Acné: ¿cómo tratarlo?

Clarín
El mito sostiene que el acné es sólo una cuestión de adolescencia y que, a medida que pasa ese período, los síntomas desaparecen. Pero esto no sucede con todas las personas: para este problema no existe sexo ni edad. Afortunadamente, hay tratamientos que logran controlarlo y revertir el daño en la piel. Te contamos cuáles son sus causas y cómo mejorarlo con tratamientos mínimamente invasivos.


Si bien la etapa de adolescencia es la más propensa a desarrollar acné debido a los cambios hormonales naturales, esta es una condición cutánea que puede afectar a personas de cualquier edad, tanto hombres como mujeres.


¿Qué es y qué lo produce?

La acumulación de grasa y piel muerta en los folículos capilares de la piel, y la acción de bacterias sobre las mismas, es lo que da origen a la erupción. Como cada folículo está conectado a una glándula sebácea, cuando ésta segrega más sebo de lo normal (ya sea como consecuencia de algún desajuste hormonal) es muy probable que tape el folículo y entre en contacto con determinadas bacterias. De este modo puede infectarse y convertirse en un grano infectado.


Acné adulto vs. Acné juvenil

El acné adulto es causado, en la mayoría de las veces, por desórdenes hormonales. Por eso, muchas veces puede no responder a los tratamientos comunes que se adquieren en farmacias. Es necesario que cada paciente sea atendido de forma personalizada, teniendo en cuenta las causas y el nivel de acné.

Cuando el brote acnéico está motivado por desbalances hormonales, generalmente es influenciado por la presencia de andrógenos en el cuerpo. Un ejemplo típico es el período de la menstruación, cuando las mujeres tienden a crear granitos o puntos negros. En estos casos, las hormonas andrógenas estimulan la segregación de las glándulas sebáceas.

Otro factor de activación del acné es el nivel de estrés en nuestro organismo, de modo que cuando estamos muy nerviosos nos encontramos más propensos a generar el brote, sobre todo en la zona de la mandíbula y la barbilla.

También las condiciones físicas o patológicas de algunas enfermedades como alopecia, problemas menstruales, obesidad, diabetes, etc., pueden afectar el nivel de andrógenos en nuestro cuerpo.

Tradicionalmente se ha creído que algunos alimentos podrían causar acné, pero eso aún no está comprobado, lo cual no descarta que una correcta alimentación colabora en todo proceso de curación y desarrollo de la salud de nuestra piel.


¿Cómo tratarlo?

Lo principal es descubrir las causas y el tipo de acné que tenemos, y para ello es necesario realizar los estudios médicos pertinentes para detectar su origen.

Además de llevar adelante un cuidado delicado de la zona, una correcta limpieza y humectación, y de acompañar las indicaciones médicas del dermatólogo, existen en la actualidad tratamientos estéticos altamente efectivos que logran recuperar el tejido dañado, además de brindar seguridad y confianza al paciente.

Según el doctor Ricardo Hoogstra, cirujano plástico, especialista en tratamientos no invasivos en nuestro país, una técnica muy recomendada para estos casos es IPL Luz pulsada intensa. Se trata de un revolucionario procedimiento estético de gran versatilidad no invasivo y totalmente confortable. En problemas de acné, “trabaja con el cromóforo porfirina y destruye la bacteria P. Acnes. La luz y la radiofrecuencia es aplicada sobre la piel de forma no invasiva, penetrando en la misma como energía lumínica, para actuar luego como energía térmica sobre la lesión, sin dañar el tejido adyacente”, explica el especialista. El número de aplicaciones dependerá de la afección a tratar y estas las determinará el médico. “Generalmente se realizan cada 21o 30 días y los resultados son progresivos. Se puede realizar tanto en mujeres como en hombres”, explica el profesional. Y agrega: “Las ventajas del método residen en que el paciente no necesita tiempo de recuperación y puede volver a su vida normal inmediatamente, con resultados sorprendentes desde la primera sesión y recaudos apropiados de protección solar. No se requiere de preparación previa y está reconocido científicamente por la FDA y el ANMAT”.

Aunque se utiliza para corregir varias afecciones de la piel, muchos profesionales comentan que logran mejores y más rápidos resultados satisfactorios, cuando combinan al mismo tiempo este método con otros.

Para el acné cicatrizal de largo período de evolución, el especialista recomienda el uso del Láser Fraccionado CO2 fraccionado (Scan Peel). “Este método mejora la textura de la piel y reduce notoriamente los poros”, explica Hoogstra.

Por otro lado, una gran novedad para el acné severo es el tratamiento con Microagujas solo o asociadas a Radiofrecuencia. Este sistema está indicado para tratar, además del acné, las arrugas finas, los poros dilatados y las cicatrices gruesas, aportando resultados notorios. El método ayuda a que las glándulas sebáceas drenen su contenido sebáceo y purulento en forma natural. También acelera el ciclo Keratolítico, que conduce a la cicatrización y a la prevención de la formación del mismo. “Las Microagujas penetran en la piel en forma vertical, generando una ruptura de las bandas fibrosas, lo que mejora la flexibilidad cutánea y disminuye el espesor del tejido cicatrizal. Este efecto además, favorece a las estrías”, relata el médico. El resultado es visible, puesto que mejora el aspecto estético. La aceleración del proceso Keratolítico produce visualmente una piel más brillosa y menos porosa, similar al producido por la microdermoabrasión. La duración del tratamiento es de 5 minutos por sesión, aunque el proceso total lleva un poco más de una hora, incluyendo la colocación de cremas anestésicas y cuidados posteriores. En cuanto a la recuperación, normalmente es a corto plazo, debido a que este tipo de microagujas no produce una irritación importante y el enrojecimiento desaparece una o dos horas más tarde.

Otra solución altamente segura y apropiada es la Nutrición Transdérmica. “Los numerosos poros originados en la piel incrementan la penetración de drogas y componentes activos a través del estrato córneo, esto maximiza los resultados obtenidos por las mismas”, admite el Dr. Hoogstra. “La estimulación obtenida con este tratamiento activa el proceso de cicatrización natural del organismo. Durante este transcurso, muchos factores de crecimiento y citoquinas son estimulados”, concluye Hoogstra.


Al existir excelentes tecnologías para tratar el problema, el acné ha dejado de ser un trauma para hombres y mujeres. Es importante realizar los tratamientos con profesionales reconocidos y entrenados en estas técnicas, a fin de brindar seguridad y tranquilidad al paciente, con la certeza de que es el método adecuado a su necesidad.

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