Cónclave para elegir al nuevo Papa podría empezar antes del 15 de marzo
Roma, Reuters
El Vaticano dijo el sábado que el cónclave para designar al sucesor del Papa Benedicto XVI podría comenzar antes de lo previsto, lo que podría brindar un nuevo líder a la Iglesia Católica para mediados de marzo.
A menos de dos semanas de una histórica dimisión papal, el Vaticano también reiteró que el Sumo Pontífice no abandona a la Iglesia en tiempos de dificultad e instó a los fieles a confiar en Dios y en el próximo líder católico.
Unos 11 cardenales menores de 80 años podrán optar a participar en el cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI. Las normas de la Iglesia dicen que el cónclave debe empezar entre 15 y 20 días después de que el papado quede vacante, lo que ocurrirá el 28 de febrero.
Pero dado que la Iglesia está gestionando una renuncia anunciada y no una muerte repentina, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dijo que la Santa Sede "interpretará" la norma para evaluar si se puede empezar antes.
Cardenales de todo el mundo ya han iniciado las consultas informales por teléfono y correo electrónico para desarrollar un perfil del hombre que creen más adecuado para liderar la Iglesia en un periodo de crisis continuada.
El Vaticano parece aspirar a tener un nuevo Papa elegido y formalmente instaurado en una solemne ceremonia antes del Domingo de Ramos, el 24 de marzo, para que pueda presidir las celebraciones de la Semana Santa que culminan en la Pascua.
Benedicto XVI, de 85 años, pasaba su sábado con toda la normalidad posible, considerando que sus apariciones públicas como pontífice se cuentan ya con los dedos de una mano.
El Vaticano se ha esforzado por insistir en que el Papa se marcha sólo por sus menguantes fuerzas físicas y espirituales, y que está convencido de que era lo correcto y que no dañará a la Iglesia.
"Benedicto XVI no nos abandona en tiempos de dificultad", aseguró Lombardi en su editorial semanal para la radio vaticana. "Con confianza, invita a la Iglesia a confiar en el Espíritu Santo y en un nuevo sucesor de San Pedro", agregó.
DETERIORO DE SALUD
El papado de Benedicto se vio sacudido por una crisis en torno a abusos sexuales cometidos por sacerdotes en Europa y Estados Unidos, la mayoría de los cuales se produjeron antes de su época pero que salieron a la luz durante su pontificado.
También despertó la indignación de los musulmanes tras asociar al Islamismo con la violencia. Los judíos se molestaron porque rehabilitó a un clérigo que negaba el Holocausto y su mayordomo fue detenido por filtrar su documentación privada en un escándalo sobre los negocios de la Iglesia.
Entre tanto, el sábado se conocieron nuevos detalles sobre el estado de salud de Benedicto XVI en los meses anteriores a su inesperada decisión.
Peter Seewald, un periodista alemán que escribió un libro con el Papa en 2010 en el que Benedicto XVI planteó por primera vez la posibilidad de dimitir, lo visitó de nuevo hace 10 semanas y preguntó qué más podría esperarse de su papado.
"No mucho de mí", respondió el pontífice, según extractos publicados en la revista alemana Focus. Soy un hombre anciano y mis fuerzas disminuyen. Creo que lo que he hecho es suficiente", aseveró.
Seewald dijo haberse alarmado por la salud del Papa, mencionando sus problemas de vista y audición, así como su delgadez.
"Nunca lo había visto con un aspecto tan exhausto, tan derrengado", comentó.
El Papa ofrecerá el domingo su habitual bendición desde su ventana sobre la plaza de San Pedro, antes de un retiro espiritual de una semana previsto con anterioridad y del que saldrá el 23 de febrero.
Después ofrecerá una nueva bendición dominical el 24 de febrero, celebrará una audiencia general el 27 de febrero y al día siguiente viajará en helicóptero a la residencia pontificia de verano en Castel Gandolfo, al sur de Roma, donde se espera que permanezca los dos meses aproximadamente que llevará restaurar el convento vaticano donde pasará sus últimos años.
