámonos instrumentos de esta misericordia, cauces a través de los cuales Dios pueda regar la tierra, custodiar toda la creación y hacer florecer la justicia y la paz”.
El Papa pidió en su mensaje pascual paz para Oriente Medio, en particular entre israelíes y palestinos, paz para Iraq y el cese definitivo de la violencia, tranquilidad también para Siria. Paz para África, para Malí, Nigeria, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana.
Además se refirió al delicado momento que se vive entre Corea del Norte y Corea del Sur: “Paz en Asia, sobre todo en la península coreana, para que superen las divergencias y madure un renovado espíritu de reconciliación”.