Alcorcón acogerá el megacomplejo de casinos y congresos de Eurovegas
La Comunidad atrajo la inversión con todo un paquete de exenciones fiscales
José Marcos / Bruno García Gallo
Madrid, El País
Un secarral de 750 hectáreas encerrado entre autopistas en la punta septentrional de Alcorcón, lindando con la capital, albergará en cuatro o cinco años el mayor complejo de casinos y congresos de Europa. Pese a lo que pueda parecer, la localización elegida para el proyecto fue la parte menos relevante del anuncio hecho el viernes por la empresa estadounidense Las Vegas Sands. Su presidente, Michael Leven, se limitó a confirmar lo que ya había dicho a principios de semana en Londres. Lo que el presidente regional, Ignacio González (PP) y medio Madrid ya daban por descontado. Que prefería Alcorcón (un municipio de 170.000 habitantes al sur de la capital, gobernado por el PP). Que descartaba el barrio de Valdecarros, en Madrid capital, y la tercera opción en discordia, una parcela entre Paracuellos del Jarama y Torrejón de Ardoz. Ambas opciones se mantuvieron sobre la mesa estos últimos meses con un único fin: abaratar en lo posible el precio del suelo.
Desde que Las Vegas Sands anunciara en septiembre que optaba por Madrid en detrimento de Barcelona, en el Gobierno regional lo único que se esperaba es que se dijera de una vez el nombre de Alcorcón para ponerse manos a la obra. Y ni siquiera fue el magnate Sheldon Adelson, accionista mayoritario, consejero delegado y 14ª fortuna mundial, el que hizo el anuncio. Tampoco se ahondó en los cambios legales que la Comunidad ha aprobado el pasado diciembre para atar la inversión. Un “traje a medida”, en opinión de la oposición, recibido con satisfacción por los inversores estadounidenses, como la rebaja del tipo máximo actual sobre el juego del 45% a un tipo tributario único del 10%. O que los modelos de negocio como Eurovegas cuenten con una bonificación del 95% en el impuesto de transmisiones patrimoniales.
¿Qué es lo relevante entonces de la reunión de ayer? Que Eurovegas (el nombre cambiará, no es el definitivo) estará en marcha en 2017. Para entonces, habrá cuatro hoteles y dos casinos, envueltos en rascacielos —sin límite de altura según ha establecido Madrid por ley: serán los más altos de España, frisando los 80 pisos— rodeados de restaurantes, auditorios, campos de golf, una recreación de la plaza de Times Square...
Cumplidas las exigencias fiscales de Adelson, a la Comunidad, más que la ubicación, la tenía inquieta la financiación del proyecto. Las Vegas Sands pondrá 2.700 millones de euros de su caja para empezar las obras, previsiblemente a finales de este año, y a partir de 2014 contará con otros 4.000 millones prestados por inversores y bancos, entre ellos alguno español, según confirmó ayer Leven. El dinero, dijo, está asegurado. Por lo menos en cuanto a la primera fase. La segunda vendría un año y medio después, pero dependerá de cómo marche el proyecto.
El incentivo clave de Eurovegas es la promesa de crear decenas de miles de puestos de trabajo. Leven evitó cuidadosamente fijar una cifra, pero puso como ejemplo un complejo similar en Singapur, con 10.000 personas en plantilla, y que ha generado, dijo, otros 10.000 empleos indirectos. En Madrid se van a construir cuatro resorts como ese, pero las sinergias internas pueden rebajar notablemente los 40.000 puestos que saldrían multiplicando.
En cualquier caso, es suficiente en una región con 561.919 parados registrados como para que tanto el Gobierno central como el regional hayan consentido con algunas de las condiciones de Adelson. Nominalmente, Las Vegas Sands va a participar en un concurso público organizado por la Comunidad para adjudicar el proyecto. Caben pocas dudas de que se hará a su medida. La empresa estadounidense anunció a finales del año pasado que la reunión de ayer serviría para que ellos presentaran el proyecto, y añadió: “El Gobierno nos dirá qué leyes cambiará a nuestro favor”.
Parece probable que, en materia fiscal, a Eurovegas se le perdonen casi todos los impuestos municipales y las tasas regionales del juego. “Desde el punto de vista fiscal, está casi todo resuelto, a falta de algunos cambios por parte del Estado”, dijo ayer González. Urbanísticamente, la comunidad ha invadido las competencias municipales para asegurarse de que la empresa estadounidense pueda diseñar el complejo a su gusto, y no tenga que sufrir los mismos plazos burocráticos que el resto de mortales. González dijo ayer además que “habrá una posibilidad restringida de fumar” en espacios cerrados dentro de Eurovegas, dando por hecho que el Gobierno cambiará la ley antitabaco. La negociación con Adelson la ha pilotado el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, que respalda el cambio; la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría y el Ministerio de Sanidad, en cambio, mostraron su rechazo. Representantes de la empresa aseguraron haberse reunido el jueves con interlocutores del Gobierno central y lo daban por hecho.
Los terrenos en los que se levantará Eurovegas son rústicos, merced a una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (recurrida al Supremo) que tiró abajo un planteamiento urbanístico pensado para levantar hasta 30.000 viviendas en ese área. Comprende además la futura Ciudad Deportiva del Atlético de Madrid, que sería un atractivo más del complejo. El proyecto invade también terrenos en el término municipal de Madrid, en Campamento, que pertenecen al Estado.
El concurso público de la Comunidad se planteará en abril, y se resolverá previsiblemente después del verano. “Esperamos ganarlo”, dijo ayer Leven. Y sonrió.
