Benedicto XVI finaliza Papado y promete obediencia a su sucesor
Ciudad del Vaticano, Reuters
El Papa Benedicto XVI finalizó el jueves su difícil reinado, tras prometer obediencia incondicional al pontífice que lo suceda en la misión de dirigir a la Iglesia Católica Apostólica Romana, que atraviesa uno de los períodos más críticos en sus 2000 años de historia.
El Papado quedó oficialmente vacante a las 1900 GMT, después de que Benedicto se convirtiera en el primer Pontífice en renunciar a su cargo en seis siglos.
En un gesto simbólico, la bandera papal, amarilla y blanca, fue arreada y la Guardia Suiza se retiró de la entrada de la residencia de verano de Castel Gandolfo, al sur de Roma, mientras las pesadas puertas de madera del recinto eran cerradas.
Al mismo momento, los aposentos papales en el Vaticano fueron cerrados y no serán abiertos de nuevo hasta que se realice la elección del sucesor de Benedicto, quien encabezó la Iglesia Católica por casi ocho años.
Casi tres horas antes, un helicóptero de la fuerza área italiana despegó del helipuerto del Vaticano transportando al líder católico de 85 años hacia Castel Gandolfo.
Antes de aterrizar en la residencia papal, el helicóptero rodeó la Ciudad del Vaticano y voló sobre el Coliseo y otros puntos conocidos de Roma para dar al pontífice una última vista de la ciudad de la que también es obispo.
Las campanas de la Basílica de San Pedro y de todas las iglesias del sector sonaban mientras el helicóptero sobrevolaba la ciudad.
Antes de partir, el Papa publicó su último tuit desde su cuenta recién abierta en diciembre.
"Gracias por su amor y cariño. Que siempre experimenten la alegría que brinda el colocar a Cristo en el centro de sus vidas", dijo Benedicto XVI, quien tuvo una emotiva despedida con los cardenales.
"Seguiré estando cerca de ustedes en la oración, especialmente en los próximos días para que acepten completamente la acción del Espíritu Santo en la elección del nuevo Papa", dijo a los prelados en la Sala Clementina del Vaticano.
"Dios les mostrará que es lo que quiere. Entre ustedes está el futuro Papa, al que hoy declaro mi reverencia y obediencia incondicional", afirmó Benedicto.
La promesa, hecha antes de que los cardenales se reúnan en cónclave a puertas cerradas para elegir a su sucesor, fue importante porque por primera vez en la historia convivirán en el Vaticano un Papa reinante y un ex Papa.
Benedicto pareció estar mandando un fuerte mensaje a la máxima jerarquía eclesiástica, además de transmitir la confianza para continuar unidos detrás de su sucesor, sea quien sea.
Algunos expertos temen que si el próximo Papa deshace algunas de las políticas del Sumo Pontífice saliente mientras su predecesor aún está vivo, Benedicto XVI pueda actuar como faro de los conservadores y polarizar a los 1.200 millones de miembros de la Iglesia Católica.
Con la elección del próximo Papa en medio de escándalos de abuso sexual por parte de sacerdotes, filtraciones de papeles privados, la disminución de la feligresía y las demandas de un mayor rol para las mujeres en la Iglesia, muchos creen que el Vaticano se beneficiaría con una cara nueva proveniente de un país no europeo.
Los nombres de los cardenales Peter Turkson, de Ghana, y Antonio Tagle, de Filipinas, son dos de los que más se escuchan como los principales candidatos del mundo en desarrollo.
"En los últimos dos cónclaves, los cardenales eligieron al hombre más inteligente en la sala. Ahora, será tiempo de elegir al hombre que escuchará a todas las otras personas inteligentes en la Iglesia", dijo el padre Tom Resse, historiador y miembro del Centro Teológico Woodstock de la Universidad de Georgetown.
