Rafael Correa arrasa en las presidenciales de Ecuador
El consejo electoral confirma una mayoría con la que no precisa concurrir a una segunda vuelta
"Esta revolución no la para nada ni nadie", celebra el mandatario desde el palacio presidencial
El presidente anuncia que va a luchar contra la prensa “corrupta”, “manipuladora” y "mercantilista"
Francisco Peregil
Quito, El País
Las encuestas no se equivocaron. Rafael Correa, el profesor universitario de economía que llegó al poder en Ecuador en 2007 hablando de “revolución ciudadana”, fue elegido presidente con una mayoría lo suficientemente holgada como para no tener que concurrir a una segunda vuelta. Correa solo necesitaba el 51% de los votos y consiguió alrededor del 60%, según los sondeos a pie de urna de tres encuestadoras, diez puntos más que los que obtuvo en las presidenciales de 2009. Correa solo necesitó esos sondeos para festejar la victoria. Los primeros resultados oficiales llegaron después y le confirmaron alrededor de un 57% de los votos con el 50% del escrutinio.
Ataviado con una de sus clásicas camisetas blancas bordadas en una comunidad indígena del país, Correa compareció en un balcón del palacio gubernamental de Carondelet ante miles de simpatizantes y proclamó: “Esta revolución no la para nada ni nadie, compañeros”. El segundo de los ocho candidatos que optaron a la presidencia, el banquero del Opus Dei Guillermo Lasso, se quedó a una distancia aproximada del 20%. Tras conocerse los primeros resultado oficiales, Lasso reconoció la derrota pero se autoproclamó "el segundo líder político" del país.
En su primera comparecencia ante la prensa como presidente electo Correa dejó claro que pretende luchar contra la prensa “corrupta”, “manipuladora” y “mercantilista”. Declaró que ese tipo de prensa fue la otra gran derrotada de las elecciones. “Tenemos que realmente lograr una sociedad donde manden los ciudadanos y no el que tuvo plata para comprarse una imprenta. Mi relación con esos medios no depende de una victoria o una derrota. Son cosas mucho más profundas y vamos a sostener exactamente lo que sosteníamos antes de esta esplendorosa victoria”, declaró a un canal público.
El objetivo del Gobierno en los próximos meses será aprobar una ley de comunicación a la que se oponían tanto los medios privados críticos con el Gobierno como buena parte de la oposición. Para eso es indispensable contar con la mayoría absoluta en la Asamblea legislativa.
Una de las primeras felicitaciones tras conocerse los resultados ha llegado desde Venezuela. El Ministerio de Exteriores emitió un comunicado en nombre del presidente, Hugo Chávez, que está hospitalizado en Cuba desde hace dos meses. Chávez "hace suya la alegría desbordada del pueblo de la hermana República del Ecuador tras la contundente victoria del líder de la revolución ciudadana, compañero Rafael Correa", dice el texto oficial.
Correa tomará posesión del cargo el 24 de mayo junto con su candidato a la vicepresidencia, Jorge Glas. La mayoría de los economistas críticos con la gestión del Gobierno le reclaman ahora medidas profundas que alejen al país de su dependencia del petróleo. El presidente cuenta con mucho tiempo para ello. Cuando concluya su mandato, en 2017, habrá permanecido diez años en el poder. En principio no necesita más tiempo. Correa ha prometido que se marchará a casa ese año.
"Esta revolución no la para nada ni nadie", celebra el mandatario desde el palacio presidencial
El presidente anuncia que va a luchar contra la prensa “corrupta”, “manipuladora” y "mercantilista"
Francisco Peregil
Quito, El País
Las encuestas no se equivocaron. Rafael Correa, el profesor universitario de economía que llegó al poder en Ecuador en 2007 hablando de “revolución ciudadana”, fue elegido presidente con una mayoría lo suficientemente holgada como para no tener que concurrir a una segunda vuelta. Correa solo necesitaba el 51% de los votos y consiguió alrededor del 60%, según los sondeos a pie de urna de tres encuestadoras, diez puntos más que los que obtuvo en las presidenciales de 2009. Correa solo necesitó esos sondeos para festejar la victoria. Los primeros resultados oficiales llegaron después y le confirmaron alrededor de un 57% de los votos con el 50% del escrutinio.
Ataviado con una de sus clásicas camisetas blancas bordadas en una comunidad indígena del país, Correa compareció en un balcón del palacio gubernamental de Carondelet ante miles de simpatizantes y proclamó: “Esta revolución no la para nada ni nadie, compañeros”. El segundo de los ocho candidatos que optaron a la presidencia, el banquero del Opus Dei Guillermo Lasso, se quedó a una distancia aproximada del 20%. Tras conocerse los primeros resultado oficiales, Lasso reconoció la derrota pero se autoproclamó "el segundo líder político" del país.
En su primera comparecencia ante la prensa como presidente electo Correa dejó claro que pretende luchar contra la prensa “corrupta”, “manipuladora” y “mercantilista”. Declaró que ese tipo de prensa fue la otra gran derrotada de las elecciones. “Tenemos que realmente lograr una sociedad donde manden los ciudadanos y no el que tuvo plata para comprarse una imprenta. Mi relación con esos medios no depende de una victoria o una derrota. Son cosas mucho más profundas y vamos a sostener exactamente lo que sosteníamos antes de esta esplendorosa victoria”, declaró a un canal público.
El objetivo del Gobierno en los próximos meses será aprobar una ley de comunicación a la que se oponían tanto los medios privados críticos con el Gobierno como buena parte de la oposición. Para eso es indispensable contar con la mayoría absoluta en la Asamblea legislativa.
Una de las primeras felicitaciones tras conocerse los resultados ha llegado desde Venezuela. El Ministerio de Exteriores emitió un comunicado en nombre del presidente, Hugo Chávez, que está hospitalizado en Cuba desde hace dos meses. Chávez "hace suya la alegría desbordada del pueblo de la hermana República del Ecuador tras la contundente victoria del líder de la revolución ciudadana, compañero Rafael Correa", dice el texto oficial.
Correa tomará posesión del cargo el 24 de mayo junto con su candidato a la vicepresidencia, Jorge Glas. La mayoría de los economistas críticos con la gestión del Gobierno le reclaman ahora medidas profundas que alejen al país de su dependencia del petróleo. El presidente cuenta con mucho tiempo para ello. Cuando concluya su mandato, en 2017, habrá permanecido diez años en el poder. En principio no necesita más tiempo. Correa ha prometido que se marchará a casa ese año.