Veda a armas de asalto merece votación en Congreso: Obama

Mineapolis, Reuters
El presidente Barack Obama presionó al Congreso el lunes para que al menos realice una votación para prohibir las armas de asalto, la parte más polémica de su plan para frenar la violencia armada en Estados Unidos.


Los comentarios de Obama sugieren un reconocimiento de la Casa Blanca de que será difícil lograr que una norma semejante sea aprobada por los legisladores, pese al consistente apoyo popular a la medida.

La oposición es grande en el Congreso, también entre algunos demócratas, y con simplemente pedir una votación, Obama pareció reconocer que incluso lograr eso -ni hablar de una aprobación a la prohibición- será una lucha.

"Deberíamos reinstaurar la prohibición sobre armas de asalto del estilo militar y limitar los cargadores de municiones. Y eso merece un voto en el Congreso, porque las armas de guerra no tienen lugar en nuestras calles", dijo Obama en el Centro de Operaciones Especiales del Departamento de Policía de Mineápolis.

La visita de Obama a Mineápolis, que en enero fue sede de una cumbre regional sobre armas, fue el primer viaje del presidente fuera de Washington para promocionar su agenda sobre armas y violencia, desde que presentó un paquete que incluye limitar los cargadores de municiones y controlar los antecedentes de los compradores de armas.

"Ninguna ley ni serie de leyes pueden mantener a nuestros niños a salvo. Pero si hay aunque sea una cosa que podemos hacer, si hay aunque sea una vida que podemos salvar, tenemos la obligación de intentar", dijo Obama.

Con una repleta agenda que incluye la reforma inmigratoria y el cambio climático, Obama espera avanzar rápidamente para aprobar leyes sobre el control de armas antes de que se desvanezca el recuerdo de la matanza en diciembre en una escuela de Newtown, Connecticut, en la que 20 niños y 6 adultos perdieron la vida a manos de un atacante armado.

Una votación en el Congreso sobre una prohibición contra armas de asalto podría realizarse de forma separada de otras medidas para el control de armas.

La senadora Dianne Feinstein dijo que el líder demócrata del Senado Harry Reid prometió que incluso si la prohibición es dejada afuera de un extenso paquete para frenar la violencia armada, ella tendrá la oportunidad de ofrecerla como una enmienda en el Senado.

Los esfuerzos para controlar las armas de fuego enfrentan un duro debate político contra fuertes grupos en defensa de la tenencia de armas y una larga tradición estadounidense de cazadores y propietarios de armas de fuego. El derecho a portar armas es una garantía constitucional para los estadounidenses.

Obama señaló que el apoyo era extenso para controles universales de antecedentes antes de que las armas sean vendidas e indicó que presionará con especial firmeza por esa parte de sus propuestas.

"La vasta mayoría de los estadounidenses, incluida una mayoría de propietarios de armas, apoyan los controles universales de antecedentes criminales para cualquiera que quiera comprar un arma", afirmó el presidente.

"Así que ahora mismo, demócratas y republicanos en el Senado están trabajando en una ley que prohibirá que se vendan armas a alguien que legalmente no puede poseer una. Eso es sentido común. No hay razón para que no sea haga", agregó.

Obama instó a los legisladores a nombrar un director permanente de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, un puesto que ha estado vacante por casi 10 años.

MINNESOTA, UN EJEMPLO

El estado de Minnesota es emblemático de los desafíos que Obama encontrará para promover el control de armas en el Congreso.

Si bien los dos senadores demócratas del estado dicen simpatizar con medidas para frenar la violencia armada, la Asociación Nacional del Rifle (NRA por su sigla en inglés) -principal grupo estadounidense a favor de la tenencia de armas- tiene influencia en el estado.

La NRA apoyó a los cuatro republicanos y a dos de los demócratas que representan a Minnesota en el Congreso, según datos compilados por el Centro de Política Responsable (CRP, por su sigla local).

Pero Mineápolis tiene una tradición de control de armas. La ciudad tomó medidas a mediados de la década pasada para reducir los incidentes que involucran a jóvenes y armas de fuego tras una serie de crímenes violentos.

La masacre de Newtown movilizó el apoyo hacia medidas para restringir el acceso a ciertas armas y municiones.

El Gobierno incluyó el acceso a servicio de salud mental y un análisis de los efectos de los videojuegos violentos como parte de sus esfuerzos para frenar la violencia armada.

En el pasado fracasaron las iniciativas para el control de armas pese al firme apoyo popular, en parte porque muchos propietarios de armas creen que los activistas por el control de armas se oponen a la tenencia y al uso de las armas de fuego en general.

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