Milan e Inter igualaron en gran partido


Roma, Espn
Con goles de Stephan El Shaarawy, la figura del match, y Ezequiel Schelotto, Inter y Milan igualaron en San Siro por 1 a 1, en uno de los enfrentamientos de la vigésimo sexta jornada de la Serie A.


Un resultado que le permite a los rossoneri mantener la tercera plaza, que por ahora ocupan en soledad con 45 unidades, pero con un desafío más respecto a Lazio, mientras que el conjunto de Stramaccioni atrapó momentáneamente justo a los albicelestes y con ellos comparte el cuarto escalón.

El partido fue muy emocionante: en el primer tiempo fue mérito especialmente del Diávolo, que jugó un gran fútbol y puso en serias dificultades a su rival con el juego sobre las franjas. En ese marco estuvieron muy bien El Shaarawy y Boateng, quienes apretándose al momento justo, una vez profundos y otra entre líneas, abrían espacios para las entradas de los marcadores de punta.

Los nerazzurri, para limitar esos esquemas, habían bajado con un 4-4-2 con Guarín por derecha y Alvárez por izquierda en la línea de los volante, pero la movida no funcionó para nada y, al revés, le complicó aún más las cosas porque los dos aleros no lograban aportar mucho en defensa.

Así Milan jugó bien y atacó mucho, sin nunca arriesgar prácticamente nada. Al 21º, Zapata luchó bien sobre el círculo central y recuperó un buen balón, que le quedó a Boateng en posición de "diez": el ghanés controló y metió un gran cuchillazo para la entrada por derecha de El Shaarawy, quien controló a toda velocidad y de externo derecho le pegó un cachetazo al esférico, que terminó por clavar cerca del ángulo alto al primer palo. ¡Un golazo!

Inter sintió el golpe y los muchachos de Allegri, en cambio, volaron sobre las alas del entusiasmo, atacando aún más y mejor. Balotelli, en ese momento, tuvo dos claras ocasiones de gol (una muy buena la había sumado ya antes del 1 a 0): la primera con un cabezazo en el desarrollo de un córner, que ese gran arquero que es Handánovic sacó con un verdadero milagro. En la segunda SuperMario recibió un excelente centro de De Sciglio desde la izquierda, pero desvió demasiado central, encima del arquero rival.

A pesar de su dominio, el Diávolo se fue al entretiempo con un sólo gol de ventaja y la sensación, muy fuerte, de que se estaba complicando las cosas. Así fue, en efecto, porque en el segundo tiempo los nerazzurri bajaron con un diferente planteo: como primera cosa, Stramaccioni los invirtió a Zanetti y Nagatomo, para que el capitán lo marcara a El Shaarawy y no se hiciera atraer por los movimientos del faraón.

Además, Guarín pasó a jugar entre líneas y fueron Gárgano y Cambiasso los que se encargaron mayormente de cubrir los laterales. Así, el match se equilibró, demérito también de Milan que no supo encontrar rápidamente una solución y que no supo aporvechar de los enormes espacios de los que gozaba en ese momento el faraón entre líneas.

Efectivamente el joven delantero empezó a jugar muy bien casi como un enganche, pero cada vez que se daba vuelta no veía ni el corte de algún volante al área ni la ayuda de uno entre Balotelli o Boateng. Balo, en particular, se apagó mucho y casi desapareció en esa etapa.

Los rossoneri siguieron haciendo el gasto y crearon alguno otra buena ocasión, pero su dominio no fue tan claro como en la primera etapa y así empezaron a conceder algo atrás. Tanto que Abbiati tuvo que imitarlo a su colega, sacando de la galera una atajada verdaderamente mágica, para negarle el gol a Guarín sacando un cabezazo del colombiano que parecía meterse en el ángulo bajo a su derecha.

Lo que le dio el empujón final a Inter en clave remontada fue la mayor velocidad de Stramaccioni respecto a Allegri, puesto que el técnico nerazzurro puso tres cambios entre el 69º y el 77º, mientras que su colega esperó hasta el 81º para poner el primero de los suyos.

Además, las movidas de "Strama" se demostraron muy eficaces, tanto que Schelotto, recién entrado por Cambiasso, aprovechando de la mala marca rossonera, que quedó dos contra dos en defensa (y por encima sin marcas a hombre) conectó de cabeza un buen centro de Nagatomo desde la izquierda y la mandó a guardar con precisión.

Allegri, en cambio, sorprendió en negativo con la decisión de sacarlo, como segundo cambio, a El Shaarawy para ponerlo a Bojan. Curiosa movida, porque el faraón había apenas creado un peligro mientras que Balotelli ya no tocaba una desde largo rato. En efecto, en los últimos minutos Inter tomó el control y atacó con constancia, si bien sin crear ningún claro peligro.

El partido así terminó igualado, un resultado típico en este tipo de partidos, en el que un cuadro desperdicia mucho y le da a chance a un peligroso rival de quedar vivo y pegar el batacazo gracias a la garra, el orgullo y el corazón.

Entradas populares