PROBLEMAS PAPALES
Benedicto XVI, vestido con una sotana papal blanca y una capa roja que perderá luego de que su renuncia se vuelva oficial, instó a la Iglesia a estar "profundamente unida".
Amante de la música clásica, comparó a la jerarquía de la Iglesia con una orquesta con muchos instrumentos que deben ser armónicos.
"Mantengámonos unidos, queridos hermanos", dijo el pontífice, quien aludió a los escándalos y reportes de enfrentamientos entre sus colaboradores más cercanos.
"En estos últimos ocho años, hemos vivido con fe momentos hermosos de radiante luz en el camino de la Iglesia, así como también momentos en los que algunas nubes oscurecieron el cielo", señaló, y agregó que había "tratado de servir a Cristo y a su Iglesia con amor total y profundo".
LA ELECCION DEL NUEVO PAPA
Con el sillón de San Pedro libre, los cardenales de todo el mundo comenzarán a planear el cónclave que elegirá al sucesor.
Una de las primeras preguntas que deberán responder es cuándo deberían ingresar los 115 cardenales electores a la Capilla Sixtina para la votación. Si bien mantendrán un primer encuentro el viernes, no se espera una decisión al respecto hasta la próxima semana.
El Vaticano parece estar apuntando a una elección a mediados de marzo, para que el nuevo Papa pueda estar instalado en su cargo antes del Domingo de Ramos, que este año se celebra el 24 de marzo, e inicia los servicios de Semana Santa que culminan en la Pascua el domingo siguiente.
Mientras tanto, los cardenales mantendrán reuniones de consulta diarias en el Vaticano, en las cuales debatirán los problemas que enfrenta la Iglesia, se conocerán mejor unos con otros y evaluarán posibles opciones para el puesto de Sumo Pontífice.
Por el momento no hay candidatos oficiales, ni campañas abiertas o personajes resonantes. Los cardenales mencionados entre los favoritos son Turkson, Tagle, el brasileño Odilo Scherer, el canadiense Marc Ouellet, el italiano Angelo Scola y el estadounidense Timothy Dolan.
El Papa Benedicto XVI finalizó el jueves su difícil reinado, tras prometer obediencia incondicional al pontífice que lo suceda en la misión de dirigir a la Iglesia Católica Apostólica Romana, que atraviesa uno de los períodos más críticos en sus 2000 años de historia.
El Papado quedó oficialmente vacante a las 1900 GMT, después de que Benedicto se convirtiera en el primer Pontífice en renunciar a su cargo en seis siglos.
En un gesto simbólico, la bandera papal, amarilla y blanca, fue arreada y la Guardia Suiza se retiró de la entrada de la residencia de verano de Castel Gandolfo, al sur de Roma, mientras las pesadas puertas de madera del recinto eran cerradas.
Al mismo momento, los aposentos papales en el Vaticano fueron cerrados y no serán abiertos de nuevo hasta que se realice la elección del sucesor de Benedicto, quien encabezó la Iglesia Católica por casi ocho años.
Casi tres horas antes, un helicóptero de la fuerza área italiana despegó del helipuerto del Vaticano transportando al líder católico de 85 años hacia Castel Gandolfo.
Antes de aterrizar en la residencia papal, el helicóptero rodeó la Ciudad del Vaticano y voló sobre el Coliseo y otros puntos conocidos de Roma para dar al pontífice una última vista de la ciudad de la que también es obispo.
Las campanas de la Basílica de San Pedro y de todas las iglesias del sector sonaban mientras el helicóptero sobrevolaba la ciudad.
Antes de partir, el Papa publicó su último tuit desde su cuenta recién abierta en diciembre.
"Gracias por su amor y cariño. Que siempre experimenten la alegría que brinda el colocar a Cristo en el centro de sus vidas", dijo Benedicto XVI, quien tuvo una emotiva despedida con los cardenales.
