Roma e Inter trabados por un inútil empate
Roma, Espn
Roma e Inter cerraron la vigésimo primera fecha de la Serie A con un empate por 1 a 1 en el estadio Olímpico de esta capital, goles de Francesco Totti, de penal, y Rodrigo Palacio.
Un resultado que no le sirve a nadie, puesto que los nerazzurri se quedan cuartos, ahora con 39 puntos, siempre a cuatro distancias desde la zona Champions, mientras que la Loba se para seis unidades más abajo, con 33, séptima por el rebaso de Milan.
El resultado es algo mentiroso, considerando que fue el local el equipo que hizo el gasto y que creó el mayor número de ocasiones, pero el empate es la lógica consecuencia de la unión entre la paradójica esterilidad ofensiva giallorossa y sus debilidades defensivas.
Desde el inicio se vio que el local tenía otro ritmo y otra actitud, bajando a la cancha con la intención de aplastar a un rival planteado para esperar y salir de contra. Así, con buen juego los capitalinos empezaron a crear ocasiones de gol, que sin embargo fallaron sistemáticamente.
Inter, por su parte, planteó salir al contraataque por izquierda, con el recurso del balón alto para aprovechar de las dificultades aéreas de Piris: en efecto, uno de los volantes iba siempre a saltar por ese lado para picarla profunda y favorecer así el corte de Palacio, cortándolo afuera al marcador de punta paraguayo.
De todas maneras, esa táctica terminaba por ahogar la maniobra milanés sobre un costado y así raramente la visita logró crear peligros. Así, sin arriesgar nada, Roma atacó con constancia y al minuto 22 encontró el episodio para anotar, cuando Ranocchia se lanzó de barrida en el área y terminó por interceptar la corrida de Bradley, quien intentó saltarlo pero terminó por ser bajado. Penal solar, que Totti convirtió pegándole con un fierro.
El 1 a 0 parecía ponerle en bajada todo el match, pero en realidad terminó por apagar un poco la fogosidad de los giallorossi, que se volvieron aún más "livianos" tanto en fase ofensiva, a la hora de definir sus ocasiones, cuanto en el centro de la cancha.
Inter, con inteligencia, lo aprovechó para treparse un poco y para atacar con mayor convicción. Así, primero Livaja partió el palo con una grande iniciativa personal, en una variante de ese esquema ofensivo en la que el balón largo fue directamente para el pecho del delantero, muy hábil en pararla y pegarle de media vuelta con precisión y potencia.
Después la visita rozó el empate con una jugada de pelota parada, en la que Goicoechea salió muy mal y, tras un par de carambolas, Balzaretti logró salvar justo en la línea. Al final, durante el primero y único minuto de descuento, Guarín sacudió desde la derecha encima de un rival, recogió el rebote y con una corrida en puro estilo "runnin back" llegó hasta el fondo y metió un centro rasante y poderoso para los pies de Palacio: el argentino tocó de instinto a quemarropa y no le dejó chances al portero.
Más allá de la gran jugada del colombiano, quien fue la figura por la intensidad y la calidad que aportó en el juego, fue evidente el error de la defensa de la Loba, que se movió toda para seguir el balón, en el intento fallado de cerrarlo a Guarín, para dejarlo así al pobre Piris solo entre Palacio y Livaja.
En el complemento el ritmo mermó, con ambos equipos evidentemente cansados por los 120 minutos disputados en Coppa Italia durante la semana. Además, Roma lo perdió a De Rossi por lesión en el entretiempo y la salida del volante determinó una clara merma de los locales.
De todas maneras, a frente de muchos riesgos corridos jugando siempre uno contra uno en defensa, que sin embargo Inter no supo aprovechar para crear claras chances, el conjunto de Zeman creó cuanto menos cinco clarísimas ocasiones de gol, las más claras en los pies de Piris, quien dos veces tuvo el balón a pocos pasos desde el arco pero terminó rematando mal, antes encima de Handanovic y, después, demasiado arriba.
Al final, ninguno de los dos cuadros tuvo la fuerza de cambiar el marcador y sí ambos tuvieron que conformarse con un punto por parte que, sinceramente, no le sirve a ninguno de los dos: Roma ya está afuera de la pelea por la Champions, mientras que Inter sigue en pelea pero perdió una buena chance para escaparse de Fiorentina, arrimarse a la tercera plaza y poner presión a los de arriba.