El guiño de Benedicto XVI a Bergoglio antes de renunciar

Clarín
Fue todo un guiño. Ahora está más que claro. Antes de dejar lo más alto de la Iglesia católica, Benedicto XVI tuvo un gesto hacia el argentino Jorge Mario Bergoglio. Antes de que se hiciera efectiva su renuncia, el entonces Papa lo designó como miembro de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL) al arzobispo de Buenos Aires. Poco después, el purpurado porteño y hoy líder máximo de la Iglesia católica partió a Roma para participar del cónclave que terminó por elegirlo.


La presencia de los argentinos en el Vaticano llega al máximo con Bergoglio. Aunque hay otros como el cardenal Leonardo Sandri y monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, como consejeros de la Pontificia Comisión para América Latina y monseñor Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta, y monseñor Héctor Aguer, arzobispo de La Plata, como miembros de la CAL.

La Pontificia Comisión para América Latina, que forma parte de la Congregación para los Obispos, fue instituida con el objetivo de estudiar de manera unitaria la realidad de la Iglesia en América Latina, favoreciendo la estrecha colaboración con los dicasterios, y con el fin de ayudar al Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

El presidente de la CAL es el prefecto de la Congregación para los Obispos, actualmente el cardenal canadiense Marc Ouellet, uno de los que se mencionaban como candidatos para suceder a Benedicto XVI. Pero fue el argentino Bergoglio el que le terminó ganando. El mismo al que Joseph Ratzinger le había hecho un guiño antes de partir.

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