Rooney quebró al Fulham y Manchester United se afirma como líder
Londres, EFE
Un gol del delantero inglés Wayne Rooney a diez minutos para el final solventó para el Manchester United un duelo en el que un Fulham sólido y ordenado había sabido resistir hasta entonces la presión del líder de la Premier League (0-1).
La victoria de los Diablos Rojos, la novena fuera de casa esta temporada en la Premier, les deja al frente de la tabla con diez puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, el Manchester City, que el domingo recibe al Liverpool en el Etihad Stadium.
El United llevó el timón del partido durante toda la primera parte, con Rooney y el holandés Robin Van Persie encendidos y dispuestos a complicarle la vida al guardameta local, el australiano Mark Schwarzer.
Los Diablos Rojos, convencidos de que en esta jornada pueden poner tierra de por medio con el Manchester City si sus vecinos tropiezan, desplegaron desde el primer minuto en Craven Cottage un fútbol enérgico.
La presión en la zona de tres cuartos de los de Martin Jol, sin embargo, permitió al Fulham ver cómo transcurrían los minutos sin que el líder de la Premier trasladara su aparente superioridad sobre la hierba al marcador.
Si bien los visitantes mantenían una posesión del balón mayor del 60 por ciento, el arquero Schwarezer, los palos y la falta de fortuna impidieron que los de Alex Ferguson materializaran ninguna de sus oportunidades en los primeros 45 minutos.
Poco antes del descanso, el encuentro se suspendió por un incidente poso usual: las iluminación artificial del Craven Cottage se apagó súbitamente cuando Van Persie se disponía a sacar un córner.
Tras unos minutos de dudas, el árbitro Kevin Friend decidió enviar al vestuario a los jugadores, en el mismo momento en el que las luces del estadio comenzaban a encenderse, un proceso que tardó más de cinco minutos en completarse.
Con el juego ya reanudado, los Diablos Rojos comenzaron a acusar ciertos nervios al ver cómo el empate a cero seguía inamovible y había pasado ya el minuto quince de la segunda parte.
Los de Ferguson perdían balones en el medio campo y, aunque el Fulham no sabía aprovechar esos errores para retar al portero español David de Gea, el United había dejado de parecer un equipo peligroso para los locales.
El técnico escocés, para tratar de revolucionar el partido, dio entrada en el minuto 65 al mexicano Javier Chicharito Hernández, que se sumó a Rooney y Van Persie en el ataque.
No solo echó mano Ferguson de sus jóvenes estrellas, sino que también sacó a su futbolista con más experiencia para intentar desbaratar la defensa del Fulham.
El galés Ryan Giggs, de 39 años, saltó al césped una vez más, y van 650 en la Premier, para otorgar solidez al juego de los Diablos Rojos, que no lograban sin embargo controlar a los locales, que estuvieron a punto de marcar a balón parado, un tanto que evitó el brasileño Rafael da Silva en la línea de gol.
El United no se dio por vencido y, por fin, a diez minutos para el final, vio cómo aparecía Rooney para sellar la trabajada victoria de los de Ferguson.
El inglés recibió un balón en la zona de tres cuartos, cambió el ritmo y entró en carrera en el área del Fulham, donde le esperaba el irlandés Aaron Hughes como último jugador para defender al guardameta Schwarzer.
En lugar de tratar de desbordarle, el delantero inglés sorprendió al defensa con un tiro suave con el interior de la bota hacia el segundo palo que ni el defensa ni el portero pudieron interceptar y que sentenciaba el encuentro a favor del líder de la Premier.
En los últimos instantes, ambos equipos pudieron marcar. Van Persie, primero, sacó de la línea un remate de cabeza del Fulham, mientras que Chicharito, acto seguido, se plantó ante el guardameta local, que le acabó ganando la partida.