Cada día 5.000 refugiados abandonan Siria por el conflicto
Un ataque en la localidad de Hama provocó el miércoles 54 muertos
David Alandete
Jerusalén, El País
Cada día abandonan Siria más de 5.000 personas, que se convierten en refugiados en países vecinos como Líbano, Turquía o Jordania, según la última estimación del Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR), hecha pública este viernes. La revuelta contra el régimen de Bachar El Asad ha provocado ya más de 787.000 desplazados, 187.000 de los cuales han huido desde finales de 2012. La ONU teme que la falta de servicios básicos, como alimentos o atención médica, acabe provocando una crisis humanitaria.
El miércoles fallecieron 54 civiles en un atentado con bomba contra un autobús en Hama, en el oeste del país, en las inmediaciones de una fábrica de material militar, según ha denunciado este viernes el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que ha condenado en un comunicado “el silencio de la comunidad internacional ante las masacres cometidas en Siria por ambas partes". Los rebeldes han vuelto a atacar hoy en las inmediaciones de Damasco, la capital, donde está refugiada la plana mayor del régimen de El Asad.
La mayoría de refugiados que han huido de ese conflicto, 260.000, ha huido a Líbano. El Gobierno de ese país, aliado nominal de El Asad, ha intentado no inmiscuirse en la crisis interna del país vecino, y ha evitado establecer centros de recepción y atención a los refugiados. ACNUR considera que de todos los desplazados a Líbano, un 46% no se han registrado oficialmente como refugiados, lo que les dificulta enormemente la capacidad de acceder a servicios como la atención médica.
La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) ha exigido este viernes al Gobierno de Líbano que establezca como prioridad dar atención médica a esos refugiados, estén o no registrados como tales. “Se debería prestar asistencia a todos los refugiados, inmediatamente después de su llegada, con la garantía de acceso a la atención médica, sin tener que esperar hasta que estén debidamente registrados", dijo MSF en un informe titulado ‘Sobrevivir más allá de la guerra: La vida de los refugiados y los desplazados sirios en Líbano’.
Por su parte, el Gobierno libanés ha dado garantías este viernes de que no deportará a más ciudadanos sirios, después de que se supiera que en agosto envió de regreso a Siria a 14 personas, cuatro de las cuales temían represalias por parte del Gobierno. La organización Human Rights Watch denunció públicamente esas deportaciones, y el presidente libanés, Michel Suleiman, dijo este viernes en un mensaje en la red social de Twitter que no se volverán a producir, “en conformidad con la declaración universal de los derechos humanos".
Así mismo, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha advertido este viernes de que los niños en las zonas en conflicto dentro de Siria pueden contraer enfermedades por la carencia de de agua y la insalubridad. “Numerosas personas que habitan en estas áreas sólo tienen acceso a 25 litros de agua diarios, mientras que hace dos años podían hacer uso de 75 litros al día", ha dicho en un comunicado UNICEF, que ha hecho evaluaciones en zonas de conflicto como Idlib, Homs, Alepo y las inmediaciones de Damasco.
David Alandete
Jerusalén, El País
Cada día abandonan Siria más de 5.000 personas, que se convierten en refugiados en países vecinos como Líbano, Turquía o Jordania, según la última estimación del Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR), hecha pública este viernes. La revuelta contra el régimen de Bachar El Asad ha provocado ya más de 787.000 desplazados, 187.000 de los cuales han huido desde finales de 2012. La ONU teme que la falta de servicios básicos, como alimentos o atención médica, acabe provocando una crisis humanitaria.
El miércoles fallecieron 54 civiles en un atentado con bomba contra un autobús en Hama, en el oeste del país, en las inmediaciones de una fábrica de material militar, según ha denunciado este viernes el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que ha condenado en un comunicado “el silencio de la comunidad internacional ante las masacres cometidas en Siria por ambas partes". Los rebeldes han vuelto a atacar hoy en las inmediaciones de Damasco, la capital, donde está refugiada la plana mayor del régimen de El Asad.
La mayoría de refugiados que han huido de ese conflicto, 260.000, ha huido a Líbano. El Gobierno de ese país, aliado nominal de El Asad, ha intentado no inmiscuirse en la crisis interna del país vecino, y ha evitado establecer centros de recepción y atención a los refugiados. ACNUR considera que de todos los desplazados a Líbano, un 46% no se han registrado oficialmente como refugiados, lo que les dificulta enormemente la capacidad de acceder a servicios como la atención médica.
La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) ha exigido este viernes al Gobierno de Líbano que establezca como prioridad dar atención médica a esos refugiados, estén o no registrados como tales. “Se debería prestar asistencia a todos los refugiados, inmediatamente después de su llegada, con la garantía de acceso a la atención médica, sin tener que esperar hasta que estén debidamente registrados", dijo MSF en un informe titulado ‘Sobrevivir más allá de la guerra: La vida de los refugiados y los desplazados sirios en Líbano’.
Por su parte, el Gobierno libanés ha dado garantías este viernes de que no deportará a más ciudadanos sirios, después de que se supiera que en agosto envió de regreso a Siria a 14 personas, cuatro de las cuales temían represalias por parte del Gobierno. La organización Human Rights Watch denunció públicamente esas deportaciones, y el presidente libanés, Michel Suleiman, dijo este viernes en un mensaje en la red social de Twitter que no se volverán a producir, “en conformidad con la declaración universal de los derechos humanos".
Así mismo, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha advertido este viernes de que los niños en las zonas en conflicto dentro de Siria pueden contraer enfermedades por la carencia de de agua y la insalubridad. “Numerosas personas que habitan en estas áreas sólo tienen acceso a 25 litros de agua diarios, mientras que hace dos años podían hacer uso de 75 litros al día", ha dicho en un comunicado UNICEF, que ha hecho evaluaciones en zonas de conflicto como Idlib, Homs, Alepo y las inmediaciones de Damasco.