José Marcos / Bruno García Gallo
Madrid, El País
Un secarral de 750 hectáreas encerrado entre autopistas en la punta septentrional de Alcorcón, lindando con la capital, albergará en cuatro o cinco años el mayor complejo de casinos y congresos de Europa. Pese a lo que pueda parecer, la localización elegida para el proyecto fue la parte menos relevante del anuncio hecho el viernes por la empresa estadounidense Las Vegas Sands. Su presidente, Michael Leven, se limitó a confirmar lo que ya había dicho a principios de semana en Londres. Lo que el presidente regional, Ignacio González (PP) y medio Madrid ya daban por descontado. Que prefería Alcorcón (un municipio de 170.000 habitantes al sur de la capital, gobernado por el PP). Que descartaba el barrio de Valdecarros, en Madrid capital, y la tercera opción en discordia, una parcela entre Paracuellos del Jarama y Torrejón de Ardoz. Ambas opciones se mantuvieron sobre la mesa estos últimos meses con un único fin: abaratar en lo posible el precio del suelo.
Desde que Las Vegas Sands anunciara en septiembre que optaba por Madrid en detrimento de Barcelona, en el Gobierno regional lo único que se esperaba es que se dijera de una vez el nombre de Alcorcón para ponerse manos a la obra. Y ni siquiera fue el magnate Sheldon Adelson, accionista mayoritario, consejero delegado y 14ª fortuna mundial, el que hizo el anuncio. Tampoco se ahondó en los cambios legales que la Comunidad ha aprobado el pasado diciembre para atar la inversión. Un “traje a medida”, en opinión de la oposición, recibido con satisfacción por los inversores estadounidenses, como la rebaja del tipo máximo actual sobre el juego del 45% a un tipo tributario único del 10%. O que los modelos de negocio como Eurovegas cuenten con una bonificación del 95% en el impuesto de transmisiones patrimoniales.
¿Qué es lo relevante entonces de la reunión de ayer? Que Eurovegas (el nombre cambiará, no es el definitivo) estará en marcha en 2017. Para entonces, habrá cuatro hoteles y dos casinos, envueltos en rascacielos —sin límite de altura según ha establecido Madrid por ley: serán los más altos de España, frisando los 80 pisos— rodeados de restaurantes, auditorios, campos de golf, una recreación de la plaza de Times Square...
Cumplidas las exigencias fiscales de Adelson, a la Comunidad, más que la ubicación, la tenía inquieta la financiación del proyecto. Las Vegas Sands pondrá 2.700 millones de euros de su caja para empezar las obras, previsiblemente a finales de este año, y a partir de 2014 contará con otros 4.000 millones prestados por inversores y bancos, entre ellos alguno español, según confirmó ayer Leven. El dinero, dijo, está asegurado. Por lo menos en cuanto a la primera fase. La segunda vendría un año y medio después, pero dependerá de cómo marche el proyecto.
El incentivo clave de Eurovegas es la promesa de crear decenas de miles de puestos de trabajo. Leven evitó cuidadosamente fijar una cifra, pero puso como ejemplo un complejo similar en Singapur, con 10.000 personas en plantilla, y que ha generado, dijo, otros 10.000 empleos indirectos. En Madrid se van a construir cuatro resorts como ese, pero las sinergias internas pueden rebajar notablemente los 40.000 puestos que saldrían multiplicando.
En cualquier caso, es suficiente en una región con 561.919 parados registrados como para que tanto el Gobierno central como el regional hayan consentido con algunas de las condiciones de Adelson. Nominalmente, Las Vegas Sands va a participar en un concurso público organizado por la Comunidad para adjudicar el proyecto. Caben pocas dudas de que se hará a su medida. La empresa estadounidense anunció a finales del año pasado que la reunión de ayer serviría para que ellos presentaran el proyecto, y añadió: “El Gobierno nos dirá qué leyes cambiará a nuestro favor”.
Parece probable que, en materia fiscal, a Eurovegas se le perdonen casi todos los impuestos municipales y las tasas regionales del juego. “Desde el punto de vista fiscal, está casi todo resuelto, a falta de algunos cambios por parte del Estado”, dijo ayer González. Urbanísticamente, la comunidad ha invadido las competencias municipales para asegurarse de que la empresa estadounidense pueda diseñar el complejo a su gusto, y no tenga que sufrir los mismos plazos burocráticos que el resto de mortales. González dijo ayer además que “habrá una posibilidad restringida de fumar” en espacios cerrados dentro de Eurovegas, dando por hecho que el Gobierno cambiará la ley antitabaco. La negociación con Adelson la ha pilotado el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, que respalda el cambio; la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría y el Ministerio de Sanidad, en cambio, mostraron su rechazo. Representantes de la empresa aseguraron haberse reunido el jueves con interlocutores del Gobierno central y lo daban por hecho.
Los terrenos en los que se levantará Eurovegas son rústicos, merced a una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (recurrida al Supremo) que tiró abajo un planteamiento urbanístico pensado para levantar hasta 30.000 viviendas en ese área. Comprende además la futura Ciudad Deportiva del Atlético de Madrid, que sería un atractivo más del complejo. El proyecto invade también terrenos en el término municipal de Madrid, en Campamento, que pertenecen al Estado.
El concurso público de la Comunidad se planteará en abril, y se resolverá previsiblemente después del verano. “Esperamos ganarlo”, dijo ayer Leven. Y sonrió.