Varane: cero faltas y dos goles en la semifinal ante el Barcelona
Madrid, As
El madridismo goza con este joven fichaje que llegó del Lens para seis años, aconsejado por el buen olfato de Zinedine Zidane. En el doble asalto de la semifinal ha dado un recital: rapidez, inteligencia táctica, potencia, elegancia y salto. Los elogios están justificados porque ha brillado con su porcentaje de acierto con el balón (77% media en Copa), tanto como por la estabilidad que ha aportado cortando las jugadas del Barça (30 en dos partidos), al margen de marcar dos goles espectaculares.
Mourinho le entregó la titularidad a Varane en la ida, en ausencia forzosa de Ramos y Pepe. Lo bordó. Salvó un gol en la raya, secó a Messi y marcó el empate. Fue 'el partido de su vida'.
Vuelta. En el Camp Nou, Mourinho prefirió la serenidad de Varane al nervio alborotador de Pepe. Y acertó. El central francés nunca perdió la zona. Miró siempre a Ramos para marcar bien la línea. Dio un paso adelante para achicar a Messi cuando encaraba. Por arriba fue inexpugnable con su 1,91 imponente. Ni un aspaviento, ni una falta, dando confianza a Diego López. Varane arruinó los pases diagonales de Cesc, Xavi e Iniesta. Un trabajo impecable que elevó a categoría de histórico con su golazo de cabeza arrollando a Piqué.
Tal exhibición le llevará a la selección absoluta de Francia, que el 26 de marzo se mide a España en París.
El madridismo goza con este joven fichaje que llegó del Lens para seis años, aconsejado por el buen olfato de Zinedine Zidane. En el doble asalto de la semifinal ha dado un recital: rapidez, inteligencia táctica, potencia, elegancia y salto. Los elogios están justificados porque ha brillado con su porcentaje de acierto con el balón (77% media en Copa), tanto como por la estabilidad que ha aportado cortando las jugadas del Barça (30 en dos partidos), al margen de marcar dos goles espectaculares.
Mourinho le entregó la titularidad a Varane en la ida, en ausencia forzosa de Ramos y Pepe. Lo bordó. Salvó un gol en la raya, secó a Messi y marcó el empate. Fue 'el partido de su vida'.
Vuelta. En el Camp Nou, Mourinho prefirió la serenidad de Varane al nervio alborotador de Pepe. Y acertó. El central francés nunca perdió la zona. Miró siempre a Ramos para marcar bien la línea. Dio un paso adelante para achicar a Messi cuando encaraba. Por arriba fue inexpugnable con su 1,91 imponente. Ni un aspaviento, ni una falta, dando confianza a Diego López. Varane arruinó los pases diagonales de Cesc, Xavi e Iniesta. Un trabajo impecable que elevó a categoría de histórico con su golazo de cabeza arrollando a Piqué.
Tal exhibición le llevará a la selección absoluta de Francia, que el 26 de marzo se mide a España en París.