El Vaticano dijo el sábado que el cónclave para designar al sucesor del Papa Benedicto XVI podría comenzar antes de lo previsto, lo que podría brindar un nuevo líder a la Iglesia Católica para mediados de marzo.
A menos de dos semanas de una histórica dimisión papal, el Vaticano también reiteró que el Sumo Pontífice no abandona a la Iglesia en tiempos de dificultad e instó a los fieles a confiar en Dios y en el próximo líder católico.
Unos 11 cardenales menores de 80 años podrán optar a participar en el cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI. Las normas de la Iglesia dicen que el cónclave debe empezar entre 15 y 20 días después de que el papado quede vacante, lo que ocurrirá el 28 de febrero.
Pero dado que la Iglesia está gestionando una renuncia anunciada y no una muerte repentina, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dijo que la Santa Sede "interpretará" la norma para evaluar si se puede empezar antes.
Cardenales de todo el mundo ya han iniciado las consultas informales por teléfono y correo electrónico para desarrollar un perfil del hombre que creen más adecuado para liderar la Iglesia en un periodo de crisis continuada.
El Vaticano parece aspirar a tener un nuevo Papa elegido y formalmente instaurado en una solemne ceremonia antes del Domingo de Ramos, el 24 de marzo, para que pueda presidir las celebraciones de la Semana Santa que culminan en la Pascua.
Benedicto XVI, de 85 años, pasaba su sábado con toda la normalidad posible, considerando que sus apariciones públicas como pontífice se cuentan ya con los dedos de una mano.
El Vaticano se ha esforzado por insistir en que el Papa se marcha sólo por sus menguantes fuerzas físicas y espirituales, y que está convencido de que era lo correcto y que no dañará a la Iglesia.
"Benedicto XVI no nos abandona en tiempos de dificultad", aseguró Lombardi en su editorial semanal para la radio vaticana. "Con confianza, invita a la Iglesia a confiar en el Espíritu Santo y en un nuevo sucesor de San Pedro", agregó.
DETERIORO DE SALUD
El papado de Benedicto se vio sacudido por una crisis en torno a abusos sexuales cometidos por sacerdotes en Europa y Estados Unidos, la mayoría de los cuales se produjeron antes de su época pero que salieron a la luz durante su pontificado.
También despertó la indignación de los musulmanes tras asociar al Islamismo con la violencia. Los judíos se molestaron porque rehabilitó a un clérigo que negaba el Holocausto y su mayordomo fue detenido por filtrar su documentación privada en un escándalo sobre los negocios de la Iglesia.
Entre tanto, el sábado se conocieron nuevos detalles sobre el estado de salud de Benedicto XVI en los meses anteriores a su inesperada decisión.
Peter Seewald, un periodista alemán que escribió un libro con el Papa en 2010 en el que Benedicto XVI planteó por primera vez la posibilidad de dimitir, lo visitó de nuevo hace 10 semanas y preguntó qué más podría esperarse de su papado.
"No mucho de mí", respondió el pontífice, según extractos publicados en la revista alemana Focus. Soy un hombre anciano y mis fuerzas disminuyen. Creo que lo que he hecho es suficiente", aseveró.
Seewald dijo haberse alarmado por la salud del Papa, mencionando sus problemas de vista y audición, así como su delgadez.
"Nunca lo había visto con un aspecto tan exhausto, tan derrengado", comentó.
El Papa ofrecerá el domingo su habitual bendición desde su ventana sobre la plaza de San Pedro, antes de un retiro espiritual de una semana previsto con anterioridad y del que saldrá el 23 de febrero.
Después ofrecerá una nueva bendición dominical el 24 de febrero, celebrará una audiencia general el 27 de febrero y al día siguiente viajará en helicóptero a la residencia pontificia de verano en Castel Gandolfo, al sur de Roma, donde se espera que permanezca los dos meses aproximadamente que llevará restaurar el convento vaticano donde pasará sus últimos años.