Milan sufrió pero le ganó a Bologna


Roma, Espn
No fue fácil para Milan, pero al final, gracias a un doblete de Giampaolo Pazzini, el rossonero logró superar a Bologna de local en San Siro por 2 a 1; el descuento fue en contra de Philippe Mexés.


Con este resultado, en la espera de que Roma juegue aún en esta vigésimo primera jornada, el Diávolo se ubica sexto con 34 puntos, mientras que los emilianos se quedaron con 21 unidades y así comparten con Sampdoria el decimocuarto escalón de la clasificación.

Otra vez más, el juego del conjunto de Allegri fue algo lento, aburrido y previsible, con la diferencia que en esta ocasión las performances individuales marcaron diferencia. En efecto, fue gracias a la suma del aporte de cada jugador que el local logró construir un triunfo que fue seguramente merecido.

Entre todos, fue increíble el aporte de Constant: el marcador de punta quitó, corrió y gambeteó con grande calidad, constancia y eficacia por todos los noventa minutos. Fue por su costado, en efecto, que su equipo creó las mejores ocasiones, cómplice también la buena performance de El Shaarawy.

Sin embargo, también Bologna creó algunos peligros y en efecto Abbiati tuvo que cumplir una buena tapada para negarle el gol a Riverola, eso antes de que Agliardi imitara a su colega sacando al córner un gran cabezazo de Pazzini.

En el complemento los rossoneri empezaron a atacar mucho más por derecha, con las subidas rápidas y profundas de Abate, dejando algo más atrás a Constant. El marcador de punta derecho, en esa etapa, empujó con todo y le sirvió dos excelentes asistencias a Pazzini, quien empezó con un yerro clamoroso, desviando muy mal desde pocos pasos, para poner luego el gol del 1 a 0.

En la ocasión, el atacante controló un centro de su compañero de espaldas al arco, en el medio del área, y fue muy hábil en darse vuelta y rematar con velocidad, así como fue muy afortunado en ver el balón desviado de manera decisiva por parte de un defensor.

Muy parecida la jugada del 2 a 0, sólo que esta vez el centro desde la derecha fue de Boateng y el delantero, con una jugada magistral, controló de espaldas al arco, con un toque fino se liberó tirando un sombrero de dos adversarios y de volea lo liquidó al inculpable Agliardi. ¡Un golazo!

El match parecía cerrado ahí. En cambio, dos minutos después del 2 a 0, al 39º, la defensa local se lo olvidó a Pasquato, quien cabeceó fuerte y bajo para encontrar la incomprensible desviación de Mexés, quien empujó el balón hacia su propio arco cambiándole totalmente la dirección al esférico.

Así, Milan cerró el enfrentamiento sufriendo un poco y con muchos nervios, que le costaron la mala gestión de un par de contras con las que hubiera podido cerrar liquidar el trámite. De todas maneras, el Diávolo aguantó y así pudo quedarse con tres puntos que lo acercan un poco a la zona Europa League.

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