"Seguiré estando cerca de ustedes en la oración, especialmente en los próximos días para que acepten completamente la acción del Espíritu Santo en la elección del nuevo Papa", dijo a los prelados en la Sala Clementina del Vaticano.
"Dios les mostrará que es lo que quiere. Entre ustedes está el futuro Papa, al que hoy declaro mi reverencia y obediencia incondicional", afirmó Benedicto.
La promesa, hecha antes de que los cardenales se reúnan en cónclave a puertas cerradas para elegir a su sucesor, fue importante porque por primera vez en la historia convivirán en el Vaticano un Papa reinante y un ex Papa.
Benedicto pareció estar mandando un fuerte mensaje a la máxima jerarquía eclesiástica, además de transmitir la confianza para continuar unidos detrás de su sucesor, sea quien sea.
Algunos expertos temen que si el próximo Papa deshace algunas de las políticas del Sumo Pontífice saliente mientras su predecesor aún está vivo, Benedicto XVI pueda actuar como faro de los conservadores y polarizar a los 1.200 millones de miembros de la Iglesia Católica.
Con la elección del próximo Papa en medio de escándalos de abuso sexual por parte de sacerdotes, filtraciones de papeles privados, la disminución de la feligresía y las demandas de un mayor rol para las mujeres en la Iglesia, muchos creen que el Vaticano se beneficiaría con una cara nueva proveniente de un país no europeo.
Los nombres de los cardenales Peter Turkson, de Ghana, y Antonio Tagle, de Filipinas, son dos de los que más se escuchan como los principales candidatos del mundo en desarrollo.
"En los últimos dos cónclaves, los cardenales eligieron al hombre más inteligente en la sala. Ahora, será tiempo de elegir al hombre que escuchará a todas las otras personas inteligentes en la Iglesia", dijo el padre Tom Resse, historiador y miembro del Centro Teológico Woodstock de la Universidad de Georgetown.
PROBLEMAS PAPALES
Benedicto XVI, vestido con una sotana papal blanca y una capa roja que perderá luego de que su renuncia se vuelva oficial, instó a la Iglesia a estar "profundamente unida".
Amante de la música clásica, comparó a la jerarquía de la Iglesia con una orquesta con muchos instrumentos que deben ser armónicos.
"Mantengámonos unidos, queridos hermanos", dijo el pontífice, quien aludió a los escándalos y reportes de enfrentamientos entre sus colaboradores más cercanos.
"En estos últimos ocho años, hemos vivido con fe momentos hermosos de radiante luz en el camino de la Iglesia, así como también momentos en los que algunas nubes oscurecieron el cielo", señaló, y agregó que había "tratado de servir a Cristo y a su Iglesia con amor total y profundo".
LA ELECCION DEL NUEVO PAPA
Con el sillón de San Pedro libre, los cardenales de todo el mundo comenzarán a planear el cónclave que elegirá al sucesor.
Una de las primeras preguntas que deberán responder es cuándo deberían ingresar los 115 cardenales electores a la Capilla Sixtina para la votación. Si bien mantendrán un primer encuentro el viernes, no se espera una decisión al respecto hasta la próxima semana.
El Vaticano parece estar apuntando a una elección a mediados de marzo, para que el nuevo Papa pueda estar instalado en su cargo antes del Domingo de Ramos, que este año se celebra el 24 de marzo, e inicia los servicios de Semana Santa que culminan en la Pascua el domingo siguiente.
Mientras tanto, los cardenales mantendrán reuniones de consulta diarias en el Vaticano, en las cuales debatirán los problemas que enfrenta la Iglesia, se conocerán mejor unos con otros y evaluarán posibles opciones para el puesto de Sumo Pontífice.
Por el momento no hay candidatos oficiales, ni campañas abiertas o personajes resonantes. Los cardenales mencionados entre los favoritos son Turkson, Tagle, el brasileño Odilo Scherer, el canadiense Marc Ouellet, el italiano Angelo Scola y el estadounidense Timothy Dolan.