Deniegan a Breivik el permiso para asistir al funeral de su madre
Oslo, EP
El autor noruego de la matanza de la isla de Utoya, Anders Behring Breivik, no tendrá permiso para asistir al funeral de su madre, según han informado este martes agentes penitenciarios a la agencia de noticias NTB.
Breivik, condenado en 2012 a la pena máxima de 21 años de cárcel por haber matado el año anterior a un total de 77 personas entre el tiroteo cometido en la isla de Utoya y el atentado con bomba en el centro de Oslo, no asistirá al funeral de su madre, Wenche Behring, porque las autoridades no le han otorgado el permiso necesario para abandonar el centro penitenciario.
Behring, quien se había negado a testificar en el juicio contra su hijo, había recalcado ante los psiquiatras que su "amable y cariñoso hijo" se había transformado en un obseso demente. La mujer falleció el pasado viernes a los 66 años tras una larga enfermedad. El mes pasado fue la última ocasión en la que madre e hijo pudieron verse.
Aunque la legislación noruega establece como pena máxima 21 años de cárcel, Breivik podría permanecer indefinidamente si se considera que podría ser peligroso. Hasta el momento, ha permanecido en régimen de aislamiento en una celda con tres habitaciones: una para dormir, una para estudiar y la tercera para hacer ejercicio.
Por ahora, ni los agentes penitenciarios ni el abogado de Breivik han realizado comentarios al respecto.
El autor noruego de la matanza de la isla de Utoya, Anders Behring Breivik, no tendrá permiso para asistir al funeral de su madre, según han informado este martes agentes penitenciarios a la agencia de noticias NTB.
Breivik, condenado en 2012 a la pena máxima de 21 años de cárcel por haber matado el año anterior a un total de 77 personas entre el tiroteo cometido en la isla de Utoya y el atentado con bomba en el centro de Oslo, no asistirá al funeral de su madre, Wenche Behring, porque las autoridades no le han otorgado el permiso necesario para abandonar el centro penitenciario.
Behring, quien se había negado a testificar en el juicio contra su hijo, había recalcado ante los psiquiatras que su "amable y cariñoso hijo" se había transformado en un obseso demente. La mujer falleció el pasado viernes a los 66 años tras una larga enfermedad. El mes pasado fue la última ocasión en la que madre e hijo pudieron verse.
Aunque la legislación noruega establece como pena máxima 21 años de cárcel, Breivik podría permanecer indefinidamente si se considera que podría ser peligroso. Hasta el momento, ha permanecido en régimen de aislamiento en una celda con tres habitaciones: una para dormir, una para estudiar y la tercera para hacer ejercicio.
Por ahora, ni los agentes penitenciarios ni el abogado de Breivik han realizado comentarios al respecto.